Juntos, de nuevo
REENCUENTRO (THE BIG CHILL), de Lawrence Kasdan (EE. UU., 1983)
¿De qué va?: Hace quince años eran compañeros en la facultad. Ahora el suicidio de Alex, de uno de sus mejores amigos, los vuelve a reunir. El grupo pasa un fin de semana en la casa de Harold (Kevin Kline) y Sarah (Glenn Close), una estancia que volverá a marcarles para siempre. Son muchas las cosas que les distancian: cada uno tiene una vida y un trabajo diferente, y las viejas rencillas y amores de juventud pesan como una losa. Pero ante todo comparten una visión desencantada, una mirada triste de la vida que ha sido y de la que querían conseguir pero no obtuvieron.
Palmarés: Nominada al Oscar a la mejor película, mejor guion y mejor actriz de reparto (Glenn Close). Nominada al Globo de oro a la mejor película comedia / musical y mejor guion. Nominada al Bafta al mejor guion. Premio del público del Festival de Toronto. Presente en la lista de la National Board of Review de las 10 mejores películas del 1983.
El dato: Reencuentro brindó a Glenn Close su segunda nominación al Oscar de los seis intentos que suma hasta la fecha, tres de ellas consecutivos (1983-1985) en mejor actriz de reparto. Precisamente la gran clave del film está en su reparto, formado por actores nominados (Tom Berenguer, Jeff Goldblum, Meg Tilly, JoBeth Williams) o ganadores (William Hurt, Kevin Kline) del Oscar.
Valoración: Reencuentro es la historia de una generación que se creía capaz de comer el mundo y que al entrar en los treinta y tantos ha sucumbido al hastío de la rutina. Los personajes del film hace tiempo que despertaron de los sueños de juventud. Al empezar el film despiertan de su hastío, y revisando el pasado encuentran los motivos para seguir adelante. Reencuentro es puro cine: grandes intérpretes, la flor y nata de la por aquel entonces joven cantera de intépretes norteamericanos, recitando diálogos y verbalizando sentimientos muy reales. Reencuentro es más o menos compacta, pero nadie le quita veracidad, capacidad de conmover. Viendo a todos los personajes reunidos en el salón uno realmente cree estar viendo antiguos camaradas: los gestos, las miradas y las palabras inspiran intimidad y ternura. Kasdan redondea este fresco del desencanto y el despertar con una banda sonora con los artistas más notables de la época, las canciones que perfectamente podrían ser el hulo musical de la vida de los protagonistas. Una película cálida que deja un regusto agridulce. Cruda pero gratificante. Verla es como espiar la rutina de un grupo de amigos que al terminar la película también forman parte de nosotros. Cine pequeño que perdura. La fórmula se ha repetido en films tan notables como Los amigos de Peter o la reciente Pequeñas mentiras sin importancia, sin olvidar las tropocientas cintas de terror que arrancan con el reencuentro de antiguos amigos en un entorno hostil. Reencuentro fue la primera y su originalidad valió tres nominaciones al Oscar. Tal vez ahora la película no tenga la potencia de hace treinta años, pero es cine de primerísima clase.
Para los que saben aquello de 'quien tiene un amigo, tiene un tesoro'.
Lo mejor: Inspira verdad por los cuatro costados.
Lo peor: Desgraciadamente ya no quedan películas como esta.
Nota: 7
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