lunes, 31 de agosto de 2009

CRÍTICA DE ANTICHRIST


"No me esperaba esta mierda". Son las palabras de un hombre que, al salir del cine, intentaba justificar a su familia por qué había elegido Antichrist para pasar la tarde del jueves. La madre y la hija, escandalizadas, salían de la sala con un "mare de déu" en la boca. El susodicho no tuvo reparo en eruptar, chillar, estornudar, dejar sonar su móbil, roncar y abuchear a la película durante su hora y cuarenta y cinco minutos. Es evidente que, con tal ejemplo, Antichrist es una película especial que requiere de una crítica no menos especial. Quede claro de antemano que Antichrist es la película del año, por brutal, onírica, angustiante, filosófica, inigualable e irrepetible. Arrancamos.


VON TRIER es "EL NIÑO"
Antichrist arranca con un prólogo lánguido en blanco y negro. Los protagonistas del film follan de forma exagerada y la cámara de Trier ralentiza el conjunto. Un niño, el malogrado hijo de los protagonistas, salta por la ventana, estalla contra la nieve y muere al acto. Estos primeros minutos, obsesivamente planificados y exquisitamente diseñados, demuestran que Von Trier es un esteta, incluso cuando opta por la cámara en mano y una estética falsamente espontánea. Trier controla a su criatura desde un inicio y el espectador no tiene más opción que claudicar. Los fotogramas, bellos y trágicos, nos dibujan unos padres cuyos espíritus han sido poseidos por el placer carnal. El sexo, íntimo y duro, aliena a los cuidadores y marca la que al final será una relación entre torturado y torturador. El amor implica posesión, no es cosa inocente, tampoco algo agradable: las caras de Gainsbourg y Dafoe, más que éxtasis sexual, vaticinan el dolor futuro, las lágrimas por derramar, la rutina de una terapia extrema. La alegría entraña elegía y Von Trier retorna con su pesimismo existencial. El mundo de los adultos, pura bacanal, choca con la inocencia del niño que, desatendido, sale del relato para convertirse en el verdadero protagonista del mismo. Von Trier es el niño suicida, mientras que los amantes son una clara alegoría a los padres del cineasta, los mismos que Trier calificó de nefastos educadores y excesivamente liberales. Von Trier no perdona que sus primogénitos hayan hecho de él alguien tan inseguro e inestable (e, indirectamente, el director de cine que es), y aquí el hijo se rebela lanzándose al vacío y torturando a sus creadores a base de dolor y sentimiento de culpabilidad. El Von Trier provocador resurge de sus cenizas, aunque sin rodeos: las referencias biográficas son tan obvias que puede llegar a afirmarse que Antichrist es la película más desnuda, directa y sincera del cineasta (también la más difícil: está reservada únicamente para los devotos del artista), aunque a priori parezca la más exagerada, violenta y gratuita. No hay duda: todo tiene un sentido, y si el espectador no lo capta es porque, obviamente, no está en la mente del cineasta. El director crea en voz alta, para sí mismo y para nadie más. En relación a esto, podría decirse que Antichrist es a Lars Von Trier lo que Takeshi's fue para Takeshi Kitano: una arriesgada biografía personal y una síntesis y consciencia de su mundo ficticio. El danés se deprime y recurre al pasado, hurga en la herida. Asumida la depresión, Von Trier la expone sin tapujos.


VON TRIER es "ELLA"
El mal reside en cada ser humano, es patrimonio de todos y nadie lo puede dominar o erradicar. La mujer es el ser capaz de traer al mundo una vida, la encargada de perpetuar la especie y la maldad que la caracteriza. La maldad, por ello, va asociada a la mujer, porque de ella surge, brota, nace. Como dice el personaje de Dafoe, cuando una mujer llora, lo que realmente hace es pensar una confabulación contra algo u alguien. El comentario no es gratuito: al final, la mujer de Antichrist se rebela contra una terapia autodestructiva. Otro personaje que se rebela, otro elemento más en la lista de pequeñas grandes provocaciones. Von Trier es ella, porque la mujer representa la depresión que pasó Von Trier en la vida real, porque Von Trier ama a las mujeres (como objetos estéticos, como creadoras de vida, como figuras maternales) y a la vez las odia (como creadoras del mal, como madres irresponsables, como la causante de su gris existencia). Von Trier sabe que él nace de una mujer y que es una estupidez detestar lo femenino: Trier no es misógino, no propone una guerra de sexos; simplemente expone los avatares de un sexo lleno de estigmas desde hace siglos, recoge la figura mitológica de la mujer que sufre (eso lo acerca a la Juana de Arco de Dreyer) y que es capaz de infringir dolor. En esta dualidad, la mujer en el cine de Von Trier es un ser complejo y humano, tratado con respeto, inteligente, real, cercano. Gainsbourg llora la muerte de su hijo y Von Trier se identifica con ella. La musa y el artista, la madre y el hijo, la depresión de una madre ficticia y la depresión de un hijo real. El juego prosigue. ¿Existe mayor acto altruista y de amor hacia las mujeres que regalar a tus actrices los personajes y las interpretaciones de su vida?


