Título: EL SEÑOR DE LOS ANILLOS: EL RETORNO DEL REY Título original: The lord of the rings: The return of the king Dirección: Peter Jackson País: Estados Unidos, Reino Unido y Nueva Zelanda Año: 2003 Duración: 200 min. (versión cine), 250 min. (versión extendida) Género: Fantasía Reparto: Elijah Wood, Ian McKellen, Viggo Mortensen, Sean Astin, Liv Tyler, John Rhys-Davies, Dominic Monaghan, Billy Boyd, Orlando Bloom, Christopher Lee, Sala Baker, Hugo Weaving, Ian Holm, Craig Parker, Andy Serkis, Bruce Allpress, John Bach, Bernard Hill, Miranda Otto, Karl Urban, David Wenham y Brad Dourif Guión: Peter Jackson, Fran Walsh y Philippa Boyens a partir de la novela de J.R.R.Tolkien Productora: New Line Cinema Producción: Peter Jackson, Fran Walsh y Barry M. Osborne Dirección artística: Grant Major, Dan Hennah y Alan Lee Fotografía: Andrew Lesnie Vestuario: Ngila Dickson y Richard Taylor Música: Howard Shore Montaje: Jamie Selkirk Maquillaje: Richard Taylor y Peter King Sonido: Christopher Boyes Efectos especiales: Jim Rygiel, Joe Letteri, Alex Funke y Randall William Cook Presupuesto: 94 MILL.$ Nº oscars: 11/11 Nº globos de oro: 4/4 Fecha de estreno: 17/12/03 /EE. UU. y ESP.)
La gala
Eran las dos y media de la madrugada española. Peter Jackson y Elijah Wood fueron los últimos en desfilar por la famosa alfombra roja. Los últimos serán los primeros, debía pensar el creador de la película con más nominaciones de la noche y con una de las mejores taquillas de la historia: más de un billón de dólares. Dentro del Kodak Theatre, Jim Carrey concedía el Oscar honorífico a Blake Edwards y Oprah Winfrey defendía a Mystic River en el clip de rigor. La ceremonia se adelantó hasta el 29 de febrero, quizás porque no había muchos misterios por desentrañar. La epopeya más grande jamás contada repitió el mismo pleno de los Globos de oro.
¿Merecía el Oscar?
No puedo ser objetivo ante esta pregunta, aunque lo más correcto sería decir que la victoria era obvia y meritoria por todo el esfuerzo que pusieron Jackson y sus secuaces en el gran proyecto del cine de nuestro siglo. El retorno del rey fue un digno tour de fource que cerraba una trilogía sin igual, aunque no pudo superar el lirismo de la primera entrega. El retorno del rey jugaba en otra división respecto a las descafeinadas Master and Commander y Seabiscuit, insuficientes y decepcionantes muestras del cine académico de toda la vida. El retorno del rey aporreó las pocas bondades de unos productos simplones, pero no pudo con Sofia Coppola, la estrella alternativa de la noche, y Mystic River, cuyos intérpretes tocaron el poco cielo que Tolkien había dejado libre. Mystic River y Lost in Translation son dos obras rotundas que estuvieron en la edición menos adecuada. El cine intimista perdía ante el elaborado artificio de El señor de los anillos, todo lo contrario a lo sucedido años después. Eastwood y Coppola salieron con la cabeza bien alta, con el convencimiento de ser una gran promesa (Sofia) y un artista incansable (Clint). La interpretación de Russell Crowe, columna vertebral del éxito de Una mente maravillosa y Gladiator, no fue suficiente para encauzar el barco impoluto de Master and Commander. Los Oscar también tenían al bucanero Depp, nominado por su célebre Jack Sparrow. Superproducciones insuficientes como Cold Mountain o El último samurai batallaban con la bobalicona En América, el sano divertimento Buscando a Nemo , la elegante Casa de arena y niebla o la sobrevalorada originalidad de Ciudad de Diós, una película que la Academia recuperó contra todo pronóstico. Incluso el Oscar a la mejor película de habla no inglesa fue para Las invasiones bárvaras, enésima propuesta del pesado Denys Arcand. El nivel no era bajo pero sí desigual. En el país de los ciegos, el tuerto fue el rey y Bill Murray el cabreado.
¿Por qué ganó?
