PAPERMAN, de John Kahrs
EE. UU., 2012. Fantasía. Romance. 7 min. ¿De qué va?: En el Nueva York de mediados de S. XX coinciden un hombre y una mujer. Ambos trabajan en dos rascacielos vecinos, pero la distancia que les separa es casi insalvable. Elección de Pedro M. Bernadas
CRÍTICA RONNIE: Un breve cuento de amor animado, estructurado brillantemente de principio a fin. Disney-Pixar hace uso de todos los recursos a su alcance para lograr una estilizada fábula que logró el Óscar al mejor corto animado de su año. El trabajo técnico detrás de esta producción es exquisito. Y la historia tiene un trasfondo bastante claro: en un mundo donde estamos superados por el estrés del trabajo, las prisas a todas horas y el nulo desarrollo social en la ciudad, en la "jungla de asfalto", entre los grises edificios de concreto y los molestos ruidos del tráfico, en ese inhóspito lugar... aún puede haber espacio para el amor. Todo esto, además, acompañado de una excelente banda sonora. ★★★★½
CRÍTICA XAVIER: Paperman retoma las formas de la animación tradicional y el espíritu del primer Disney para contar una historia de amor separado por el fragor de una gran ciudad. Historia con "charme", a pesar de que su trama (mínima) resulta un tanto trivial. Y por si en algún momento uno tiene la tentación de caer en el embrujo del blanco y negro que orquestra Kahrs, basta recordar el corto Signs (muy superior) para rebajar los adjetivos. Porque Paperman (no descubrimos nada nuevo) es un descarado plagio del citado trabajo de Patrick Hughes. A pesar del Óscar. A pesar del entusiasmo general. A pesar de ser uno de los cortometrajes más visionados en Youtube. Eso sí que es traspapelarse, y a lo grande. ★★★
CRÍTICA ALBERTO: Todavía resuenan los ecos de la positiva recepción de este premiado cortometraje. Su cuidada puesta en escena, su bonita historia y su capacidad de síntesis trajo amores por doquier que cristalizaron en nada menos que en un Óscar. Pero pasados algunos años, la fuerte expresión creída en aquel momento permanece ahora diluida, y los contiguos visionados se traducen en cierta indiferencia frente a la euforia inicial despertada. Y es que Paperman, a pesar de sus múltiples cualidades y su capacidad de expresar lo máximo con lo mínimo, es un film repleto de convencionalismos y edulcoramientos muy afines al desarrollo de la esfera industrial norteamericana. Sus nobles intenciones se quedan en eso, y su deseo de transgredir con sutileza acaba sucumbiendo a la pura ñoñería. Es bonito, se deja ver, pero queda lejos de sus altas intenciones. ★★★
EE. UU., 2012. Fantasía. Romance. 7 min. ¿De qué va?: En el Nueva York de mediados de S. XX coinciden un hombre y una mujer. Ambos trabajan en dos rascacielos vecinos, pero la distancia que les separa es casi insalvable. Elección de Pedro M. Bernadas
CRÍTICA RONNIE: Un breve cuento de amor animado, estructurado brillantemente de principio a fin. Disney-Pixar hace uso de todos los recursos a su alcance para lograr una estilizada fábula que logró el Óscar al mejor corto animado de su año. El trabajo técnico detrás de esta producción es exquisito. Y la historia tiene un trasfondo bastante claro: en un mundo donde estamos superados por el estrés del trabajo, las prisas a todas horas y el nulo desarrollo social en la ciudad, en la "jungla de asfalto", entre los grises edificios de concreto y los molestos ruidos del tráfico, en ese inhóspito lugar... aún puede haber espacio para el amor. Todo esto, además, acompañado de una excelente banda sonora. ★★★★½
CRÍTICA XAVIER: Paperman retoma las formas de la animación tradicional y el espíritu del primer Disney para contar una historia de amor separado por el fragor de una gran ciudad. Historia con "charme", a pesar de que su trama (mínima) resulta un tanto trivial. Y por si en algún momento uno tiene la tentación de caer en el embrujo del blanco y negro que orquestra Kahrs, basta recordar el corto Signs (muy superior) para rebajar los adjetivos. Porque Paperman (no descubrimos nada nuevo) es un descarado plagio del citado trabajo de Patrick Hughes. A pesar del Óscar. A pesar del entusiasmo general. A pesar de ser uno de los cortometrajes más visionados en Youtube. Eso sí que es traspapelarse, y a lo grande. ★★★
CRÍTICA ALBERTO: Todavía resuenan los ecos de la positiva recepción de este premiado cortometraje. Su cuidada puesta en escena, su bonita historia y su capacidad de síntesis trajo amores por doquier que cristalizaron en nada menos que en un Óscar. Pero pasados algunos años, la fuerte expresión creída en aquel momento permanece ahora diluida, y los contiguos visionados se traducen en cierta indiferencia frente a la euforia inicial despertada. Y es que Paperman, a pesar de sus múltiples cualidades y su capacidad de expresar lo máximo con lo mínimo, es un film repleto de convencionalismos y edulcoramientos muy afines al desarrollo de la esfera industrial norteamericana. Sus nobles intenciones se quedan en eso, y su deseo de transgredir con sutileza acaba sucumbiendo a la pura ñoñería. Es bonito, se deja ver, pero queda lejos de sus altas intenciones. ★★★
CRÍTICA ISIDRO: Si terminas de ver un corto animado y tu mente te dice “parece de Pixar” es que es muy, muy bueno. Paperman sabe construir una historia de amor a primera vista con un encanto y una delicadeza brutal, gracias en parte a una animación 3D que con su blanco y negro juega a parecerse a los dibujitos tradicionales, y a su espíritu amable que invita a romper la monotonía y dejarse llevar por las pequeñas cosas que nos hacen más agradable la existencia. Eso sí, si aprecias tu puesto de trabajo, mejor descárgate Happn y confía en que la moza con la que te cruzas en el metro lo tenga también. Muy bonito. ★★★½
CRÍTICA KOSTI: Pocas historias consiguen transportarnos a un mundo idílico, casi de fantasía, como esas historias románticas donde las casualidades y una buena pluma (en esta ocasión trazando dibujos) son suficientes para un viaje. En Paperman vivimos un viaje urbano sobre un peculiar medio de transporte peculiar, el avión de papel, ese que tantas veces intenté de pequeño y por frustración o desesperación acababa en el contenedor (de reciclaje, eso sí). Con este corto he sentido una especie de déjà vu, y es que recuerda en su forma y mensaje a otro corto australiano titulado Signs, del que quedé prendido desde el primer visionado. Paperman no me ofrece nada nuevo, pero sólo el recuerdo de tan bonita (y manipuladora) historia merece toda mi atención. ★★★½
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