La cinefilia no conoce límites y supera, en interés y actividad, las artimañas de las grandes productoras. Los mandamases de turno nos negaron la oportunidad de ver Reyes y reina en la gran pantalla, pero su reciente edición en dvd nos da una oportunidad de lujo para recuperar esta joya del último cine francés. A pesar de la proximidad geográfica y las similitudes culturales, una producción como Reyes y reina sería imposible en nuestro país porque ningún director español atesora la densidad y el estilo de Arnaud Depleschin. El cine de Depleschin se construye a modo de collage, aunando la lógica con lo imposible, la narración ordenada con digresiones temporales, la voz omnisciente y el narrador testimonio, la dulcura y la locura de unos personajes tan complejos que acaban por resultar excesivos, inquietantes, inabarcables. Depleschin deslumbra y satura con su particular discurso, complejo edificio repleto de rabia y mucho oficio. Y ante tal amalgama de temas y tonos, la filmografía de Depleschin aparece coherente, única. Un clásico moderno, aunque tenga que lidiar con la ceguera de las distribuidoras
Nora ha tenido tres amores a lo largo de sus treinta y tres años de vida y caos. Está a punto de casarse, pero su mundo se tambalea cuando su padre fallece. La rutina de Nora la está llevando a un extraño abismo en el que Ismael, su ex amante, tendrá un papel decisivo. Hay, pese a todo, un pero importante: Ismael está ingresado en una institución psiquiátrica y, como indican sus excentricidades y verborrea, no parece demasiado preparado para afrontar la custodia y cuidado del niño de Nora. Estas son las piezas más importantes de un puzzle alambicado, de resumen imposible, que el espectador recibirá entre lágrimas y risas. Siempre vivaz e imprevisible, Depleschin nos lleva hasta su guarida y no nos da tiempo para pensar y digerir la historia (tampoco para cuestionarla o sopesar sus posibles fallos). Reyes y reina es un disfrute de dos horas y media, una duración que, por increible que parezca, sabe a poco. Desplechin es un mago porque hipnotiza; también es un funambulista que juega con los géneros cinematográficos y que utiliza a sus personajes (mención especial para Mathieu Amalric) como bufones, como símbolos de un mundo complejo y tarado. Un milagro en equilibrio.
El visionado de Reyes y reina, otra vez por culpa de la industria, irá irremediablemente unido al de Un cuento de navidad, la enésima pieza (igual de colosal) de Depleschin. Al unirlas, Depleschin se impone como un analista de las relaciones familiares, un seguidor de la psicología (con sus doctores y pacientes) y un morboso que fabula sobre la muerte y sus consecuencias. Tantos matices merecen dos, tres, infinitos visionados. Adquieran el dvd sin dudarlo: será el dinero mejor invertido en años. Un autor y una película para la historia.
4 comentarios:
´Xavi..una preguntilla..con lo de la película de la década..en la semnifinal cunatas kedan elminadas y kuantas seleccionadas...y mucha suerte en el directed by..saludos y buen finde!!!
Esta peli la desconocía hasta el día de hoy. Tendré que ponerle remedio.
Saludos
Como tu blog es de cine he pensado que a lo mejor conocerías a algún productor que quisiera comprarme los derechos de mis memorias. Me conformo con 1.000.000 de euros.
Más o menos. Podemos habalr de tu comisión.
Muy buena peli, si!!! No sé si taaaaannnto como vos decís, pero si es muy buena. Una mención para aquellas distribuidoras de dvds, que invierten en estas pelis que de otra manera no podriamos conseguir (yo la alquilé, venia en esas cajitas que son de carton, especial para el cine independiente, o cero comercial, ja, y te puedo asegurar que ese estante del videoclubs tiene joyas!!!!)
Saludos!!!
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