sábado, 30 de julio de 2016

CRÍTICA | PUNTO LÍMITE: CERO (VANISHING POINT), de Richard C. Sarafian


PUNTO LÍMITE: CERO (VANISHING POINT), de Richard C. Sarafian
EE. UU., 1971. Dirección: Richard C. Sarafian Guión: Guillermo Cabrera Infante Fotografía: John A. Alonzo Música: VV. AA. Reparto: Barry Newman, Cleavon Little, Dean Jagger, Victoria Medlin, Paul Koslo, Robert Donner, Timothy Scott, Charlotte Rampling, Gilda Texter Género: Acción Duración: 95 min. Tráiler: Link Elección de Jaime Zaragoza
¿De qué va?: Kowalski, un hombre con un pasado complicado, recorre con un coche trucado medio Estados Unidos a toda velocidad con el objetivo de ganar una apuesta. A su alrededor se unirán admiradores, detractores, fuerzas de la ley y demás personajes.


CRÍTICA GUILLERMO NAVARRO: La película se rodó en una época de cambios en el mundo del cine y la sociedad americana, inmersa en el conflicto de Vietnam y el auge del mundo hipppie. Una road movie con guión de Guillermo Cabrera Infante que sigue el camino de otras cintas como Easy rider. El mayor aliciente son las escenas de acción, cuyo desenlace ya conocemos al principio, al estar narrada mediante una elipsis que retrocede 48 horas para contarnos la huida de Kowalski, perseguido por la policía. Unas grandes canciones y una buena fotografía es lo más destacado de esta película con la que disfrutarán los aficionados al género de acción. Salvan el proyecto las microhistorias y personajes secundarios que aparecen en el recorrido del protagonista. ½


CRÍTICA RONNIE KRUCZYNSKI: Una "road trip" de Colorado a San Francisco en menos de 15 horas, una hazaña que parece imposible, como imposible es que a 40 años de su creación esta cinta de Sarafian permanezca completamente desconocida para el grueso del público. La rapidez de las escenas de acción con persecuciones que te absorben mantienen la coherencia de las situaciones en una película con un trasfondo ideológico insumiso. El protagonista de esta historia antepone sus ideas a las consecuencias de sus actos: ¿alguien recuerda aquella frase “mejor morir de pie que de rodillas”? Mejor representación gráfica no podría tener. La cinta a últimas fechas la conocemos gracias al empeño que puso Tarantino para homenajearla en su cinta Death Proof, para demostrarnos por qué se la considera una cinta de culto. Una amplia galería de alegorías en donde todo lo que vemos termina por representar una época bastante peculiar. La cinta habla de la libertad y de la lucha contra los códigos establecidos de la sociedad, y cuenta con un ritmo interesante que provoca emoción y situaciones graciosas. Aprovechemos la oportunidad para rescatar del olvido una película disfrutable en más de un sentido.


CRÍTICA XAVIER VIDAL: Punto límite: cero (Vanishing Point) sustituye el concepto de "road movie" por el de "race movie". A toda pastilla, entre carreteras sinuosas y desiertos, el protagonista del film encarna el (anti)héroe de un país que, desde el retrovisor, se intuye desnortado, amoral y absolutamente desencantado. El movimiento hippie, el consumo de drogas entre los más jóvenes, las huellas de la Guerra de Vietnam, la Norteamérica racista, el poder de las ondas radiofónicas en tiempos analógicos y la revolución musical del momento son algunos de los temas que Punto límite: cero (Vanishing Point) cita con descaro para, a la postre, convertirse en un documento de su época. Sarafian sabe llevar a buen puerto una película que cuenta con un guión raquítico y que escala sus mejores cimas a velocidad de vértigo cuando se deja llevar por la sinergia de las piruetas automovilísticas. Una película sin complejos ni pretensiones que todavía hoy en día conserva la magia de esa juventud indomable que intenta no ser aplastada por las imposiciones del sistema. Un icono fílmico, y como tal una obra que convierte sus carencias formales y narrativas en señas de identidad. Tarantino ya evocó su influjo en Death Proof, y no hay duda que su magnetismo seguirá intacto en un futuro.

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