La Academia debía saldar el parcial fracaso de las dos primeras partes y aprovechó la euforia colectiva que ensalzó al film cual motivo de estado. Fríamente, El señor de los anillos ha envejecido más rápido de lo esperado y a muchos nos da pereza recuperar el tríptico de diez horas. El señor de los anillos languidece como un clásico desfasado, algo que no ha ocurrido con las siempre reivindicadas Lost in Translation y Mystic River. Muchos discutieron el a todas bruces discutible Oscar para Charlize Theron, la irrefutable muestra de que el maquillaje atrae a los premios. Naomi Watts y Diane Keaton se quedaron con las ganas y aún esperan su momento de gloria. Renée Zellweger y su pizpireta hermitaña de Cold Mountain se imponieron: los desaires de Chicago y El diario de Bridget Jones tuvieron enmienda. Algunos vieron en Scarlett Johansson, en ese momento el nuevo rostro de La joven de la perla y Lost in Translation, la gran derrotada, aunque el tiempo ha demostrado que la carrera de lady Scarlett iba por otros caminos. Todo siguió el guión previsto y la gala terminó puntualmente a las seis de la mañana. Billy Cristal se despedía de su cargo de maestro de ceremonias bromeando con los ganadores.
Balseros: con alegría y sin premio
España no suele defender a los cortometrajes y documentales patrios nominados. TV3, pero, realizó una digna cobertura con varios especiales y emitiendo más pronto de lo normal el documental más recordado de nuestra cinematografía junto a La pelota vasca. El problema del pueblo cubano fue vencido por The fog of war, mientras que Capturing the Friedmans, el interesante retrato de un presunto pederasta, fue el más famoso de los largos documentales del año. La fantasía de la edad media no podía dispersar la realidad y Sean Penn, fiel a su imagen d'enfant terrible, mencionó en su discurso la inexistencia de las armas de destrucción masiva. La Guerra de Irak fue la tónica de toda la gala... una vez más.
La anécdota
Ese año se celebraron dos In Memoriams presentados por Tom Hanks y Julia Roberts. Steven Spielberg fue el encargado de abrir el sobre a la mejor película y logró crear otro monarca de renombre. La cosa estuvo entre reyes: el rey Midas (Spielberg), el rey de la Edad Media (Jackson) y el omnipresente rey del mundo (Cameron). La Academia recurriría otra vez al director de E.T. para crear escenas de gran ironía: él fue el encargado de darle el Oscar a Martin Scorsese tres ediciones después. Antes, pero, debía encajar la derrota de El aviador. Ironías del destino, Eastwood inició poco después de la gala el rodaje de Million Dollar Baby. Nadie pensaba que la película pudiera estrenarse antes del diciembre del 2004, pero pudo verse en los cines norteamericanos el 28 de diciembre. Los últimos serán los primeros, debía pensar Eastwood. La profecía se volvió a cumplir.
Próxima semana: MILLION DOLLAR BABY
5 comentarios:
La mejor de ese año, para mi gusto, era Mystic River. El porrón de Oscars que se llevó ESDLA fue por la razon que tu mencionas, era necesario premiar el esfuerzo y premiar a una superproducción, que la Academia no puede dejar que ganen films intimos muchas ediciones seguidas.
Eso si, Master & Commander me parece una película como la copa de un pino.
Un saludo!
http://ocionoticias.blogspot.com
Me encanta tu blog. Desde que lo descubrí hace un mes, lo sigo con entusismo.
Para siempre será Lost in Translation la mejor peli de ese año. Y una de las grandes de la historia cinematográfica.
ay cosas con las que no concuerdo (Mystic River me pareció simplemente correcta, pero en ningún caso la obra maestra que pretende ser), pero estoy sumamente feliz por esto otro: Ciudad de Dios sobrevalorada.
Por fin alguien más se atreve a decirlo. Me pareció exagerado tanto bombo y platillo, como por otra parte me lo parece con Slumdog Millionaire.
Buena revisión de la gala etc, pero vaya, que el único motivo por el que ganó tantos Oscar ESDLA fue por la inmensa cantidad de pasta que dio a la industria. Y es que en el fondo, los académicos deberían premiar justamente eso, las superproducciones y demás. Si no, las galas salen descaifenadas o algo, y para premiar realmente lo mejor del año, ya hay otros premios de mayor seriedad, que no unos OScar que se dejan llevar por os maquillajes (bien apuntado), las razas, o el compromiso de los films nominados...
Lejos lo mejor de ese año me encanto la trilogia y que bien que fue premiada como merecìa. Todo un acierto y felicitaciones por tu gran analisis de El Retorno del Rey. Muy bueno.
Saludos! Y nos vamos a acercando a Crash. Espero ver que escribes sobre esta que lejos es una de mis favoritas.
Me encanta el blog, pero debo decir que no creo que El señor de los anillos sea un clásico desfasado. Es cierto que la competencia era muy buena, pero creo que ganó sus 11 Oscars con pleno merecimiento. Un film de aventuras, fantasía, detalles técnicos tan bien cuidados, diálogos memorables, música evocadora y auténtico intimismo entre las batallas no es algo común. El esfuerzo dedicado a este film fue asombroso, y no creo que pueda compararse a ningún otro blockbuster. Interesante análisis, de todos modos. Saludos
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