Tribulaciones de una actriz
VIAJE A SILS MARIA (CLOUDS OF SILS MARIA), de Olivier Assayas
Festival de Cannes 2014: Sección oficial. 6 nominaciones a los Premios César 2015
Francia, 2014. Dirección y guión: Olivier Assayas Fotografía: Yorick Le Saux Música: VV. AA. Reparto: Juliette Binoche, Kristen Stewart, Chloë Grace Moretz, Johnny Flynn, Lars Eidinger, Hanns Zischler, Claire Tran, Angela Winkler, Frank M. Ahearn, Alister Mazzotti, Steffen Mennekes Género: Drama Duración: 120 min. Tráiler: Link Fecha de estreno en España: 12/06/2015
¿De qué va?: María Enders es una actriz con una carrera de más de dos décadas. Ahora, en plena madurez, se dispone a interpretar una obra que ya tuvo ocasión de protagonizar años atrás. Los recuerdos, el paso del tiempo y sus dudas profesionales la llevarán a atravesar una crisis de la que su asistenta será una testigo privilegiada.
Puede decirse que Assayas es un cineasta que siempre tiene algo que contarnos. Su filmografía tiene sus aciertos y sus altibajos, pero en líneas generales describe la personalidad de un creador y de un ciudadano con ganas de acercarnos historias nuevas mediante formulaciones inéditas. El esquema se vuelve a cumplir con Viaje a Sils Maria, una película trufada de referencias cinéfilas y de metajuegos artísticos, totalmente independiente a nivel formal y bastante desvinculada de las tónicas habituales del cine de nuestros días (al que la cinta, cómo no, cita y casi parodia con el personaje de Chloë Grace Moretz).
El film aborda diferentes cuestiones, por lo que resulta difícil trazar una base temática del mismo, si bien parte del grueso de la historia lo ocupan los dilemas de Maria Enders (Binoche) ante su madurez personal y creativa: el personaje debe asumir que se hace mayor, que ocupa un lugar diferente en la industria y que su etapa de éxito forma parte del pasado, preocupaciones que salen a la luz durante la preparación de un papel que entronca, por diferentes motivos, con su esencia como mujer y como actriz. Con todo, las infinitas lecturas de Viaje a Sils Maria resultan tan desconcertantes como insuficientes. Veo la película y entiendo sus subtextos, pero nada me emociona. No es una pieza barroca o enrevesada, valoro que Assayas nunca opte por el camino fácil, pero todo se presume demasiado postizo, excesivamente vinculado a sus propias referencias.
Una de esas películas tan cerradas a cal y canto que en ningún momento se atisba en ella la autenticidad del acto creativo o la emoción de un personaje superado por las circunstancias. Un viaje, en definitiva, algo forzado, como esas estampas naturales, de vinculación romántica (en el sentido clásico del término), que Assayas dispone como estampas efectistas de las interioridades de su heroína. ¿Dónde quedó la sencillez y la verdad que respiraban todos los poros de películas como Las horas del verano? En los Alpes suizos, sin duda, no. Eso a pesar de reconocer la enorme aportación de Binoche y Steward, además del siempre interesante trabajo de Assayas. Al fin y al cabo, en último término se impone la satisfacción de ver un nuevo título de uno de los mejores cineastas del momento.
Para espectadores que aman el riesgo.
Lo mejor: Binoche y Steward en diálogo-duelo constante.
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