DALLAS BUYERS CLUB, de Jean-Marc Vallée (EE. UU., 2013)
¿De qué va?: Año 1986. Empieza a hacerse popular una epidemia para la que no existe ni cura ni fármacos conocidos: el virus del SIDA. En Dallas, la Norteamérica profunda, la situación es todavía más descorazonadora. Ron Woodroof es un mujeriego adicto al alcohol y a las drogas, de vida desordenada y comportamientos homófobos. Un día descubre que tiene el SIDA y los doctores le dan un único mes de vida. En ese tiempo intentará huir a México, conocerá a un transexual que le hará cambiar muchos aspectos de su cuestionable moral, y entablará amistad con la médico Eve Saks, especialmente sensibilizada con el SIDA. El Dallas Buyers Club fue la fundación que creó Woodroof para servir de medicamentos a todos los enfermos de los Estados Unidos. Finalmente Woodroof murió el año 1992 dejando atrás una de las vidas anónimas más curiosas de finales de siglo.
La clave: Hubo un tiempo en que la homosexualidad era un tabú en Hollywood. Algunos títulos queer ocuparon categorías residuales, como el maquillaje de Priscila, Reina del desierto. De alguna manera, Philadelphia, película que ya quedó antigua en muchos aspectos, fue el guiño que hizo Hollywood a la ineludible presencia del SIDA en el séptimo arte. Ahora los Oscar los componen films de temáticas muy distintas, y a nivel social el país de Obama no es el mismo con respecto la homosexualidad (han cambiado mucho las cosas, y todavía tienen que cambiar más: pensemos en la novedad y el impacto que supuso en ciertas zonas rurales el estreno de Brokeback Mountain). Dallas Buyers Club cuenta además con un McConaughey que ha adelgazado lo que no está escrito, seguramente convencido de que nunca antes ha tenido tan a tiro el Oscar.
El director: Vallée es uno de los directores canadienses más importantes de los últimos años, seguramente el más destacado junto a Villeneuve (casualidades de la vida, ambos se verán las caras en la temporada de premios con sus primeros proyectos norteamericanos). C.R.A.Z.Y. fue el film que lo lanzó a la fama: ganó el AFI Award a la mejor película, y el éxito le sirvió para que Martin Scorsese contase con él para dirigir La reina Victoria. Con Café de flore, film que dividió a crítica y público, volvió a su Canadá natal, dio a Vanessa Paradis su mejor papel y logró ser meganominado por parte de la Academia Canadiense de Cine. Conocido por unos films sumamente ricos en matices y juegos visuales, así como por su especial sensibilidad con temas como la homosexualidad y la maternidad, su currículum fue decisivo para que los productores, Robbie Brenner a la cabeza, y Focus Features, distribuidora que ya defendió en su día a Brokeback Mountain y vio nominada Traffic, contase con él para Dallas Buyers Club.
¿Por qué puede ganar el Oscar?: Dallas Buyers Club es la historia de un hombre cuya vida se transforma de la noche a la mañana. Hollywood ama las reconversiones-mutaciones tanto físicas como psíquicas, y es innegable que McConaughey ha logrado uno de los cambios de imagen más impresionantes en años (seguido tal vez del esquelético Bale de El maquinista). Pero el film tiene mucha vida más allá de su intérprete, que, todo sea dicho, viene tentando al Oscar desde hace mucho (con Killer Joe, Magic Mike y Mud ya merecía nominación, y con El inocente dio carpetazo a su imagen de dandi de comedia romántica). Dallas Buyers Club podría ser perfectamente la nueva Boys Don't Cry o Transamérica: film de mensaje positivo que, aun tratando un tema tabú, llega a una audiencia mayor. El film ha costado 5 millones de dólares, una cifra paupérrima en comparación a grandes títulos: se la valorará como uno de los nombres indie de la temporada. Leto y Garner en calidad de secundarios prometen dar mucha guerra. Hollywood ansía apoderarse de Vallée, una de las mentes más brillantes del cine actual: puede que no consiga la nominación en su primera incursión yanki, pero éste perfectamente podría ser su salvoconducto a futuros proyectos más grandes. Y un dato que puede ser decisivo: con unos EE. UU. cada vez más abiertos al matrimonio entre personas del mismo sexo, con las unánimes críticas a las políticas rusas y con una reactivación del cine queer (una prueba de ello es la Palma de oro de este año), es muy probable que la Academia tome el film como su particular bandera gay friendly (olvidemos las conjeturas sobre el 'no Oscar' de Brokeback Mountain y pensemos que Ton Hanks ganó por Philadelphia). Tiempo al tiempo: en la sombra, puede ser uno de los grandes buques de estos Oscar 2014.
Posibles nominaciones: Película, actor protagonista (McConaughey), actor secundario (Leto), actriz secundaria (Garner), maquillaje y peluquería.
Estreno: Festival de Toronto (setiembre); preestreno en noviembre en EE. UU., y estreno masivo el 6 de diciembre; en España, la esperamos durante el primer trimestre del 2014, sin fecha confirmada.
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