OVERGROWN, de James Blake (Reino Unido, 2013)
Presentación: Hijo del cantante y guitarrista James Litherland, el londinense James Blake (26 de septiembre de 1988) publicó en 2011 su álbum de debut, un éxito de crítica, ventas y nominaciones poco frecuente tratándose de un músico tan joven. Para Overgrown, su segundo trabajo, ha contado con la colaboración de RZA y Brian Eno.
Reseña: Treinta años atrás, James Blake sería un baladista
reputadísimo. Quince año atrás, seguramente hubiera participado de las
aportaciones del trip hop noventero y su nombre figuraría en el mismo
renglón donde ahora ponemos a Lamb o Portishead. Ahora, con la
electrónica revolucionando los cauces habituales de composición y
explotación musical, James Blake es una de las grandes revelaciones de
una especie de subgénero, continuación de lo apuntado anteriormente, que
ha recibido el nombre de 'post dubstep'. Sonidos hechos a ordenador que
se cuelan en canciones que, de quedar desnudas de beats, serían medios
tiempos de tono casi elegiaco. Blake, con su escuálida figura, su
personalidad retraída y su imponente metro noventa de estatura, estaba
llamado a ser una referencia de la escena nerd. Overgrown, su
segundo trabajo, confirma su talento. La primera canción, que da título
al álbum, es una referencia al agobio que supuso para el cantante el
éxito de su primer trabajo. El viaje a uno no sabe bien dónde sigue con I am Sold,
cuya letra puede interpretarse de múltiples maneras: queda al menos la
sensación de transportarse hacia los mundos oscuros de su artífice. Take A Fall For Me parece directamente un tema de Massive Attack. Digital Lion por su parte podría ser un bonus track del Merriweather Post Pavillion de Animal Collective. Retrogade es una de las canciones de amor más oscuras en mucho tiempo. En DIm parece que Blake haya sido poseído por el espíritu del mejor 'negro soul'. To The Last recuerda la Tujiko Noriko de Make Me Hard. Voyeur, totalmente lunar y paranoica, poco le falta para ser el remix de un glam rock gótico. Y hasta la última nota de Our Love Comes Back,
en cuya primera parte Blake prueba a depurar su estilo con casi el
único acompañamiento de un piano, uno sigue flipando y en trance. Disco
perfecto para noches de insomnio, momentos 'depres' o colocones
metafísicos. Canciones difíciles de explicar en palabras: puestos a
recurrir a una definición, podría decirse que James Blake aúna la voz de
Antony and the Johnsons con la base musical de Burial. Blake puede
resultar demasiado repeinado, el típico engreído que desde su casa juega
con el micro y el ordenador con la intención de hacerse de oro. Blake
olía a timo, pero es tan 'molón' como talentoso. Overgrown, la hipnosis hecha música, ya está entre las mejores experiencias del 2013.
Recomendado para: Escuchar solo en casa, con los cascos puestos y los ojos cerrados.
Los mejores tracks: Overgrown, Digital Lion, Take A Fall For Me, Life Round Here.
Nota: 8
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