THE 20 / 20 EXPERIENCE, de Justin Timberlake (EE. UU., 2013)
Presentación: Justin Timberlake lleva más de 10 años combinando su actividad de actor y cantante. Saltó a la esfera pública siendo un niño con el show televisivo The Mickey Mouse Club al lado de un jovencísimo Ryan Gosling, y posteriormente fue vocalista y bailarín del grupo N'Sync. Justified (2002), FutureSex / LoveSounds (2006) y este The 20 / 20 Experience (2013) son sus únicos álbumes en solitario. Justified vendió 7 millones de copias en todo el mundo y estuvo nominado a 5 premios Grammy. Su filmografía reciente tiene títulos tan importantes como La red social, y fue el protagonista absoluto de la apocalíptica In Time. Colaboró en algunas canciones del Hard Candy de Madonna, incluyendo el single 4 minutes. En 2004 dejó el pecho de Janet Jackson al descubierto en el intermedio de la Superbowl, una imagen que dio la vuelta al mundo.
Reseña: Hay que hacer memoria para recordar al Timberlake cantante, aunque el
tema I'm Lovin It apareció en infinidad de recopilatorios. Acostumbrados
a verlo ante las cámaras, su regreso al terreno musical pone en
evidencia dos hechos: su calidad como intérprete supera la banda de
'cantante que actúa', y su potencial como productor musical sigue
intacto con un cd complejo que cubre con creces tantos años de
silencio. Timberlake nos propone 12 temas 'que se pueden ver', idea que
reproduce en la portada del álbum. Más allá de si Timberlake ha logrado
la sinestesia, lo evidente es que el cd hace honor a su título y su
escucha es toda una experiencia. Timberlake mezcla y encaja sonidos, y
sus canciones forman un todo homogéneo que va del dance al pop
pasando por el rap y dejando un hueco para el rythm & blues. Una rareza de entidad operística: canciones de casi 8 minutos, con transiciones, estribillos que se repiten con distintos beats, melodías que sirven de base para distintas letras y cambios de ritmo que dividen los tracks en dos o tres partes independientes. Timberlake ha hecho un cd dinámico, inabarcable en la primera escucha y absolutamente apasionante cuando se empiezan a tararear sus letras. La obra maestra Pusher Love Girl, cita velada a su pareja Jessica Biel, abre el álbum. La pericia de Timberlake despliega alas en Don't Hold The Wall: un motivo musical sencillísimo se repite hasta los 7 minutos e invita a bailar. Tunnel Vision tiene los falsetes más bonitos en muchísimo tiempo: es un 50 Cent más rítmico, absolutamente delicioso. That Girl es claramente el tema más conectado con los inicios de Timberlake. En Let the Groove Get In se nota la influencia del productor Timbaland: una fiesta sambera con ecos de la mejor música negra. Mirrors arranca con un solo de guitarra eléctronica que evoca a Queen, sigue como pop noventero y acaba siendo uno de los cortes más íntimos y experimentales del álbum. Y libre de las ataduras del 'cd conceptual', los dos bonus track, especialmente Body Count, evocación de la esencia Michael Jackson, demuestran que Timberlake, si quiere, puede parir números uno de lo más pegadizos. Un álbum, en resumen, lleno de matices, sin apenas altibajos pese al largo formato y recorrido de sus canciones. Un cd atemporal que invita a empaparse de nuevo o por primera vez de los lejanos Justified y FutureSex / LoveSounds. El mejor viaje rythm & blues desde The ArchAndroid de Janelle Monáe.
Recomendado para: Quines quieran llenar el Ipod con canciones que nunca pasan de moda.Los mejores tracks: El inicio con Pusher Love Girl - Suit & Tie - Don't Hold The Wall.
Nota: 8'5
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