VON TRIER es "ÉL"
Queda claro que Von Trier es Selma, Bess, Karen, Grace y todas las féminas de su cine. Debe recordarse además que Trier, malo por genética, también es la América de Bailar en la oscuridad, la isla de Rompiendo las olas o los habitantes contradictorios de Dogville y Manderlay. El hombre en el cine de Lars Von Trier es alguien oscuro, primario, de impostada intelectualidad que, por falso, deviene ingenuo, fracasa en sus endebles métodos y sus repudiables metas. El protagonista de Willem Dafoe es un creído que no ha acabado su carrera de medicina; nadie, en definitiva, para presumir de dotes médicas y terapéuticas. El personaje de Dafoe tiene el mismo morro que Von Trier, es el ente que propone un juego, que lleva al límite a la mujer, que la provoca hasta sacar su mejor y peor cara, aunque no esté cualificado a nivel profesional (Von Trier tampoco fue un alumno brillante). Dafoe manipula a su esposa y no arranca ninguna lágrima: puro témpano, infranqueable frialdad. El personaje de Dafoe, a su manera, crea una película: los sueños y obsesiones de su mujer, aquí mostrados de una forma gris, terrorífica a la par que atractiva. Cuando Gainsbourg se rebela y tortura a Dafoe (hay una cita irónica, velada: Dafoe vuelve a ser el Cristo crucificado, salvador y salvado de La última tentación de Cristo), el director nos desvela sus verdaderos miedos: "¿qué pasaría si mis personajes femeninos, símbolo del sufrimiento, se rebelasen contra mí?", piensa el danés. Por ello, el final de Antichrist es más feliz de lo que parece. El hombre, el cineasta, sale malherido de su terapia, magullado de su película más explícita, desnuda, radical e incomprendida. Von Trier afronta sus miedos y los supera: miles de mujeres sin rostro rodean a Dafoe en una escena que recuerda las formas de El jardín de las delicias de El Bosco. El hombre se ha salvado. Von Trier ha dejado atrás su apatía. La película, obviamente, acaba. La carrera del cineasta, irremediablemente, continuará.



VON TRIER es "EDÉN"
Lars Von Trier, a la hora de crear sus escenarios, se sirve de referencias reales para situarse en el terreno de lo inexistente. A su manera, todos los films del danés transcurren en el mismo escenario: son películas sin espacio ni tiempo. Este hecho vivió una mutación con Dogville y Manderlay: el espacio como algo que no existe, que se esfuma para ser, aunque nos dé miedo, aplicable a todas las partes del planeta. Rellenar lo que está oculto, partir de algo local y convertirlo en general. Con Antichrist, Von Trier se supera. Edén, ese bosque que se convierte en el cuarto personaje de la obra, es la versión desnuda de todos los escenarios de Von Trier, su esencia, su corazón. Edén es Von Trier porque refleja sus miedos y los lleva a un terreno psicológico, psicótico, onírico, no palpable. El bosque de Edén, las taras de Von Trier, había permanecido escondido en otros films y ahora se transparenta, se dilucida en toda su crueldad y crudeza. Además, el bosque se nutre de figuras mitológicas y clichés relacionados con el terror (Von Trier coquetea con los géneros y los altera; gracias a esto, Antichrist es una cinta de terror extraño, más unido a la angustia que a los mecanismos del susto). Solo con Edén, Von Trier puede incluir una película irracional (el viaje de los protagonistas a Edén, un espacio metafórico) dentro de otra racional (la muerte del hijo y el posterior luto). El viaje, más psíquico que físico, no está exempto de referencias religiosas y místicas, metáforas y diálogos que, una vez se sabe la resolución del conjunto, adquieren un valor especial. En un momento, un zorro habla. La escenografía se rebela contra su diseñador.


VON TRIER es "ANTICHRIST"
Antichrist no es tan trágica como parece. Von Trier no inventa nada: ya habíamos visto sexo y violencia explícita en otros títulos. La película es más divertida de lo que parece: es un baile de máscaras, una hipérbole vehemente que le encanta jugar con todo y con todos. Von Trier, antes que cineasta, es un publicista: promociona sus films como nadie, y sus detractores caen en el error de subrayar sus defectos. Von Trier es un egocéntrico de cuidado y quiere que hablen de él, aunque sea para mal. Con esta actitud, las mutilaciones del último tramo tienen un tono malsano, de maltrato festivo, tan sádico como gracioso. Lo feo tiene, al menos en el arte, un componente rompedor, un resquicio de belleza. En esta guerra de golpes, el pene y el clítorix (órganos reproductores, donde nace la vida y el mal que surge de ella) tienen un valor muy importante, también reciclado como chiste verde, cuento para mentes perturbadas. No hay nada más gracioso que saberse Diós y Diablo, el jefe de todo lo visto, el idiota más grande del reino. Las tragedias de Lars Von Trier son también sus comedias. Pura incoherencia: la vida que surge del mal, el no misógino que fabula a partir del maltrato a la mujer, el artista que expone sus miedos en boca y cuerpo de otros (la tarea de Gainsbourg y Dafoe es comparable a la de Jack Nicholson en El resplandor)... Un cine desquiciado para espectadores no menos cuerdos.


