lunes, 16 de julio de 2018

CRÍTICA | EL EMPLEO DEL TIEMPO, de Laurent Cantet


EL EMPLEO DEL TIEMPO
Francia, 2001. Dirección: Laurent Cantet Guión: Robin Campillo y Laurent Cantet Música: Jocelyn Pook Fotografía: Pierre Milon Reparto: Aurélien Recoing,  Karin Viard,  Serge Livrozet,  Jean-Pierre Mangeot, Monique Mangeot,  Nicolas Kalsch,  Marie Cantet,  Félix Cantet,  Olivier Lejoubioux, Maxime Sassier,  Elisabeth Joinet,  Nigel Palmer,  Christophe Charles,  Didier Perez, Philippe Jouannet,  Pauline de Laubie Género: Drama Duración: 133 min. Tráiler: Link Fecha de estreno en España: 21/06/2002.
¿De qué va?: Basada en hechos reales. Al perder su trabajo, un padre de familia hace creer a sus más allegados que ostenta un cargo en la ONU que le obliga a viajar constantemente al extranjero. El hombre vaga errático por la calle mientras su mentira está a punto de descubrirse.



Laurent Cantet, uno de los directores de la actualidad más comprometidos con temas sociales, nos ofrece en su tercer largometraje una de las visiones más crudas de la desconfianza del ser humano hacia sus más cercanos. El protagonista piensa que su entorno podría recriminarle una situación de la que no es responsable. Pero esa ocultación es difícil de mantener y el protagonista se tiene que inventar una rutina ficticia, y para ello tiene que salir de Francia para buscar en Suiza un puesto de trabajo perdido. El texto escrito por el director, junto a su más estrecho colaborador, el guionista y director Robin Campillo, conocido en la actualidad por 120 pulsaciones por minuto (2017) y con el que ha coescrito la mitad de sus proyectos incluyendo la Palma de oro  La clase (2008) y su, hasta la fecha, último trabajo El taller de escritura (2017), es un prodigio narrativo, y sin necesidad de grandes giros logra explicar bien la desolación y soledad del ser humano. Vincent, el personaje central, está interpretado de manera excelente por Aurélien Recoing, que realiza la interpretación de su carrera, haciendo una recreación contenida y que consigue impactar a los espectadores. Karin Viard es su compañera de reparto en el rol de Muriel, la mujer del protagonista, una actriz que en la actualidad es una habitual de las producciones francesas, sobre todo en comedias, y que aquí nos regala un papel dramático intenso, que demuestra su versatilidad en diferentes roles. Una película que no es sencilla para el público medio porque, a diferencia de las películas francesas actuales que abordan temas sociales, decide arriesgar a la hora de mostrar la historia alejándose de una visión poco creíble aunque para ello tenga que recurrir a elementos que no son muy del gusto del público del siglo XXI.

Crítica escrita por Guillermo Navarro


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