PULP FICTION, de Quentin Tarantino
Palma de oro 1994. Óscar y Globo de oro al mejor guión. 2 premios Bafta: guión y actor secundario (L. Jackson)
EE. UU., 1994. Dirección: Quentin Tarantino Guión: Quentin Tarantino y Roger Avary Música: VV. AA. Fotografía: Andrzej Sekula Reparto: John Travolta, Samuel L. Jackson, Uma Thurman, Harvey Keitel, Tim Roth, Amanda Plummer, Maria de Medeiros, Ving Rhames, Eric Stoltz, Rosanna Arquette, Christopher Walken, Bruce Willis, Paul Calderon, Bronagh Gallagher, Peter Greene, Stephen Hibbert, Angela Jones, Phil LaMarr, Robert Ruth, Julia Sweeney, Quentin Tarantino, Frank Whaley, Duane Whitaker, Steve Buscemi, Burr Steers Género: Thriller Duración: 153 min. Tráiler: Link Elección de Ernesto Millán¿De qué va?: Jules y Vincent trabajan para Marcellus Wallace, un peligroso gángster. Vincent recibe la misión de cuidar de Mia, la novia de Marcellus. Por su parte, Jules cree que su tiempo como matón ha terminado y planea retirarse. Su último trabajo es recuperar un misterioso maletín. Una tarea sencilla que poco a poco se complicará, hasta el punto de involucrar a Mia, al propio Marcellus Wallace y a distintos personajes.
CRÍTICA XAVIER: Pulp Fiction es mucho más que una película. Tarantino cambió con su segundo largometraje la narrativa del cine moderno, y su aportación sigue tan divertida y provocadora como el primer día. De ella aprendimos el significado del "macguffin" y del "cliffhanger", el poder de la narración fragmentada y la mezcla de géneros, el recurso del diálogo trivial como verdadero portador de significado y muchas genialidades más. Pulp Fiction funciona por acumulación de momentos: de ahí que resulte tan exagerada como brillante. Por eso, aun conociendo sus personajes, chistes y capítulos al dedillo, al verla uno siempre tiene la sensación de estar asistiendo ante un espectáculo nuevo. Muchas generaciones han disfrutado del nervio pop del mejor guión de la década de los 90, pero han sido pocos los que han intentado poner cierto sentido (que no orden) al caos tarantiniano. Pulp Fiction habla de la redención, y lo hace con unos personajes que, a pesar de haber interiorizado las constantes de la Norteamérica violenta, resultan tremendamente torpes. Tarantino toma símbolos varios, los pervierte, los transforma y les añade una nueva mitología que, como no podía ser de otra manera, ha derivado en una mitomanía cinéfila sin precedentes. También se sirve de las filias y las obsesiones del propio director: su cine remite a muchos elementos de otras películas, pero sobre todo establece paralelismos con sus propias ficciones. Ese es el gran mérito de Pulp Fiction: ser un onanismo privado y al mismo tiempo un fetiche colectivo. Y en esa liga, digan lo que digan sus detractores, sigue siendo la película más relevante del último cine norteamericano. ★★★★★
CRÍTICA ALBERTO: Atender a una de las mayores personalidades cinematográficas del planeta es acudir a un complejo e interesante universo en el que se dan la mano numerosas vertientes socioculturales en comunión con un marcado discurso personal. Pulp Fiction es y será una película de culto, una referencia y un modelo a seguir para muchos cinéfilos. Es innegable que cierto abanico norteamericano ha conseguido posicionar esta película en escalas de sobrevaloración, aunque acudamos de igual modo a un ejercicio sobresaliente. Las retorcidas y meditadas posturas de uno de los guiones más ingeniosos de la década de los 90 dan forma a un tríptico de personajes que controlan una serie de acciones y unos pasajes de desorbitada inteligencia y admirable locura. Maestría dialéctica que se acompaña en todo momento por la eficacia de la cámara y el imponente despliegue técnico. La suma de sus componentes ha perpetuado numerosas secuencias para el recuerdo que permanecen de forma clara en el imaginario colectivo y en la referencialidad de los libros de texto. Tarantino apenas podría vislumbrar que su ejercicio más maduro sería su consolidación definitiva dentro del marco autoral de la cinematografía contemporánea. Mención especial merece el extraordinario reparto. Uma Thurman brilla en cada gesto, cada palabra y cada mirada, atendiendo a una composición inolvidable y encajando las derivas de este relato atronador, directo y absolutamente merecedor del mayor de los elogios por otorgar tanta personalidad a las ramas del árbol cinematográfico más actual. ★★★★½