VON TRIER es VON TRIER
Con todo lo expuesto, solo queda decir lo que parece una obviedad: Von Trier es Von Trier, único e inimitable, un timador con estilo, un ladrón con gracia, un ilusionista que nos deja ver sus trucos sin que su magia merme en interés. Se considera el mejor realizador del mundo y posiblemente lo sea; he aquí la verdadera comedia, el verdadero terror. Quienes no estén para analizar símbolos, deverán admitir que Antichrist reune una ingente cantidad de fotogramas que ningún cinéfilo, para bien o para mal, olvidará jamás. Solo queda arrodillarse ante el rey: Von Trier, grandilocuente, despreciable y genuino, lo ha vuelto a conseguir. Nos da rabia, pero es un genio.

Nota: 10 / 10

domingo, 30 de agosto de 2009

LA PELÍCULA DE LA DÉCADA XVIII

BABEL, de Alejandro González Iñárritu (29/12/06)
La trilogía de Iñárritu culminaba con este relato a tres bandas. Uno de los mejores guiones de los últimos años conjugado con un ritmo y una fuerza visual nunca vista. Kikuchi, Pitt y Barraza tocan el cielo en este magno fresco de dolor e interculturalidad. Desgarradoramente sublime. 7 nominaciones a los Oscar.



DIES D'AGOST (DÍAS DE AGOSTO), de Marc Recha (19/12/06)
Injustamente olvidada, estas vacaciones son todo un oasis dentro del cine español y catalán. Recha logra un relato inusual, personal, íntimo, tranquilo... todo ambientado por la voz de Françoiz Breut y la fuerza del río Ebro. Dentro de unos años se reivindicará nuestro valor en alza. A descubrir y reivindicar. La pequeña de la lista, pero en el fondo muy, muy grande.


EL LABERINTO DEL FAUNO, de Guillermo del Toro (06/10/06)
Cerró Cannes, dió la campanada en los Oscar y se llevó siete goyas a su casa. Un tanto sobrevalorado, aunque atractivo y popular. Del Toro bipolar, entre la fantasía y la guerra, la inocencia y la crueldad de los adultos. Cuento de fábrica propia y estética irrepetible. Grandes López y Verdú.



GRBAVICA (EL SECRETO DE ESMA), de Jasmina Zbanic (24/11/06)
Oso de oro en Berlín para la película bosnia más importante de la década (con permiso de Kusturica). Sentido y sensibilidad para una cinta dramática, tensa, misteriosa e inolvidable. El secreto del título se desvela y la fuerza de los Balcanes nos golpea. ¿Sigue aún Grbavica en el recuerdo de los bloggeros?


INFILTRADOS (THE DEPARTED), de Martin Scorsese (13/10/06)
Ganó la estatuilla y la Academia zanjó sus feos con Scorsese. No discutiremos si el premio era merecido o no: ser un thriller interesante, ameno y bien interpretado son suficientes virtudes para ser una de las favoritas de la lista. Los votos dictarán sentencia.






RÉQUIEM: EL EXORCISMO DE MICAELA, de Hans-Christian Schmid (15/12/06)
Otra gloria de Berlín, máxima laureada en el Festival de Sitges. Esta es una lista de premios y premiados, y el exorcismo de esta tímida estudiante alemana merece un puesto de honor. Terror, drama y ciencia ficción rodados y tratados con un realismo y humanismo exquisito. Rara avis muy reconfortante. La canción final de Deep Purple cierra el que es un plato más que digno. A disfrutarlo.

SCOOP, de Woody Allen (27/10/06)
Infravalorada comedia, prueba irrefutable de que Allen existe tras Match Point. Magia, psicoanálisis, robos, asesinatos y un guión de hierro para este festival de despropósitos y chistes. Johansson fue la musa de Allen, y este su disparatado mago. ¿Aplauden el truco?







THE QUEEN (LA REINA), de Stephen Frears (10/11/06)
Aunque en su día no la valoré como merecía, The Queen entra por méritos propios en este grupo de infarto. Una Mirren extraterreste y un estilo insólito, mezcla de documental y ficción, coronan esta obra maestra, de corazón clásico y latidos modernistas. Una película de sumo interés que mejora con segundas y terceras revisiones. Ya se sabe: el glamour de la realeza...


