TAMBIÉN LA LLUVIA (ESPAÑA)
También la lluvia, la nueva película de la realizadora Icíar Bollaín, nos representará en los próximos Oscar. La película ha gustado mucho a los académicos, llegando incluso a desbancar al fenómeno (que no a la fenomenal) Celda 211. Nadie confiaba en esta victoria; de hecho, en una encuesta realizada en este blog, un 63% apostaban por el film de Monzón, y También la lluvia se quedaba con el 33% de los apoyos. La cuestión es que los norteamericanos tendrán la oportunidad de conocer la obra de una de nuestras artistas más importantes. También la lluvia, que no se estrenará hasta el 7 de enero, es ya la película que todos queremos ver, y eso sin que la productora de turno haya tenido que efectuar algún gasto o estrategia para conseguir popularidad. Cine histórico que es también cine social. Sea mejor o peor, es la opción más sensata y tendrá más posibilidades que Celda 211 y Lope. El cine español siempre inicia el año con malas cifras en taquilla. Pero atención: si Balada Triste de Trompeta sabe ganarse a la audiencia a finales de diciembre y También la lluvia se impone en enero, con el añadido de que las dos pueden ser las más beneficiadas por las nominaciones al Goya de finales de año (este año parece que la temporada 'goyesca', a efectos de estrenos, se atrasará, con el añadido de una posible rivalidad entre los films del presidente y la vicepresidenta de la Academia), la cuota de pantalla del cine patrio podría mejorar considerablemente. Se me ocurre que el título 'También la lluvia' es, irónicamente, un grito, una reivindicación. El cine español buscará su espacio en la terna de las elegidas por el Oscar. Ojalá Icíar Bollaín, en calidad de primera realizadora española con opciones a Oscar, y el equipo de su película tengan mucha suerte. Recuerden: a partir de ahora 'Also the Rain'.
BIUTIFUL (MÉXICO)
La elección de México, en cambio, no puede alegrar a nadie. Biutiful, rodada en Barcelona, con actores y un equipo español, representa al país de su director, una injusticia que vuelve a recordar la hazaña (perdón, la injuria) de El laberinto del fauno. También la lluvia se rodó en Bolivia, pero el dato diferenciador es que todos los implicados en el proyecto son españoles. Dicen que España es una tramposa por elegir una película que aún no se ha estrenado (salvo su proyección técnica en un cine de Salamanca, que debería desde hoy tener vendidas todas las entradas de cada sesión), pero México ha elegido una película que no se estrenará comercialmente en suelo mexicano hasta el 22 de octubre. No vale la nacionalidad del director. ¿Nadie se acuerda que Buñuel ganó el Oscar por El discreto encanto de la burguesía... representando a Francia? Y sin ir más lejos: ¿si la nacionalidad del realizador lo basa todo, no creen que Lope, dirigida por Andrucha Waddington, hubiera sido una de las precandidatas de Portugal y no de España? Con Biutiful ocurre lo mismo: puestos a dividir en porcentajes la participación de uno u otro país en la película, el nuevo proyecto de Iñárritu debería considerarse tan española como También la lluvia. Puede parecer una tontería calcular la 'más' o 'menos' nacionalidad de una película, pero resumir el criterio apelando a la procedencia del máximo responsable es un despropósito. Como si una película sólo fuera fruto del esfuerzo del director. El problema es que el enfado es más una rabieta que un verdadero cabreo porque Javier Bardem puede conseguir la nominación y porque Iñárritu y su película despiertan mucho interés dentro y fuera de España. Menuda ironía: nuestra representante tiene en su reparto al mexicano Gael García Bernal, y la opción mexicana cuenta con el ibérico Javier Bardem. Nos damos la mano como buenos amigos. Pero puestos a elegir una, que consiga la nominación También la lluvia. España debería ser más chovinista, ¿no creen?