'Márketing' es un anglicismo. La duda es inmediata: ¿castellanizamos el término mediante el acento y la supresión de la desinencia inglesa '-g' o utilizamos la cláusula inglesa? La Academia contempla 'mercadotecnia', término que nadie conoce ni utiliza. Cuestiones lingüísticas a parte, parece que sí hemos adoptado la semántica del vocablo. Sabemos muy bien qué es, en qué consiste y qué formas puede adoptar una campaña de márketing. La publicidad nos acucia, ya sea en la calle o en nuestras casas. Nadie se escapa. Y como el márketing despliega toda su fuerza a modo de dictadura, nadie (o casi nadie) ha perdido detalle del estreno de Agora. Los autores de la machacona propaganda han vuelto a salirse con la suya. Diarios, televisiones y radios han comentado el estreno de la última película de Amenábar, siempre bajo el rinbombante subtítulo de 'la película más cara del cine español'. No vivíamos un caso similar desde El orfanato, éxito cocinado a fuego lento con artes muy parecidas a las que ahora nos invaden. El público erudito y el público menos cinéfilo, el público pequeño y el más anciano... nadie ha perdido nota, ya sea vía El hormiguero, Informe Semanal, Buenafuente o Telediarios o demás formatos, del argumento y características de Agora. Unos días después de su estreno, somos conscientes de que el film es ya un fenómeno de masas, básicamente porque los mandamases de turno así lo han querido. Incluso el márketing hace distinciones. Apreciamos la película de Amenábar, pero denostamos el márketing excesivo. ¿Dónde queda el boca a oreja, las formas de promoción más discretas, las noticias que destaquen sus pases en Cannes o Toronto? El público se devalúa, sus hábitos de consumo también; lo mismo ocurre con las campañas publicitarias, más sanguinarias, más explícitas, más molestas aunque efectivas. Nada que ver con la austeridad del Imperio Romano.
El márketing es desigual. Existen películas sin promoción ni recursos que sobreviven en míseras salas de las grandes capitales. Está claro que el público quiere el cine comercial, y que, como resultado, los medios miman este tipo de películas. Pero existe otra posibilidad más peligrosa, quizás más esperanzadora: la existencia de espectadores que ven Los sustitutos porque no tienen referencias de, por ejemplo, Still Walking o Un cuento de navidad. No nos engañemos: defender el cine 'diferente' (por oposición a otros films: el lenguaje vuelve con sus caprichos) no es un atrevimiento porque gusta a mucha gente y porque muchos espectadores disfrutarían de tales películas si se acercasen a ellas, si rompieran con las cadenas del márketing. Defender la opción 'b' no debe ser una forma barata de bohemia o inconformismo, sino una forma de compromiso, como espectador y cinéfilo, con el cine que creemos bueno (o 'mejor', aunque suene pedante: otra vez el léxico). La moraleja es evidente: no compren la camiseta de marca si no quieren, no coman lo que les anuncian si no quieren... y, como no, no vean las películas que todo el mundo conoce si no quieren. Luchen contra el márketing: aunque no salgan ganando, el combate, una cuestión de resistencia, convicción y fidelidad (no de fuerza), vale la pena.
P.D.: Agora ha conseguido 5'3 millones de euros en sus primeros tres días en los cines. En algún punto de esta España tan grande, un publicista abre una botella de champán...
10 comentarios:
...y son 53 millones más de los que merece semejante truño envuelto en peplum barato.
Buen comentario, sí señor. Aunque en mi opinión la gracia reside en saber disfrutar de opción a y b por igual...
¿? Esto es muy relativo a la opinión. Yo soy de los que piensan que lo "comercial" o marketinero no hace al producto final. No sé en qué molesta la ganancia de una película si lo que importa es la recepción. Los box office no dicen nada... podés recaudar $100 mil la primer semana pero si de todo ese publico que te fue a ver un 80% dice que es mala no te sirve de nada.
A parte siempre digo que eso de "comercial, no comercial" es una excusa para malinterpretar las películas. No lo digo por tu excelente artículo Xavi, esto es algo que en la música lo padecemos mucho los que vivimos de eso. "Si es comercial es malo" ¿¿Y, quien lo dice??...
Repito, no me refiero a TU ARTÍCULO EN PARTICULAR, sino a un pensamiento que traigo desde siempre. ¿Qué hace que un espectador que disfruta de (por ejemplo) "The white ribbon" se crea por encima de uno que disfruta viendo "Tropic Thunder"? Es un tonto prejuicio... muy tonto y hueco por cierto.
Piendo como Capitán Spaulding, "la gracia reside en saber disfrutar de opción a y b por igual..."