TIME, de Kim Ki-Duk (22/12/06)
Barroco y onírica historia sobre el amor, la identidad y las relaciones de parejas. Ki-Duk conseguía su mejor película tras Samaritan Girl y se consagraba como autor único, prolífico, amante de la poesía y las narraciones plagadas de símbolos. La estatua del póster, leitmotiv del conjunto, continúa clavada en nuestro recuerdo. Paranoia de oriente precisa votos: ustedes deciden.



YO SOY LA JUANI, de Bigas Luna (21/10/06)
Echegui, reina choni por excelencia. Chicle, música máquina, cástings, sueños y utopías, familias que zozobran y amores infieles. Placer culpable. Muy entretenida y tierna; poderosa visualmente. Luna tenía las cosas muy clara y, aunque los Goya pasaron de largo, la Juani ibérica cierra lo mejor del 2006. De aquí a Hollywood: ¡tiembla Pe!




He aquí la lista de descartadas: El perfume: Historia de un asesino, Casino Royale, Hijos de los hombres, El diablo viste de Prada, Copying Beethoven, La dalia negra, Llamando a las puertas del cielo, A scanner darkly, Borat, Un buen año, Brick, La felicidad de los Katakuris y Pequeña Miss Sunshine.

Las encuestas que permanecen activas bailan a cada rato sin unos resultados claros. Serán muy importantes los votos de última hora para desestabilizar la balanza, ya que todo apunta que algún título quedará eliminado por solo uno o dos votos de diferencia.

La semana que viene ya podremos hablar de los resultados de la primera encuesta y, además, inauguraremos el año 2007, que empieza con una lista potentísima. Esto no se para...

Mundo Cinefilia se suma a nuestra propuesta. En su página encontrarán enlaces para votar en las encuestas y información puntual sobre el proyecto. Ojalá este hermanamiento sirva para aumentar el seguimiento de la idea, y más cuando cada día nos acercamos irremediablemente a las semifinales.

¿Algún favorito? ¿Algún enfado? ¿Alguna alegría?

Saludos.

viernes, 28 de agosto de 2009

ODA A LAS PELÍCULAS CHORRAS 8: THE END

El verano agoniza y los capítulos a las películas chorras se acaban. La idea solo debía reducirse a un post, pero el éxito de la propuesta ha acabado en toda una colección de entradas. Algunos bloggeros han malinterpretado el tono de estos escritos, siempre en clave de humor y nunca de forma malvada. Se han mezclado películas malas con otras no tan malas, films nefastos con películas entretenidas, nombres actuales y otros de clásicos, comedias con thrillers, dramas con títulos de terror. 'Chorra' no significa malo: es una forma cariñosa de designar aquellas películas que, pese a no ser perfectas, nos enganchan. He aquí las últimas... ¿afortunadas?


12. SIETE DÍAS Y UNA VIDA, de Stephen Derek
El guión de esta película nace de una idea absurda: una maldición de una presentadora de informativos y su vida amorosa. A Jolie le tenemos un aprecio, pero ese pelajo blanco no tiene perdón. No merece ni siete minutos de ninguna vida. Mala, remala, requetemala.


11. EL SOLTERO, de Gary Sinyor
Zellweger, quizás influenciada por los Hermanos Farrelly, siguió con su retahíla de comedias, comedietas y comediotas. Esta es una de las más mediocres que se recuerdan: sin chispa, sin gancho, sin gracia. Para no casarse...


10. FLOWER POWER (COMO UNA REGADERA), de Joel Hershman
Pocos recuerdan este fresco bizarro, un drama carcelario que dista mucho de ser Cadena Perpetua. Clive Owen y Helen Mirren (protagonista de otra chorra: Las chicas del calendario), totalmente desubicados, daban la cara a riesgo de ser caraduras. Para ver y hacer una película así, tal y como reza el título, tiene que estarse como una regadera.


9. MAVERICK, de Richard Donner
Jodie Foster elige con sumo mimo cada uno de sus proyectos. El instinto de la actriz falló con Maverick, una mala copia de un mal western. Un pastiche insulso, como luego sería Wild Wild West.


8. EL BAR COYOTE, de David McNally
Ahora parece algo muy lejano, pero en su momento fue toda una sensación. Objetivamente, Piper Perabo lograba un buena interpretación y el film era bastante entretenido. Unas copitas de vez en cuando no hacen daño... y este bar tiene su que.


7. ABIERTO HASTA EL AMANECER, de Robert Rodríguez
Aunque los fans de Rodríguez puedan herirse, debe reconocerse que el director es un seguidor y creador de chorras en potencia. Spy Kids era chorra, Planet Terror era chorra, El Mexicano era chorra, The Faculty era chorra... y la que nos ocupa, la mejor obra de su filmografía, es la chorra reina. No tiene demasiada enjundia, pero divierte que da gusto. ¿Un bailecito con lady Hayek?


