miércoles, 29 de junio de 2016

CRÍTICA | REPULSIÓN, de Roman Polanski


REPULSIÓN (REPULSION), de Roman Polanski
Oso de Plata y Premio Fipresci del Festival de Berlín. Nominada al Bafta a la mejor fotografía
Reino Unido, 1965. Dirección: Roman Polanski Guión: Gérard y Roman Polanski Fotografía: Gilbert Taylor Música: Chico Hamilton Reparto: Catherine Deneuve, Ian Hendry, Patrick Wymark, John Fraser, Yvonne Furneaux, Valerie Taylor, James Villiers, Helen Fraser, Renee Houston Género: Thriller psicológico Duración: 105 min. Tráiler: Link Elección de Jesús Onieva
¿De qué va?: Carol es una esteticista muy guapa, de aspecto frágil y carácter distraído. Vive en el piso de su hermana, una chica que mantiene una relación con un hombre casado. Por su parte, Carol tiene novio, pero siente una extraña animadversión hacia el género masculino. Sus fobias se acrecientan cuando la joven se quede sola durante unos días en el apartamento de su hermana.


CRÍTICA KOSTI: Antes de que David Lynch perfeccionara el género, Polanski ya daba clases magistrales de cine de terror psicológico con los toques de surrealismo que autores como Buñuel ya habían esbozado con anterioridad. Con Repulsión, Polanski nos presenta el terror de vivir encerrado en la mente de una muchacha con auténtica fobia al contacto con hombres. Catherine Deneuve da una muestra de sus dotes interpretativas haciéndonos una visita guiada por su lúgubre apartamento, que se convierte en su cárcel de horror. Polanski da vida al escenario, convirtiéndolo en la mente atormentada de Carol. Se intuye un pasado traumático, experiencias que han marcado su repulsión hacia los hombres. Polanski (y Carol) los dibuja como auténticos seres lascivos, retorcidos y violentos, y la mente de Carol comienza a jugarle muy malas pasadas, auspiciada por la claustrofóbica jaula en la que se transforma su triste apartamento. Ahí la fotografía en blanco y negro y el juego de texturas hacen el resto, trasladando el horror al espectador. Catherine Deneuve, por su parte, refleja en su rostro la pesadilla que está viviendo, una simbiosis completa con su personaje, fundamental cuando hablamos de este género. Es una lástima que los árboles no me dejen ver el bosque de esta repulsión psicológica, a la que valoro en su justa medida sin ser uno de mis géneros predilectos. Prejuicios que dirían algunos, pero lo cierto es que la maestría de Polanski queda patente en toda manera, y termina uno con esa sensación de desasosiego, agobio y desgarrado por dentro, aunque su intención no sea la de comprender a Carol, sino la de sufrir con ella hasta su última expresión. ★★★½

CRÍTICA RONNIE: Polanski consigue una cinta demencial en la que Catherine Deneuve entrega una de las mejores actuaciones de su carrera. Su Carol Ledoux es completamente fascinante con sus alucinaciones, la confusión de sus sórdidas realidades y su creciente nivel de esquizofrenia. Esta es la primera parte de la "trilogía del departamento" realizada por el director y es su primera cinta en inglés, y demuestra cómo un relato asfixiante puede atraparnos dentro de ese terror psicológico que tanto nos gusta. Una película imprescindible para entender el marco teórico de nuevos thrillers psicológicos como Cisne negro de Aronosfky. En los apartados técnicos, la fotografía en claroscuros juega con las sombras para representar ambientes de tensión e incertidumbre junto con unos escalofriantes acordes a cargo de Chico Hamilton y el montaje surrealista de Alastair McIntyre. El conjunto logra por completo su cometido gracias a un realizador que no se empequeñece ante el reto de facturar un magnifico film de estilo propio y calidad innegable. ★★½


