Toca hablar de Intruders. Hay que tener en cuenta que: uno, el guión de la película no lo firma el director canario de Intacto; y dos, la estructura (forzada, discutible) de la historia obliga a la trama a suceder a caballo entre Gran Bretaña y España, así que Fresnadillo, realizador perfecto por su dominio del ingles y del español, nunca había estado tan cerca de conseguir esa etiqueta tan horrorosa que es la de 'director de encargo'. No sé hasta qué punto Fresnadillo quiso dirigir Intruders y desconozco su grado de implicación en el proyecto. La estrategia de inaugurar San Sebastián con el film fue un mero parabién mediático, como si la industria quisiera ensalzar a un joven talento con proyección internacional por no haberse olvidado de su España natal (muchos de los técnicos y actores implicados en Intruders son españoles, como sucedió con Buried y como sucederá cada día más a menudo, con Lo Imposible de Bayona en la lista de lo más inmediato). La cuestión es que en Intruders no reconozco a Fresnadillo. La película parte de una buena premisa, el director sabe coreografiar alguna escena potente... pero el misterio se intuye a leguas, y cuando se resuelve deja más bien frío. Es una lástima que el guión engorde la historia de detalles superfluos (los personajes de Daniel Brühl y Héctor Alterio no aportan nada a la trama; nunca interesa la profesión del protagonista interpretado por Owen; Carice Van Houten hace, simplemente, de mujer florero). Incluso en los últimos quince minutos la película muerde polvo y acomete un giro argumental no por obvio menos estúpido (y aquí hay que acuchillar el doblaje español, porque nos hemos perdido oír al guapo de Owen hablando español). Vaya, que aun siendo muy benévolos con Intruders, la cosa no se sustenta, aunque Pilar López de Ayala bien merece, como siempre, una nominación al Goya como actriz de reparto. Intruders empalidece si la comparamos con las obras de Balagueró, Plaza, Cortés o Bayona, los verdaderos nombres que han contribuido a que ésta sea la década prodigiosa del fantastique español. Fresnadillo sigue siendo flor de una primavera y autor de un único peliculón: Intacto. A grandes trazos, Intruders habla de cómo los miedos siempre tienen un referente previo, de cómo nuestras acciones tienen consecuencias a lo largo de varias generaciones. Bien pensado, Intruders hasta puede tener un componente autobiográfico (presupongo que Fresnadillo ha sido padre recientemente, y que de pequeño se asustaba con las sombras que veía en su dormitorio). Con Intruders sería deseable, casi necesario, un remake posterior para mejorar todas las ingenuidades de Fresnadillo. No les desvelaré el final: ni todos están muertos ni Simón se quedó encerrado en el sótano. Pero...: ¿que el juego de escenarios sea en verdad un juego de tiempos narrativos no es una trampa imperdonable?
Nota: 5
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2 comentarios:
Muy buena crítica Xabier, como siempre. Me encanta tu estilo y en esta ocasión, estoy muy de acuerdo contigo.
Intacto fue una gran película del director canario y lo que vino después...todo bluff!!
En Cine desde la Ignorancia también le hemos hecho nuestra crítica pero ya te digo que muy lejos del buen post que nos has dejado aquí, tanto en estilo como en contenido.
Muchas gracias por compartir tu sabiduría.
Desde la Ignorancia, Lucas Liz.
Aún no he podido verla pero ya me he acostumbrado a las críticas negativas. He leído varios reportajes y la película sí tiene cierto toque autobiográfico, Fresnadillo quería hablar de esos temores que todos tenemos de pequeños y que él mismo experimentó, leí en una ocasión que hasta los 30 años dormía con una luz encendida. Hasta que no la vea no puedo dar una opinión sólida, por el momento la historia me atrae, al igual que el reparto, pero no llevaré muchas expectativas para no decepcionarme totalmente.
Genial la crítica, me ha gustado mucho. ¡Un abrazo!
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