6. LA GUARIDA (THE HAUNTING), de Jan de Bont
Algunos temblaron, otros rieron... Ni técnica ni artísticamente despuntaba, pero tuvo el suficiente gancho para amasar millones y ser un film muy popular. Pese a todo, nos gusta, véase usted a saber por qué. Película de autobuses y tardes cachondas.


5. MÚSICA DEL CORAZÓN, de Wes Craven
¿Craven y Streep? No, no es un gazapo. Este melodrama repleto de tópicos se salvaba como muchos otros gracias a Streep, nominada al Oscar. Entre el alumnado macarra estaba Goloria Esteban... y sí, esto sí que es un gazapo. Música para poco exigentes.


4. ARMAS DE MUJER, de Mike Nichols
Griffith con un pelo en plan Tarzán, Cusack en estado de gracia, Weaver lesionada y malvada, Ford buscando ser el buen actor que nunca ha sido. Oscar a la mejor canción para este cuento de ascenso laboral y picaresca entre féminas. Caramelo y diversión.


3. NOTHING HILL, de Roger Michell
La dama de la comedia norteamericana debía volver para la última lista. No hemos mencionado Novia a la fuga, La sonrisa de Mona Lisa, The Mexican o Algo de que hablar, chorras en potencia. Grant no se queda corto y nos ha ofrecido Amor con preaviso, Un niño grande o Love Actually. Esto es una pareja con gancho y lo demás son tonterías. Nos gusta.


2. CHOCOLAT, de Lasse Hallström
No dejamos la cocina. El mejor menú nos lo trae Binoche, una repostera con mucha mano. Cinco nominaciones al Oscar para una película adorable, dulzona, reconfortante. Depp se ganó el papel de sex symbol, algo que no llegamos a entender. Tras Las normas de la casa de la sidra, Hallström dió casi en el clavo.


1. TOMATES VERDES FRITOS, de Jon Avnet
¡Tachan! Otra chocolatina. Mantener fuera del alcance de los diabéticos: una Kathy Bates deseando adelgazar y una historia (doble) hermosísima. Ante Tomates verdes fritos todos reaccionan igual: no es redonda, pero tiene algo, magia quizás. Y como el cine entra por los ojos y por el paladar, es nuestro último número uno. Dos nominaciones al Oscar y una Marie-Louise Parker que, salvo la magna Weeds, está bastante desaprovechada.

Cerramos el garito cutre. El verano se acaba y nuestro chiringuito echa la llave. Nuestras odas, como las olas, amenazan en volver. No es un adiós, es un hasta luego. ¡BE CHORRA, MY FRIEND!

jueves, 27 de agosto de 2009

CAMBIOS EN EL DIRECTED BY 3


La imaginación es caprichosa. Cinoscar & Rarities, que presentó hace poco sus obras para el Directed by 3 en el blog, al final participará con dos obras: UNDERNEATH y MACDOLLAR.


FROZEN, prometida obra, quedará para el Directed By 4. La decisión ha sido dura de tomar, pero creo que necesaria. Tanto Underneath como Frozen tienen un tono y unas características muy parejas, y ello las dejaría en desventaja a la hora de posibles nominaciones. En un principio Frozen debía ir unida a Underneath y funcionar como segunda parte de esta. Al final se tratarán las dos obras como historias independientes.


La nueva apuesta del blog es MacDollar, con la que se pretende sorprender a todos los participantes y lectores del proyecto. Poco se puede adelantar del relato: transcurre en París, está protagonizado por Matieu Amalric y supone un cambio de registro radical respecto a Riohondo y Triangle. Y subrayo RADICAL: ya verán.


Es tiempo de escritura para muchos, repaso de obras, envío de las mismas y reunión de expectativas. Mucha suerte a todos. Nos vemos el día 10.

miércoles, 26 de agosto de 2009

SURVEILLANCE (VIGILANCIA) 4'5 / 10

Surveillance se alzó en el pasado Festival de Sitges con el premio a la mejor película, algo harto halagador y totalmente inmerecido para un thriller insulso, mero relato que solo puede amenizar las tardes tontas de algún domingo de verano. El segundo proyecto de Jennifer Lynch nos engaña desde los títulos de crédito, prometiendo un terror extremo que nunca llega. Al final, Surveillance es una cinta de diálogos pesados, producto de la ingenua intención de crear una historia de la nada, sin armarla de interés, fuerza y coherencia. El real misterio está en saber qué atributos hacían de Surveillance una película digna de reinar el palmarés, al menos para el jurado del festival. Incomprensible, como incomprensibles y endebles son los personajes y las situaciones del film.



