jueves, 9 de junio de 2016

CORTOMETRAJE | THE BIG SHAVE, de Martin Scorsese

THE BIG SHAVE, de Martin Scorsese
EE. UU., 1968. Thriller experimental. 5 min. ¿De qué va?: Un hombre se afeita, se mira al espejo... se corta y se desangra. Elección de Xavier Llobet

CRÍTICA RONNIE: Apenas fue el tercer cortometraje en la prolífica carrera de Martin Scorsese y las bases ideológicas para filmarlo demuestran la gran capacidad intelectual del realizador desde temprana edad. Este afeitado de barbas es, según he leído, una alegoría a la Guerra de Vietnam, el ocupamiento yanqui en territorio asiático. La cinta de tan solo 5 minutos está rodada en 16 mm y va de menos a más hasta ser explícitamente sangrienta, en el sentido más literal posible. Un buen ejercicio de crítica social del genio Scorsese. ½

CRÍTICA XAVIER: The Big Shave es uno de los grandes ejemplos de "anticlimax" cinematográfico. Un hombre se dispone a afeitarse envuelto en una atmósfera idílica. El espectador espera que algún elemento rompa la cotidianidad de la escena, intuye que el personaje se cortará en cuestión de segundos y, cuando se produce el quiebro esperado, el protagonista sigue impávido. El resultado es una reflexión efectiva del peligro que esconden las pequeñas acciones del día a día. Parece una nadería, pero inquieta tanto como el momento de la navaja de El perro andaluz. Dirige Scorsese, pero el corto podría estar firmado por Polanski y compañía. Una pieza perturbadora y una demostración de que "menos" siempre es "más". No cuenta una historia: recrea, y de qué manera, una sensación de agobio. Tan desasosegante que creo que me dejaré barba durante un tiempecito. ½

CRÍTICA ALBERTO: Viajando hasta el cajón de la memoria, y más en los casos de recorrido mediático, uno encuentra historias singulares e inesperadas de acuerdo a un transcurso más o menos unitario. Volar hasta la infancia de Scorsese resulta un interesante ejercicio de valoración sobre las posibilidades de un realizador tan particular. En unos 5 minutos, con recursos mínimos, se gesta un ejercicio de auténtica tensión, que va en un proceso de crescendo. No se entiende nada, todo parece vaticinar una prueba a medio camino entre la comedia y el terror, pero al final acabamos desglosando un auténtico ejercicio de estilo sobre las posibilidades expresivas del propio cine. Uno no sabe dónde encasillar lo que acaba de ver, pero admira su amplia gama de virtudes y la capacidad para perpetuarnos sensaciones. En definitiva, ¿no es esa la intención originaria del cine? Disfruten de esta pequeña joya y valórenlo ustedes mismos.

CRÍTICA ISIDRO: En The Big Shave, uno de los primeros trabajos del director de Taxi Driver, Martin Scorsese nos presenta, básicamente, a un tío afeitándose y haciéndose la cara mistos. La gracia del asunto es que el tío ya está afeitado. Y que una vez afeitado, vuelve a hacerlo, para, esta vez, desangrarse vivo. Y fin. Pero no necesita más. Scorsese juega con el montaje de las diferentes tomas y los colores para hacer un producto profundamente cinematográfico: el blanco impoluto del lavabo contrasta con el rojo de la sangre del mozuelo. Y es un contraste potente. ¿Y todo para qué? Pues según el propio Marty, el corto encierra una alegoría sobre la Guerra de Vietnam: una América afeitada se afeita y se vuelve a afeitar, ¿el resultado? "Crúor". A mí me parece un pasote. ½

CRÍTICA KOSTI: Uno de los primeros trabajos de ese director llamado Martin Scorsese fue un cortometraje de 5 minutos donde asistimos al proceso de afeitado de un hombre. No sé si por sadismo, por complacencia o por simple inconformismo, Scorsese deja volar su imaginación y va más allá del rasurado convencional, alcanzando la raíz misma del hombre, la carne viva que a más de uno (me incluyo) hizo girar la mirada para no asistir al dantesco espectáculo de la sangre, aunque habrá quien consiga ver la belleza del máximo apurado en el afeitado. El arte es así de caprichoso. ½


NOTA MEDIA DEL JURADO: ★★★½
Visiona el corto AQUÍ

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