Aída es la serie española más exitosa, la reina indiscutible del prime-time de los domingos. El fin de semana se acaba con Aída y su troupe, la forma más eficaz de olvidar la rutina. Porque Aída es evasión, un chiste a lo grande, un producto simple, teatral, eficaz y exagerado, derroche de vulgaridades y juegos de palabras que divierten. Aída engancha, atrae a los públicos más recatados y divierte al vulgo. La serie destapa las bajezas, miserias y risas de un barrio de extraradio, todo contado de forma directa, con escenografía y diálogos que resucitan la estética teatral de la televisión de antaño. La vieja fórmula funciona y Aída lo demuestra. Aunque lleno de peros, la propuesta sigue en pie tras muchas temporadas y ha conseguido el aura de pequeño clásico. No se sonrojen ni imprequen al cronista: Aída, pese a todo, merece un análisis.
Curiosa concepción: Aída nació como spin-off de la serie 7 vidas, un clásico de la televisión de los noventa que cerró las puertas cuando más seguidores tenía (a ella le debemos actores como Javier Cámara, Paz Vega o Blanca Portillo). La nueva propuesta vino a seguir la estética y narrativa de la anterior, esta vez centrándose en el personaje de Aída. La condición humilde del personaje, por no decir barriobajero, posibilitó otro ambiente, nuevo atrezzo y una colección de secundarios que, temporadas después, se han comido al personaje central. Ya no tiene sentido que la serie sigo llamándose Aída porque no es difícil imaginarse un spin-off del spin-off, una propuesta de patrones y guiones similares protagonizada por Fidel, Colmenero, Lorena o Luisma. He aquí la gran virtud de la serie: ser capaz de inventar más situaciones y personajes sin traicionar la esencia de la ficción. La nueva incorporación, una pletórica Miren Ibarguren interpretando la hermana pequeña de Aída (obviaremos su paso por Escenas de matrimonio: la vergüenza tiene un límite), ha sido un gran acierto y parece que la serie no merma en inventiva. Atrás quedaron la boda del Luisma, el nacimiento sui generis del hijo del Luisma (el tonto español por antonomasia) o el encarcelamiento de Aída, una escusa narrativa un tanto penosa para justificar la marcha de Carmen Machi de la serie (no se recordaba tal circo desde la muerte de Loles León en Aquí no hay quien viva). El pasado atesora altibajos, pero Aída puede presumir de ser la única serie española que tiene cuerda para muchas temporadas más. En época de crisis, Telecinco se sabe afirtunada: tiene un diamante en bruto en su parrilla y el público está habituado y contento con la fórmula.
Afilando puñales, debe repudiarse todos los chistes sin salsa sobre delincuentes, homosexuales y otros colectivos: los diálogos juegan con el humor grueso, el mal gusto y la gracia inteligente. La mezcla chirría en más de una ocasión y el público mínimamente concienciado (y concienzudo) puede sentir hasta vergüenza de defender la serie . La culpa, en todo caso, no es de la propia ficción: el colectivo puede utilizar algunas actitudes vistas en la serie y asumirlas como tal, aunque estas atenten contra la educación y el buen gusto. Como todo, Aída puede disfrutarse si no se toma demasiado en serio y si se sabe discernir lo correcto de lo intolerable: Aída no deja de ser un cómic, una hipérbole. Por si acaso, nunca confiesen que son asiduos a los chistes de Aída: todo el mundo calla el pecado, pero, a juzgar por los índices de audiencia, medio país sucumbe hipnotizado, ya sea por querencia, inercia o real afición. Que prosiga el éxito.
7 comentarios:
Me gustaba Aída, la veía por rebote de 7 vidas, una de las pocas series españolas que me gustan, pero al igual que aquella peca de repetitiva. El esquema de los capítulos es el mismo (uno engaño a otro, éste se entera, se venga del primero, se reconcilian).
Aun así es bastante divertida, lo que pasa es que Aída sin Aída no me convence tanto y ya si me pierdo uno, dos o tres capítulos me da lo mismo.
Saludos!
Series como estas me hacen ver que el español medio da para poco mas, pero solo hay que ver nuestro cine patrio para entenderlo...
Para mi, la mejor serie de la television de la historia: Los Soprano
NOTAS PARA EL CINERANKING
Sin nombre:6
Up:6
Coraline:4
Monstruos vs Aliens:3
Duplicity:2
Angeles y demonios:1
The unborn(La profecía del no nacido):1
Otra película de huevos:1
aída es uno de esos ejemplos de lo grotesco, barriobajero, estúpido y excesivo puede encandilar a una gran audiencia. i el personaje que mejor reúne todo esto es el de Paco León, que creo que aguanta la serie.
un buen análisis.
un saludo
www.festivalesdecine.tk
Me quedo con Expediente X.
La mejor serie inventada hasta la fecha
Nunca me ha gustado esta serie. El personaje de Aída, interpretado por Carmen Machi, era mucho más gracioso en 7 vidas, donde tiene sus mejores golpes. Es verdad que hace tiempo que no veo esta serie pero es que ya no me enganchó desde un inicio. Un saludo!
Ami tampoco me ha gustado. Mi serie española favorita es aqui no hay quien viva jajaja. Con esa si que te reias.
Publicar un comentario