Debe reconocerse, al menos sobre el papel, que Surveillance es un film especial, pequeño en intenciones y medios. Lynch quiere narrar la historia de dos policías que investigan un extraño caso en el que se ven involucrados otro policía un tanto corrupto, una joven drogadicta y una niña de apariencia frágil. Los tres personajes, que al principio parecen extraños pero cuyos destinos son parejos, narran su propia versión de los hechos, algo que el film recoge en formas de tres largos flashbacks, al final unidos en uno y teñidos de rojo sangre. La espera, pese a todo, es eterna y la acción, cuando llega, carece de endamiaje: no nos importan los personajes y, aunque sorprende el giro argumental del final, poco interesan los avatares de unos u otros. Lo mejor de Surveillance está en el terror de toda la vida (los sugerentes minutos iniciales) y algunos momentos de goce gore, de feísmo muy logrado (el camello que muere ahogado en el vómito de su propia cerveza). La forma es buena, pero el qué es tan vacuo que todo naufraga. Que Julia Ormond (actriz con poca suerte) y Bill Pullman (uno de los peores intérpretes de su generación) protagonicen el film es ya una prueba irrefutable de que Surveillance, pese a los logros obtenidos, caerá en el cajón de las mediocridades malogradas. Es corta, pero ni eso es un valor a reivindicar: existen capítulos de Expediente X o Perdidos más potentes, originales y interesantes que esta road-movie intelectualoide. Totalmente prescindible.

martes, 25 de agosto de 2009

EL CINE: COMO, CUANDO Y DONDE

Los vaticinios se cumplieron: Antichrist, pese a su insistente promoción en televisión y páginas web (es número 9 en el ranking de taquilla), no llegó al cine de mi pueblo (ojo: el multicine tiene 11 salas para 22000 habitantes, más los turistas que visitan la Costa Dorada y las tierras del Ebro). Al fan de pro, consciente de formar parte de una minoría, le quedan pocas opciones: ver la cinta por Internet (de peor calidad, en otro idioma, con unos subtítulos pésimos), esperar a que la cinta termine su carrera comercial y llegue a los cines pequeños (un milagro poco habitual), viajar a la ciudad más cercana donde la proyecten (sin carnet de conducir, el tour, entrada incluída, no bajaría de los 20 euros) o directamente morderse las uñas hasta la salida del dvd (con suerte, en navidades). Paralelamente, un canal de pago de los que no puedo gozar empezaba a emitir la segunda temporada de Mad Men, serie reputadísima. Para sorpresa de los programadores, el estreno de la serie no interesó a nadie. La respuesta está clara: quienes quisieron ver Mad Men la vieron por otros medios, seguramente en inglés y, sobre todo, más pronto. Cuando la serie aterrice en Cuatro, la jugada volverá a repetirse. De la misma forma, cuando se estrene Antichrist en mi pueblo (si se llega a estrenar, cosa que dudo), el film ya no interesará a nadie...

En épocas de crisis, los cines están intentando reivindicar sus virtudes por encima de la televisión o el ordenador. La estrategia del 3D lo demuestra; con ella, los cines nos ofrecen una experiencia única e irrepetible. Las formas del 3D son una posibilidad y pronto se convertirán en una obligación, y, con la restricción, el mecanismo demostrará su cara mercantilista, placebo para la crisis, medida antiartística. El 3D es un espejismo sin futuro porque la única forma de ofrecer una experiencia singular al público es venderle el mejor producto (aquí un film) antes que nadie. No vale con estrenar Antichrist, sino proyectarla al mismo tiempo que su presentación en Cannes o en sintonía con los demás países del planeta. Fíjense: de esta forma ningún cartel nos recordaría que Charlotte Gainsbourg ganó la Palma de Oro porque ya lo sabríamos y la curiosidad y expectación podrían saciarse de inmediato. ¿Por qué es noticia que Avatar se estrene 'a nivel mundial'? Porque el concepto implica novedad, y la audiencia, que vive y consume de forma acelerada, más preocupada por la cantidad que por la calidad, siempre abraza lo nuevo. Esta es la verdadera fórmula del éxito aunque, por desgracia, solo se aplica a las grandes superproducciones. Todo esto, además, aumentaría la guerra entre las taquillas y las productoras, porque cada semana habría historias inéditas que comprar y vender, que proyectar y disfrutar (a nivel de cifras, la campaña de un film basaría su estrategia en base a las posibilidades de taquilla durante su primera semana de estreno, virgen de críticas y piratas). El dinero manda, incluso antes de que el espectador embolse el precio de su entrada.

