jueves, 2 de junio de 2016

CRÍTICA | TAL COMO ÉRAMOS, de Sidney Pollack

 
TAL COMO ÉRAMOS (THE WAY WE WERE), de Sidney Pollack
Óscar y Globo de oro a la mejor canción original
EE. UU., 1973. Dirección: Sidney Pollack Guión: Arthur Laurents, a partir de su novela homónima Música: Marvin Hamlisch Fotografía: Harry Tradling Jr. Reparto: Robert Redford, Barbra Streisand, Bradford Dillman, Viveca Lindfors, Herb Edelman, Murray Hamilton, Patrick O'Neal, Lois Chiles, James Woods, George Gaynes Género: Drama romántico Duración: 115 min. Tráiler: Link Elección de Pedro Bernadas
¿De qué va?: A lo largo de distintos momentos de su vida, Hubbell y Katie se reencuentran. El primer acercamiento tiene lugar en la universidad. Él es un estudiante modélico, buen atleta y aspirante a escritor. Ella es una mujer comprometida, de fuertes ideales políticos y carácter muy decidido. Ambos son muy diferentes, pero el amor, la vida conyugal y el desencanto de la madurez se cruzarán en sus caminos.


CRÍTICA RONNIE: Una melosa historia de ¿amor? que se alarga todo lo que no debería. No es que sea larga en sí, pero es que, encima de que cansa, se burla del aburrimiento de uno con personajes simplones que responden a uno de los guiones más sobrevalorados de los últimos años. Un Robert Redford más pasmado que solvente, que pasea más tiempo demostrando lo chulo que está en uniformes diferentes que su verdadero talento. Resulta un poco desconcertante cómo la banda sonora ha obtenido un gran reconocimiento con el paso de los años, o que nadie recuerde ya la forma de actuar de Streisand (o de sobreactuar, según como se mire). Aunque, si me pongo un poco práctico y benevolente, me ha parecido más elaborado el trabajo de Bárbara que el de Robert. Sidney Pollack realiza una película completamente olvidable que pierde toda su fuerza (si es que tuvo alguna) con el paso del tiempo. ½

CRÍTICA XAVIER: Sidney Pollack vuelve al Cinoscar Summer Festival con Tal como éramos, uno de sus títulos menos reivindicados. Barbra Streisand y Robert Redford se aman y se pelean, se encuentran y se desencuentran... en definitiva, discurren en gran sintonía y contradicción en una historia dividida en varias partes que repasa los estados/estadios vitales de sus personajes. Una vez más, Pollack demuestra su capacidad de adaptación, ya que filma con soltura un drama romántico que, en otras manos, hubiera quedado como un retrato de época bastante caduco. Con todo, y aun reconociendo el gran trabajo de todas sus partes, Tal como éramos ni resulta apasionante como historia de amor ni despliega con suficiente pericia las subtramas (políticas, cinematográficas, sociales, etc.) que incumben a su pareja de "stars". Tal como éramos, en definitiva, me resulta tan postiza como las uñas de Streisand. Porque, si arriba citaba las bondades de Pollack, también hay que destacar que, como director, nunca gozó de la suficiente personalidad como para dejar una huella indeleble en la historia del cine. Puestos a elegir, este "festivalero" vehemente se queda con Danzad, danzad, malditos, película que el consenso del jurado le restó nominaciones en el Cinoscar Summer Festival del 2015. Esperamos a Pollack para el certamen del año próximo: con él, a pesar de todo, la dicha siempre es buena. ½


