lunes, 2 de julio de 2018

CRÍTICA | MUJERES DE EL CAIRO, de Yousry Nasrallah


MUJERES DE EL CAIRO (EHKY YA SCHEHERAZADE)
Egipto, 2009. Dirección: Yousry Nasrallah Guión: Wahid Hamid Música: Tamer Karawan Fotografía: Samir Bahzan  Reparto: Mona Zakki, Mahmoud Hemeida, Hassan El Raddad, Sawsan Badr, Rihab El Gamal, Nesrine Amin, Nahed El Sebai, Mohamed Ramadan, Sanaa Akroud, Hussein El Imam Género: Drama Duración: 135 min. Tráiler: Link Fecha de estreno en España: 02/07/2010.
¿De qué va?: Una mujer periodista inicia un programa de televisión dedicado a denunciar el maltrato a la mujer en Egipto. El programa llama la atención de compañeras de profesión, civiles y dirigentes. Entre el éxito y la polémica, las retransmisiones tienen un impacto inusitado que cambiará la vida de su presentadora.



Hebba es la exitosa presentadora de un “Talk Show” que cubre temas políticos. Está casada con Karim, quien tiene la aspiración de convertirse en el editor jefe de un periódico gubernamental. La profesión que ella ejerce podría ser un obstáculo para que Karim logre su objetivo, por ello la convence de abandonar este estilo contestatario para centrarse en temas supuestamente más light, alejados de cualquier contexto político, decidiendo abordar temas de la mujer, sus romances y/o sus pasiones. Pero como a lo largo de la película se irá mostrando, “Todo es política” y tiene su relevancia. De referencia directa con Las Mil y una noche, Mujeres de El Cairo (Ehky ya Scheherazade) encuentra aquí a una Scheherazade moderna, que cada noche contará la historia de mujeres que le hicieron frente a la subyugación femenina en Egipto, un país mayoritariamente islámico. Un tema tan actual como antiguo, de arraigo cultural e indiferencia, tocado muchas veces por el cine, pero el audaz guion de Wahid Hamid crea personajes que no dejan indiferente más allá de lo controversial de sus actos. El director Yousry Nasrallah logra trasmitir esa autodeterminación en cada una de estas “heroínas” que hacen frente a su situación, haciéndose cargo de las consecuencias de las mismas. Un punto fuerte de la cinta es el engranaje idóneo del reparto, que logra salir bien parado incluso de algunas situaciones que creo se sienten algo exageradas, pues el filme tiene algo del melodrama telenovelesco, pero la fluidez con la que se presenta este drama deja un mensaje  que no pierde fuerza a lo largo de la trama, ya que nunca deja de ser claro y fuerte, creando cuestionamiento en el espectador. Ese mismo cuestionamiento que Hebba siente al oír las historias, y quien en un principio se sentía alejada de esos dilemas, poco a poco se da cuenta que ella está sumida en el problema, que no discrimina clases sociales. Y lo que parecía un programa alejado del ambiente político termina siendo un grito contra los gobernantes, la corrupción, a la mentalidad misma de hombres y mujeres, de una sociedad silenciada, bajo costumbres, leyes y preceptos morales. La virginidad, el sexo, el matrimonio, el deseo entre otros, pasan a ser temas políticos, donde todos se ven afectados.

Crítica escrita por Pedro Arteaga


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