Los posibilidades que ofrece internet no son una amenaza y refuerzan la teoría. La gente compra los packs de sus series favoritas (más incluso que los dvd's de películas), seguramente sin haberlas seguido vía televisión. Existe una animadversión hacia la compra de cd's (con los I-pods y otros aparatejos, el formato cd ya es casi incómodo), pero el fan nunca rechista cuando paga una considerable cantidad por asistir al concierto de su ídolo. De igual forma, los teatros siguen llenos, algo que no ocurre con los cines. Está claro que la sociedad del S.XXI quiere gastar y gasta, paga la comodidad por comodidad, prefiere el servicio directo y el trato personalizado. Tener a un actor o a un cantante en vivo, a escasos metros de uno, es un lujazo que vale oro; en el cine, si se agilizara y organizara el flujo de estrenos a nivel mundial, podría ocurrir lo mismo. Y atención: que todo el mundo pueda ofrecer una película al mismo tiempo implicaría adelantarse a las webs de descargas y visionados on-line (no erradicarlas: la libertad de la red es inexpugnable e imposible de acotar). Si, como nos han prometido, la sexta y última temporada de Perdidos se emite al mismo tiempo en todo el mundo, el espectador abandonaría el Emule y volvería a su medio natural: la pequeña pantalla, la caja que puede ser tonta pero que no lo es. Si Perdidos se emite los jueves en los Estados Unidos, Cuatro podría emitir la serie en viernes (incluso en un día entre semana): de esta forma, el tiempo y el esfuerzo que supone traducir y bajarse un capítulo no compensaría. La tesis es redonda, pero algunos espectadores no estarían dispuestos a aceptarla porque, aunque a muchos les duela reconocerlo, el mecanismo más rápido para distribuir un film al unísono es mediante la versión original subtitulada (la opción que se implanta en los Estados Unidos), y no el doblaje (ello implicaría ahorrar dinero, un punto a favor; y perder un gran número de espectadores, un punto en contra).

La cuestión que aquí se defiende es bastante compleja y precisa de muchos organismos y cuantiosas inversiones. Mientras no abramos los ojos, continuaremos descargando películas porque, a parte de barato, nos permite acceder a una oferta mayor (la única solución si se quiere ver, por ejemplo, I'm not there, Martyrs o Tokyo!, por citar títulos de importancia e inéditos en España). Descargar, por lo tanto, dejaría de ser un 'delito' (para muchos es una necesidad: la cinefilia no conoce leyes ni límites) y volvería a ser 'una posibilidad'. De momento, servidor sigue esperando para ver Antichrist, Mad Men, Perdidos y otras cosas que quiere ver, pero que no puede. ¿Querer no es poder? En el mundo capitalista, no. Amamos el cine, pero no de cualquier forma ni a cualquier precio. Antes que espectadores somos ciudadanos, y los franceses no tienen por qué ver Antichrist antes o después que nosotros (otro tema es si la película en cuestión es francesa o española: esto es harina de otro costal y el cine se nutre de excepciones y rarezas). Acatamos el sistema, callamos... pero no somos tontos.

lunes, 24 de agosto de 2009

UN CUMPLEAÑOS MUY ESPECIAL


Hoy hace un año de muchas cosas. El primer post de Cinoscar & Rarities, torpe, ingenuo y sin fotos, se centraba en las primeras apuestas para los Oscar '09. Los premios ya se dieron, el tiempo ha pasado y el blog celebra su primer año de vida. 365 días, 310 posts, 67 seguidores y muchas ideas por escribir.

Muchas gracias a todos los que se han acercado al blog, han comentado sus artículos y han participado de sus pequeñas chifladuras. El blog espera tener cuerda para rato, y también desea que cada uno de vosotros, desde los ordenadores de medio planeta, sigan apoyando el espacio.

Repasando este año de cine, Cinoscar & Rarities se enorgullece de haber presenciado y comentado obras maestras como Doubt, Los abrazos rotos, Ponyo en el acantilado, Un cuento de navidad, Camino, Las horas del verano y otras tantas, además de las que vendrán. Soplen, por lo tanto, estas velas simbólicas. Hay cine, oscars y rarezas para rato.

¡MUCHAS GRACIAS A TODOS!



domingo, 23 de agosto de 2009

LA PELÍCULA DE LA DÉCADA XVII

DESAYUNO EN PLUTÓN, de Neil Jordan (25/08/06)
Película infravalorada con un genial Cillian Murphy y una banda sonora contagiosa. El viaje existencial de un transexual es contado con un ritmo vivo, un guión divertido y unos colores chillones. Reirán, llorarán y, sobre todo, disfrutarán. Obra de culto.





EL VIENTO QUE AGITA LA CEBADA, de Ken Loach (15/09/06)
Casualidades de la vida, volvemos a encontrarnos con Murphy, en esta ocasión con la Palma de oro de Ken Loach. Cannes abrazó el film y, aunque no mereciese quedar por encima de Babel, Volver, Red Road o María Antonieta, es la película más interesante de la década del director británico. Historia, política, buen cine y un título de aliento lírico. Loable.

JUNEBUG, de Phil Morrison (07/07/06)
Algunos podrán pensar que esta lista es inferior a la anterior... pero, verdaderamente, hay muchos títulos a reivindicar del 2006. Junebug es uno de ellos, no solo porque Amy Adams mereciese más el Oscar que Rachel Weisz, sino porque la película es una de las crónicas familiares y de las críticas a la sociedad norteamericana más impactantes y entretenidas de los últimos tiempos. Un amor de personaje en una película igual de atractiva. Véanla: acabará siendo una de vuestras cintas favoritas.

