viernes, 15 de junio de 2018

CRÍTICA | CORPORATE, de Nicolas Silhol


Mi empresa, mi mafia
CORPORATE
Francia, 2016. Dirección: Nicolas Silhol Guión: Nicolas Silhol y Nicolas Flereau Fotografía: Nicolas Gaurin Música: Mike Kourtzer Reparto: Céline Sallette, Lambert Wilson, Stéphane De Groodt, Yun Lai, Hyam Zaytoun, Violaine Fumeau, Antoine Levannier, Nathalie Sportiello, Alice de Lencquesaing, Camille Japy, Xavier De Guillebon, Arnaud Bedouët, Charlie Anson Género: Drama laboral. Thriller psicológico Duración: 95 min. Tráiler: Link Fecha de estreno en España: 25/05/2018
¿De qué va?: Inspirada en los suicidios que tuvieron lugar en varias sedes de France Télécom, Corporate cuenta el infierno que vive Emilie, alto mando de Esen, tras saber que un trabajador al que debía despedir se ha quitado la vida.



No es la primera vez que el cine se atreve a reflejar los mecanismos de las grandes compañías. Hemos visto historias de despidos, de reivindicaciones sindicales y de lucha obrera. Algunas, pura ficción, y otras inspiradas en hechos reales. Corporate aporta poco a ese conjunto de películas sobre el mundo laboral, pero a su favor cuenta con un punto de vista inédito: en este caso, la trama pivota sobre la jefa de recursos humanos de una gran multinacional que debe hacer frente al suicidio de un trabajador. La historia se cuenta, por lo tanto, desde los ojos de una mujer que, por designios de los altos mandos de su sello, debe echar a sus compañeros de despacho sin que su marcha compute como despido. El verdugo, y las dudas que esa muerte genera en su escala de valores, era hasta ahora una línea narrativa que nadie se había atrevido a explorar, y por ello Corporate, pese a su comedimiento formal y a cierto trazo errático de sus secundarios, se impone como una interesante reflexión, por lo menos bastante novedosa, sobre los límites del capitalismo y nuestra capacidad de aguante y de obediencia hacia nuestras empresas. El director Nicolas Silhol filma la película en tonos oscuros, fiel a la sobriedad, casi frialdad, de la historia. Céline Sallette, una actriz no siempre reivindicada, redondea la propuesta con una interpretación que refleja la convulsión interna de su personaje. En resumen, es imposible tras los títulos de crédito seguir con nuestras vidas y restar impávidos ante una historia tan tremenda, que nos apela de una manera directísima. Corporate, por lo que muestra, por lo que deja intuir y por todos los debates que suscita, merece ser considerada una de las propuestas más interesantes de la cartelera.


Para espectadores cansados del drama laboral de siempre.
Lo mejor: Habla sobre las conductas inhumanas de las empresas con parcialidad y ritmo.
Lo peor: Nos quedamos con ganas de saber más sobre esos compañeros de oficina.


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