Looper es una película irreprochable (con matices). Cuenta con todo lo que hay que tener para saciar al fan del género fantástico. Presenta un mundo personal, con su propio mecanismo, su lógica interna y un juego de personajes y tiempos muy atinado. Es un thriller bien armado, estéticamente lucido y narrativamente originalísimo. Entretiene bastante, que no es poco. Y tiene el empaque, el imaginario y la riqueza suficiente para ser motivo de piezas de merchandising, obra de culto instantáneo e incluso futuro clásico de la ciencia ficción con inventiva. Porque está a años luz de propuestas similares y porque pocas películas pueden presentarse como 'la Matrix del siglo XXI' sin despeinarse. Como ya hiciese en Brick, otro título reverenciado por muchos, el cineasta Rian Johnson ofrece un fantastique inteligente que pese a sus innegables referencias tiene personalidad propia. Pese a esto, aun reconociendo las virtudes de Looper y el oficio de Johnson, hay algo en el film que me mantiene fuera de la historia durante gran parte del metraje. No tanto por defecto de la obra sino por una cuestión de simpatía o empatía, quién sabe, con el propio género de la cinta. La cuestión es que la película no me emociona. Tal vez porque al ser tan libre y singular toma para sí demasiadas licencias, y para no iniciados o poco forofos de la ciencia ficción el rompecabezas une sus piezas de forma tan extrema y surrealista que, con perdón, cae en el absurdo. No lo tengan en cuenta: este blog no le baila el agua a Christopher Nolan y similares. Pero si lo fantástico no es lo verosímil según lo conocido sino según lo plausible dentro del propio cosmos ficcional (sonó un poco alambicado), a Looper, opinión personal con un margen de error enorme, le sobran varios hervores: imposible no fruncir el ceño con el episodio final que concierne al hijo de Emily Blunt (no diremos más por peligro de spoiler). Looper es inteligente pero demasiado autoconsciente de su potencial. Hay algo en ella impostado, más paródico que otra cosa (influye, para qué engañarnos, el maquillaje de Gordon-Levitt y la chulería innata del señor Willis). Si me lo preguntan en la estricta intimidad, les diré que Looper flojea, hace aguas y la olvido a los dos minutos. Si la cuestión es en público, me acojo a lo objetivo: es una película imponente sin ser excelente. Y si hablamos en contextos blogueros y fanáticos, callo para no fastidiarla. Con la boca pequeña, muy pequeña: Looper, a pesar de todo, es una cinta prescindible.
Para los que llevan la ciencia ficción en las venas.
Lo mejor: Su premisa es, como mínimo, diferente.
Lo peor: Algunos momentos son del todo risibles.
Nota: 5'5
Lo mejor: Su premisa es, como mínimo, diferente.
Lo peor: Algunos momentos son del todo risibles.
Nota: 5'5
3 comentarios:
Para mi una de las mejores película del año, la originalidad y la dirección, hace de la cinta unas de las más impresionante.......he leído que la peli se olvida, o que prescindible.....para gusto colores.
Saludos.
Lamamito
Muy de acuerdo con tu crítica y con la nota que le das. Está bien pero parece una obra fallida de Nolan.
El episodio de Emily Blunt corta el ritmo totalmente y hace que el interés generado se vaya diluyendo y que uno vaya buscando ya el final.
Además la caracterización de Joseph me resultó demasiado forzada.
Saludos.
Publicar un comentario