CRÍTICA ALBERTO: Hablar de clasicismo cinematográfico deriva en una serie de apreciaciones que muchas veces confuden ideas y no equilibran términos. Porque el clasicismo, en su breve síntesis, apela al cine que lucha contra las derivas del tiempo, bajo cánones más convencionales, o aquel que, acogiéndose a lo segundo, queda anclado en un punto del recuerdo. Sí, este último apela al conocido como "cine envejecido", aquel que por sus particularidades se ha quedado en un lugar y momento concretos, pero el cual no despierta las mismas valoraciones que antes. Con peligro de que lo anterior resulte prejuicioso y excesivamente acotado, en esa consideración de envejecimiento se enclava este film de Sidney Pollack. Una película que, sin ser incómoda, resulta excesivamente edulcorada y poco creíble. Su forma de plantear las relaciones de pareja atiende a la memoria de nuestros mayores, creando un importante espacio con el público no tan longevo. En cualquier caso, estamos ante una historia entretenida, con una interesante atmósfera que rezuma nostalgia, y con unos convincentes Redford y Streisand. Mención aparte merece el notable acompañamiento musical, que refuerza esa sensación de ternura. Comprueben ustedes mismos las opciones de la película sin su música y valorarán las capacidades de la misma. En definitiva, cine bonito sin mayores pretensiones.

CRÍTICA ISIDRO: Él, galán americanito encantador e intachable, atleta con sueños de escritor. Ella, comunista comprometida, impetuosa y apasionada. Se conocen y se enamoran, a pesar de las diferentes maneras que tienen de afrontar el mundo. Tal y como eran. La película está rodada con mucha solvencia, buen ritmo y mucho cariño hacia sus protagonistas. Streisand y Redford clavan a sus personajes y tienen química entre ellos. Y la bellísima banda sonora, capitaneada por una preciosa canción cantada por la propia "Barbie", contribuye mucho a crear ese ambiente nostálgico que ya se sugiere desde el título. O sea, el visionado de la película es bastante agradable, no lo voy negar. Pero, reconozcámoslo, en verdad tiene menos chicha que Angelina Jolie. Y como no tiene mucha carne, durante la "peli" me da por reflexionar sobre cuestiones paralelas y me pregunto cosas como cuándo se estrenó en España y si fue censurada por las cosas que dice la Streisand sobre la Guerra Civil Española, o a cabrearme con su personaje porque es una rancia sin sentido del humor, o simplemente me limito a decidir en qué planos se parece Robert Redford a Brad Pitt y en cuáles no, ¡porque tiene momentos en los que se parece un huevo, eh! En definitiva, una película para ver un domingo de esos en lo que somos más pijamas que personas y nos apetezca ponernos moñas, pero estemos hasta los cojones de ver Titanic y El diario de Noah. ¡Siguiente!


CRÍTICA KOSTI: Decir que Sydney Pollack es un director solvente es de perogrullo, pero no tanto apuntar a su vena nostálgica. Ya con su título, Tal como éramos, más evocador no puede ser. Sin embargo noto, al igual que en Los tres días del cóndor, aunque más acentuado, una falta de ritmo desquiciante. Tras la cámara aparenta ser un director comedido y justo, pero a la vez rueda con mucha parsimonia y dando grandes saltos temporales, que no es que le venga mal, pero junto a la calma lastran la historia. Sus personajes no puede decirse que estén mal construidos, de hecho son bastante completos e incluso ricos en matices, sobre todo el que da vida Barbra Streisand con sus devaneos políticos y su incipiente necesidad de tener siempre la razón y querer llevar su ideología al máximo esplendor. Aún así, algo sigue fallando. Los actores tienen poca o nula química, su historia va a trompicones y la nostalgia brilla por su ausencia, nada más perceptible en esa última escena, donde se ve a ambos volviendo a sus rediles como si piezas de un ganado se tratase, siendo lo que siempre se ha esperado de ellos: ella reflexiva y reivindicativa, y él uno más dentro de un rebaño acomodado. No me ha llegado a quedar claro si Pollack critica a una sociedad estática o, por el contrario, se suma a su conformidad y convencionalidad, creando así un producto lineal, con poca aportación artística y social y sin más miramientos que juntar a dos de las estrellas del momento... que no está mal, pero chirría bastante. Me quedo con el intento, que al final es lo que cuenta. Siempre nos quedará la maravillosa voz de la Streisand para amenizar el momento. ½

NOTA MEDIA del JURADO: ★★½

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