CRÍTICA XAVIER: Repulsión, una de las mejores películas de Roman Polanski, convierte la aversión de su protagonista por "el hombre" en el hilo conductor de un cuento de terror onírico. El director polaco, influido por Buñuel y su surrealismo, despliega un universo de símbolos que acaban taladrando el subconsciente del espectador. Deneuve, con el porte rubio y frío que la ha convertido en leyenda, pasea errática por un Londres amenazador, mientras que su estancia en el piso de su hermana terminará resultando una experiencia la mar de claustrofóbica. Polanski nunca fuerza los recursos propios del terror: de ahí que la atmósfera de Repulsión resulte tan física como etérea, tan difícil de explicar como, desde la butaca, tan fácil de sentir-sufrir. La historia tampoco se entretiene en detallarnos el pasado del personaje, y a la vez da la sensación de que todo queda explicado, de nuevo mediante la técnica del símbolo o la relación de conceptos (véase la fotografía infantil, el convento cercano a la casa o el conejo putrefacto). Tanto si se interpreta como la historia de una niña superada por el mundo de los adultos o de una mujer que es incapaz de desasirse de su virginidad, Repulsión se impone como referente de su género. Todo en ella resulta cierto y al mismo tiempo extraño. También actual, porque su discurso sobre el culto a la belleza, las relaciones extramatrimoniales y las referencias sexuales, así como el retrato de una sociedad que esconde sus enfermedades entre cuatro paredes, tiene más sentido todavía en pleno 2016. Clásico indiscutible. ★★

CRÍTICA ALBERTO: Es indudable el enorme sello que el realizador polaco Roman Polanski ha imprimido a la cinematografía mundial, ya que aunque su versatilidad queda latente en su exquisita filmografía, su gran dominio en el campo del terror-thriller, y su habilidosa capacidad para crear atmósferas de fuerte entidad, le han posibilitado articular un discurso muy personal. En Repulsión, quizás uno de sus films menos explotados públicamente, pero de una riqueza y una expresividad únicas, se vertebra una atmósfera desasosegante en la que las aristas de la sexualidad planean sobre un concepto oscurantista sobre nuestros miedos más feroces. Si uno consigue establecer posiciones sólidas sobre el imponente lenguaje que maneja la cinta a veces abocada a cierta abstracción, admirará las entrañas de un discurso que en sus complejidades descifra bastantes enigmas culturales. Por otro lado, hay que advertir la presencia incendiaria de Catherine Deneuve, que con su magnética composición congela todas las miradas. Miradas que se pierden, en el buen sentido, en ese umbral entre bello y terrorífico que te permite navegar como si en una pesadilla “dalidiana” o “buñueliana” te encontraras. Sintetizando, film de artefactos expresivos incontestables. ★★


CRÍTICA ISIDRO: Catherine Deneuve de joven, o Salma Hayek en rubia, hace de muchacha belga que vive con su hermana en Londres. Trabaja en un salón de belleza cortando uñas y es una mojigata de la vida con mirada perdida. Carol, que así se llama la moza, sufre de misandria, odio, aversión, rechazo, repulsión o repugnancia a los seres humanos con pito. Esta misandria (del griego μῖσος, μῖσους, odio, y ἀνήρ, ἀνδρός, varón: que se noten los seis años de griego) le hace rechazar a todo macho que se le acerque, desde el mozo que la pretende hasta el amante de su hermana que invade su hogar cada vez que chingan. Pero a pesar de ello, no está exenta de deseo sexual por los hombres, por lo que acaba por no tener otra salida más que la locura. Y todo esto, según se sugiere, con gran sutileza, le viene de un trauma infantil. Si no es tema esto para que Polanski, el maestro del terror psicológico, te saque de ahí un peliculón, no es tema para nadie. El tío te muestra progresivamente el desgaste mental de la protagonista con pasajes oníricos y surrealistas y conejos muertos y putrefactos hasta que a la rubia le da por empezar a utilizar el pincho. No es redonda, pero para ser un Polanski primerizo ya tiene toda su potencia. Una chulada. ★★★½

NOTA MEDIA del JURADO: ★★★★ 

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