EL CINE ES ARTE, no categoricemos ni academicemos, ese sería mi mensaje. Sino caemos en la típica división de clases y masas en donde la discriminación y los prejuicios invaden algo tan simple como el goce de una obra que costó principalmente esfuerzo y dedicación, no sólamente dinero, como muchos lo quieren resaltar.
El Indio Solari -- un músico argentino respetadísimo en el ambiente del rock -- dijo sabiamente una vez: " la música en general es comercial, no hay que hacer distinciones estúpidas. Si vende, es comercial. Cuando tu producto no esté en el mercado, ahí no es comercial, de lo contrario, es en vano caratular a los otros despectivamente diciendo 'tu música es comercial, no me va' ".
Lo mismo es aplicable al cine y cualquier arte.
Es mi humilde opinión (junto con la de Solari jeje).
Saludos Xavi! Te espero comentando en mi blog ;)
PM
Es sencillo, si la película ha costado 50 millones, es normal que se invierta una cantidad proporcional en marketing, y más cuando la temática de la película, "la vida de una filósofa-astrónoma", no es de por sí nada atractiva al gran público.
Además esta película sólo vive de la gente que la vea, al no tener mechardansing como otras, sería gracioso ver la barbie Hipatia ;)
Xavi te quiero pedir un favor!! Explicame en mi blog lo del CINERANKING!! POR FAVOR! yo quiero participar, pero no entiendo de qué va.
Un abrazo! Era para hacerte acordar eso nomas jejeje... saludos!
PM
En parte estoy contento...porke el cine español esté con grandes índices de audiencia...pero estoy en contra de ke se haga marketing a a favor de pelis mediocres, sobre todo americanas y cargadas de millones...deberíamos animar a la gente a ver esas pequeñas grandes hsitorias...ke hacen de la vida cotidiana algo especial...excelente reflexión..saludos
Yo Xavier, estoy de acuerdo con vos. Y eso que en este caso, yo espero a Agora con todas las ganas, pero porque adoro a Amenabar!!!! Lo cierto es que, no esta mal que tenga promoción, lo malo es porque otras películas no la tienen, y quién decide cuál si o cuál no. Convengamos que la industria debe tener su estudio de mercado para saber a cuál darle más vuelo, pero también convengamos que en muchos casos, la gente va a ver aquello que le promocionan en las narices, esa sería una buena forma de que vean otro cine. Pero... no solo de que lo vean, tambien de que lo disfruten. Empezar a desentendernos de lo que acostumbramos, o nos acostumbraron. Se puede aprender a ver otro tipo de cine, no sé si mejor o peor, pero para saberlo, hay que verlo, compararlo, y elegir. Un día nos encantará una superproducción, y bienvenido por ello, pero otro día nos encantará una peli que gracias a que la idea de cine cambie, podamos ver, y tambien: bienvenido!!! Hay tanta peli por ahi, que ni sabemos!!!! Eso hablaba el otro día con Max de Cine Astoria, en relación a un festival de cine. Tiene que haber publicidad, pero más pareja. Y no tenemos que dejar de recomendar, que el boca a oreja, es una gran publicidad!!!! Todos los bloggeros cinefilos lo sabemos!!!
Saludos!!!
DINERO DINERO DINERO, lamentablemente uno de los principales propósitos del CINE es el DINERO. Las grandes campañas y muchas veces BATALLAS publicitarias con la única vía para forrar de dinero los bolsillos de los productores. Analizando todo el ambiente publicitario en el campo cinematográfico, he deducido durante largos años una norma o dogma que sigo con mucha claridad: “Mientras mas grande sea la campaña publicitaria de una película, menos me gustara.”, suena descabellado, pero me ha funcionado durante mucho tiempo. Saludos Xavier, excelente análisis como siempre.
xavi, estoy de acuerdo en muchas cosas del artículo. a mi no me sorprende vivir en este mundo tan maketingizado. a mi lo que me fastidia es que el director tesis i abre los ojos, haya abandonado su mejor cine (ese cine de autor que le caracterizaba) para convertirse en una herramienta más de ese cine comercial. me da vómito y me quita las ganas de ir la película, pero no habrá más remedio que verla,
Saludos,
David
DAvid Gil, creo que debes ver la película porque es de autor, aunque valga 50 millones de euros y haya recurrido al marketing, es de autor.
Una película sobre una filósofa astrónoma griega no es cine comercial.
Por ejemplo, banderas de nuestros padres costó una barbaridad, y no es comercial, es una película muy personal.
Gran post, tienes toda la razón.
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