Hostias en casa de los P. Tinto
EL MILAGRO DE P. TINTO, de Javier Fesser (España, 1998)
¿De qué va?: Desde pequeño P. Tinto está enamorado de Olivia. Su vida discurre sin altibajos: su matrimonio es feliz, trabaja en la empresa familiar y vive austeramente en un antiguo apeadero al lado de una vía por la que pasa un tren cada veinticinco años. Solo un pequeño detalle pone en peligro su equilibrio laboral y familiar: no tiene hijos. Pero el destino tiene deparadas muchísimas sorpresas a P. Tinto, que encontrará descendencia de la forma más inesperada en plena senectud. ¿Se obrará el milagro y persistirá la estirpe de los P. Tinto?
Palmarés: Premio Goya 1999 a los mejores efectos especiales y nominación a la mejor dirección novel para Javier Fesser. Sant Jordi a la mejor ópera prima del año 1999. Mejor director y dirección de fotografía en el Festival de comedia de Peñíscola. Mención especial en el Festival de Locarno.
El dato: Tras los éxitos de Airbag y Torrente: el brazo tonto de la ley, El milagro de P. Tinto se estrenó a finales de diciembre de 1998 con éxito de público y de crítica. Javier Fesser, que ya había dirigido cortometrajes de un corte surrealista y sentido del humor parecido al de su ópera prima, escribió el guion del film al alimón con su hermano Guillermo Fesser, miembro del grupo Gomaespuma. El toque comiquero de la película y su título de insospechada cinta de culto permitió a Fesser dirigir Las aventuras de Mortadelo y Filemón, una de las películas más taquilleras de la historia del cine español y ganadora de 5 Goyas técnicos. Fesser decidió abandonar la comedia y se consagró con Camino, film con el que compitió en San Sebastián y con el que ganó el Goya al mejor director. Actualmente Fesser está inmerso en la postproducción de Mortadelo y Filemón contra Jimmy el Cachondo, tercera parte cinematográfica, en este caso en dibujos animados, de los populares personajes de Ibáñez.
Valoración: Tras el cortometraje El secdleto de la tlompeta, ganador de una veintera de premios, Fesser expandió su humor absurdo a la par que inteligente en El milagro de P. Tinto, una viñeta entrañable que no se parece a ninguna película de la reciente hornada nacional. A modo de un Jeunet francés, deudor del tebeo nostálgico de Ibáñez y compañía, la película mezcla lo imposible, atenta contra la lógica y ofrece un chiste de hora y media nutritivo y delirante. Su espíritu infantil y tierno es su clave del éxito: entre el disparate y la concatenación de mamporros se cuela la humanidad de unos personajes absolutamente entrañables, inmersos sin quererlo en un ocaso de lo más animado. Y aunque la película es fruto de una memoria televisiva y cinéfila mastodóntica (homenaje a Eurovisión incluido), supera el sketch de la pequeña pantalla: sus colores, sus saltos temporales, el trazo de los secundarios y las constantes sorpresas de la trama le confieren una personalidad inusual en nuestro cine. Su nómina de ingredientes es compleja: atentados contra los principios de la gravedad y la lógica, extraterrestres con guiño a Spielberg, flashbacks con nazis de por medio, revisión histórica de lo más cachonda... y todo con un sabor español inconfundible, un guiñol tradicional visualmente rotundo y fiel al espíritu del trazo a lápiz de los dibujos de toda la vida. Sea cual sea vuestro sentido del humor, tanto si os hace gracia la soez más inconfesable al juego de palabras más sivarita, encontraréis suficientes motivos para soltar carcajadas durante la proyección. Evasión con sello de autor.
Para fieles de la comedia absurda.
Lo mejor: Es un cómic original, frenético y elegante.
Lo peor: Buscar algo más que la risa sana.
Nota: 7
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