viernes, 18 de octubre de 2013

SITGES 2013 | CRÓNICA 6 | ONLY LOVERS LEFT ALIVE, JODOROWSKY'S DUNE, LA DANZA DE LA REALIDAD, DARK TOUCH y GALLOWS HILL


Los nombres de Jodorowsky y Jarmusch, los pesos más pesados de la sección oficial, han desfilado este jueves en Sitges, y sus películas son de aquellos títulos capaces de generar comentarios diversos. Jarmusch no ha estado en Sitges, pero el director chileno más conocido de todos los tiempos sí ha subido al escenario para recordar que 'el arte' debe primar sobre 'la industria'. Precisamente mucho arte y mucho cine (dentro del cine) hemos visto en sesión casi continua con Jodorowsky's Dune y La danza de la felicidad, esta última el título que cierra la filmografía de Jodorowsky tras veintitrés años de silencio. Todos estos nombres merecerán reseñas extensas aparte cuando termine la vorágine de Sitges. Pero vamos por partes...

Only Lovers Left Alive, de Jim Jarmusch. Sección oficial a concurso
Only Lovers Left Alive es la historia de Adán y Eva (referencia bíblica-mítica), dos vampiros que sobreviven en un tiempo, el S. XXI, que les resulta totalmente ajeno. Jarmusch defiende su condición de outsider y dibuja a sus personajes desde los márgenes, con diálogos filosóficos y una estética sumamente alejada de las ñoñerías 'crepusculares'. La película funciona no sólo por ser un producto inclasificable y cool (aquí la sangre no se chupa: se sorbe en copas tamaño chupito) sino como historia polivalente, dramática y divertida según se mire. Only Lovers Left Alive es un juego, una suma de incorrecciones, una excentricidad, una broma grave o una tragedia en forma de gran 'pavada'. Muchos no entrarán en su mundo (Jarmusch lo sabe y no le importa), pero los que se dejen llevar a las profundidades de la historia se encontrarán con un film adorable, clásico moderno instantáneo. Por su capacidad de hipnotizar y por su lograda atmósfera, podríamos estar perfectamente ante la sucesora, a menos a lo que premios se refiere, de Holy Motors. ¿O es una propuesta demasiado radical?

Jodorowsky's Dune, de Frank Pavich. Sección oficial a concurso.
Jodorowsky también ha dejado huella en el Auditorio. Jodorowsky's Dune es un documental presidido por el mismo director que desvela los secretos de Dune, el film maldito que el chileno nunca pudo rodar y que finalmente acabó materializándose bajo la batuta de Lynch. Estamos ante un bombón para cualquier cinéfilo, por lo que tiene de disección de las tripas de la industria, por sus referencias cinéfilas y por la desbordante imaginación de Jodorowsky, que nos permite intuir la película que nunca fue desde el patio de butacas. Ya se trate de un fake como una catedral o una verdad exagerada (Jodorowsky se desborda por todos los costados), el film te aborbe, te hace reír, te deja anonadado y te obliga a pensar qué hubiese sucedido del cine de los 70 y décadas siguientes si el loco chileno hubiese llevado su despropósito hasta las últimas consecuencias. Por su parte, La danza de la realidad es el último largometraje de Jodorowsky, autobiografía sui generis de su infancia con cita y homenaje a su país y a su familia. Un film excesivo y circense, con grandes escenas y muchas paradas al absurdo más indescifrable. Volveremos a ella queramos o no.

The Philosophers, de John Huddles. Sección oficial a concurso.

Dos niñas diabólicas han intentado sin éxito robar protagonismo a Jarmusch y a Jodorowsky. La primera, la pequeña de Dark Touch, que provoca nada más empezar el film un momento Poltergeist bastante logrado. Por desgracia, la película no avanza y se ve obligada a repetir la premisa de su arranque. El mismo descalabro, incluso mayor, se ha producido con Gallows Hill, una sucesión sin ton ni son de posesiones, insultos y cuchillazos. Gallows Hill no tiene guion, no tiene actores, no aguarda ninguna sorpresa (a los dos minutos se sabe al dedillo el desarrollo de la trama) y no tiene demasiado sentido. Muchos nos hemos quedado medio traspuestos en la sesión de las 8:30 de la mañana, uno de esos momentos en los que te preguntas 'qué hago aquí a esta hora viendo esto'. Los comentarios a la salida del anfiteatro eran tan lapidarios que dudamos que los distribuidores de turno tengan el valor de estrenarla comercialmente.

Dark Touch, de Marina De Van. Sección oficial a concurso

Y para acabar, una película sorpresa. The Philosophers es una curiosa propuesta de ciencia ficción con mensaje místico cual 'secreto' de Rhonda Byrne. Un día antes de graduarse, los alumnos de Filosofía de la facultad de Yakarta son retados por su profesor: deben imaginar un caso de catástrofe nuclar y deben decidir qué diez compañeros elegirían para refugiarse en un bunker con el fin de salvar a la especie humana de su extinción. El juego tiene hasta tres variaciones y funciona con bastante solvencia: vemos tres versiones de una historia de estructura parecida, y con cada cambio los personajes van ganando matices. El problema de The Philosophers es que tras el puzzle hay moraleja, y el espectador está en todo su derecho de no querer discursos místicos. Además, los cinco últimos minutos desvirtúan totalmente la historia, abriéndolo innecesariamente a una ambigüidad de sentido que da al traste con las partes más frescas. También cansan los chistes sobre la sexualidad de los personajes. Muy recomendada para fans de los acertijos, los juegos de estrategia y las premisas imposibles.


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