HOSTEL, de Eli Roth (24/03)
El terror aparece en la lista con Hostel, uno de los títulos más escalofriantes de la década. Hostel reinventaba los esquemas del género y se asentaba sobre una narrativa bipolar: la descripción de unos turistas yankis en clave de comedia y la crítica a las vanalidades de los mismos en forma de pesadilla carnicera. Entretenimiento, cerebro y sangre, mucha sangre. Bendita casquería.



LA JOVEN DEL AGUA, de M. Night Shyamalan (25/08/06)
Shyamalan estuvo nominado al Razzie y se ganó la incomprensión de todos. Es una película difícil, entre lo genial y lo absurdo, pero merece estar en la lista. La historia más bizarra del director de El bosque quedará para futuras revisiones y nuevos espectadores, esperemos que con menos prejuicios. Mejora con el recuerdo.

LAS COLINAS TIENEN OJOS, de Alexandre Aja (30/06/06)
No abandonamos el terror porque Aja, alumno elevado a la categoría de maestro, entra en escena. Su nueva versión de Las colinas tienen ojos supera holgadamente la película original y propone una de las cintas más tensas y subversivas que se recuerdan. Una obra maestra como la copa de un pino. No compren palomitas: la mejor forma para evitar vómitos.

MADEINUSA, de Claudia Llosa (31/03/06)
El estilo de Llosa es, con solo dos títulos, uno de los más interesantes del nuevo cine hispanohablante. En esta ocasión, un hombre viaja de Lima hasta un pueblecito perdido, anclado en tradiciones y ritos ancestrales. Imposible olvidar el rostro de Magaly Solier y su plano final, inocente a la par que diabólico. Un cuento con sorpresa, un regalo con veneno.
PALÍNDROMOS, de Todd Solondz (29/09/06)
Solondz desplegaba su circo y paranoia en Palíndromos, un título in extremis de naturaleza polémica. La road movie de Aviva es una comedia surrealista, un drama aterrador y un thriller repleto de seres bizarros, hipérboles de la actual Norteamérica. Infantil, esquizoide y muy personal. Una película especial para espectadores especiales.

SALVADOR PUIG ANTICH, de Manuel Huerga (15/09/06)
Al más puro estilo Sophie Scholl o El hundimiento, Huerga recordaba la vida y muerte de Puig Antich, último muerto por garrote vil de nuestra dictadura, en un thriller oscuro, bien rodado, mejor interpretado y escrito con pulso. Fue la pequeña de su año en los Goya (competía con Volver, Alatriste y El laberinto del fauno), pero merece resurgir como la gran película que es. Cannes la aplaudió: ¿se repetirá el éxito en las votaciones?

VOLVER, de Pedro Almodóvar (17/03/06)
Y con Volver hemos topado. Poco más que añadir: es una obra maestra redonda y rotunda, trágica y divertida, humana y surrealista. Todas sus actrices tocan el cielo, mención especial para una Penélope que nunca volverá a estar tan guapa. Es la más conocida de la lista y tiene todos los puntos para ser la más votada. Almodóvar siempre levanta ampollas, pero Volver parece un caso especial. Quizás, la mejor película española de la década. Toma ya.

Entre los títulos descartados figuran nombres ilustres que, de seguro, tienen muchos fans entre la comunidad bloggera. Realmente creo haber elegido los diez mejores títulos y las víctimas son muchas: De latir mi corazón se ha parado, La huella del silencio, Hard Candy, Stesti, La noche de los girasoles, El arco, En tierra de hombres, Remake, Plan oculto, V de Vendetta, Camino a Guantánamo, Honor de caballería, Grizzly man, United 93, Alatriste, Nueve Vidas y World Trade Center (de estas cuatro últimas, directamente, confieso ser un detractor acérrimo). La película de la década concede aquí una oportunidad para que el terror y el cine de género estén presentes en futuras rondas. Las elegidas son películas menos comerciales y semidesconocidas entre los no cinéfilos. Sirva su mención para rescatar joyitas ocultas.

Los resultados de la anterior encuesta están muy reñidos. A día de hoy, 6 películas se disputan pasar a la semifinal y no hay ningún claro favorito. La encuesta estará activa dos semanas más para resolver el embrollo. Ya se pueden llegar a algunas conclusiones, pero nada es definitivo. Voten, porque las cosas pueden cambiar en cuestión de horas.

Casi a lo tonto ya hemos tratado gran parte del buen cine del 2006. La siguiente lista tendrá de todo: films más conocidos, muchos títulos de Oscar y algún descarte (esperemos que nada grave). Les animo a votar en las dos encuestas y a seguir mandando vuestras notas al Cineranking.

¿Alguna favorita entre las 10 elegidas? ¿Algún título a reivindicar? ¿Alguna cinta que no conocían? La semana que viene, más.