CRÍTICA ISIDRO: Hablar de Pulp Fiction es hablar de palabras mayores. Estamos ante una de las obras clave de los 90, una película de culto que rompió moldes y creó toda una escuela de imitadores. Vamos, que es un puto clásico moderno. Pero, realmente, ¿por qué tanto alboroto? La verdad es que siempre me ha costado explicarlo. Recuerdo de hecho que cuando la vi por primera vez no me mató, era en plan “Reservoir dogs es mejor”, pero sí que me pareció chula. Y “chula” es la palabra que siempre he utilizado para definir a esta película, tanto en el sentido de que es guay (un juicio no tan subjetivo como podría parecer) como en el de que no le falta su toque de arrogancia tarantiniana, sin duda siempre necesario en el cine del tito Quentin. Porque Pulp Fiction es una película en la que cada secuencia, cada escena, cada plano, cada diálogo, cada frase, cada palabra, cada taco, cada canción, cada baile, cada gesto de los actores, cada escenario, cada jodido elemento de la utilería, es chulo. Y lo chulo se revaloriza y se intensifica con cada visionado, no deja de ser chulo con el tiempo, y el hecho de ser chulo lo hace más chulo todavía, por lo que la película acaba saliéndose de los cánones de lo estrictamente cinematográfico y pasa al plano de las más altas creaciones de la humanidad por ser simplemente eso, chula. Con Pulp Fiction se le concede valor artístico a lo chulo. Y es por eso que Pulp Fiction me parece una jodida obra maestra. ★★★★★
CRÍTICA KOSTI: Hablar hoy en día de Pulp Fiction resulta casi anecdótico. Obra cumbre del irreverente y siempre alocado Quentin Tarantino, el maestro que plasma en la pantalla las ideas desorganizadas que se cruzan por su mente. Eso es Pulp Fiction, una extraña mezcla de ideas que conforman una de las historias más macabras del cine y, a la vez, más disfrutables.
Para hacernos vibrar se vale de un reparto de escándalo y una música inolvidable (aunque en eso Tarantino sea ya un experto). No alcanzo a recordar ninguna película suya en la que no haya acabado cantando o tarareando algún tema de los incluidos en su portentosa banda sonora, y ésta está a la cabeza. Tarantino consigue aunar y entrelazar a la perfección su cuidada dirección con un guión elaborado y brillante, su incuestionable reparto y una escenografía que quita el hipo. Lo mismo asistimos a una matanza de baño, como a un secuestro sexual que sale mal, a una escena agónica en la que una sobredosis puede torcer los planes, o a una coreografía que marca estilo.
Lo cierto es que cualquier cosa que diga de Pulp Fiction ya se habrá escrito cien veces antes, pero lejos está de ser esa película perfecta y maravillosa que muchos apuntan. Eso, o me faltan un par de revisiones más de tan aclamada cinta. Bajo mi subjetividad, Pulp Fiction tiene un montaje vibrante, un caos organizado en el que resulta muy fácil perderse, y así me ha sucedido en las distintas ocasiones que he gozado de su visionado. Aún así, Tarantino logra convertir en arte y entretenimiento lo que otros transformarían en polvo, al igual que yo he conseguido plasmar en esta reseña mi cuestionable fanatismo al bueno de Quentin. ★★★★
CRÍTICA RONNIE: De toda la trayectoria de Quentin Tarantino, Pulp Fiction es mi cinta favorita del realizador. De entre todos sus proyectos presentados, este sobresale por la estructura de su narrativa, en forma de rompecabezas y dividido por capítulos. Sí, amigos: antes de Malditos bastardos y Kill Bill Volumen 1 & 2 existía ya un Tarantino que sorprendía a todos con sus alocadas mezclas cinematográficas y referencias culturales, situación que personalmente comenzó a molestarme al resultar repetitiva. Regresando a la cinta, el guión ganador del Óscar en su año, uno de los libretos mejor construidos de la historia, tiene grandes diálogos llenos de homenajes, guiños cinéfilos y situaciones con alto contenido de humor negro que marcaron una pauta a seguir para futuros escritores en la industria. Sumado a esto, tenemos un reparto espectacular que brilla más que nunca gracias a sorprendentes personajes: destacan John Travolta, Uma Thurman, Bruce Willis y Samuel L. Jackson. Pulp Fiction supuso en su momento una forma diferente de hacer cine, una en la que los límites debían desfigurarse y convertir la experiencia del cine en un momento transgresor que perpetue la posteridad. ★★★★★
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