SAD SINGALONG SONGS, de Anouk (Holanda, 2013)
Presentación: Anouk (La Haya, 1975) irrumpió en la escena musical holandesa a finales de los años 90 y su éxito la convirtió en una de las voces europeas más prestigiosas. Aunque nunca repitió el éxito de su álbum de debut, Together Alone (1997), su carrera ha proseguido con trabajos de corte pop-rock. Tras producir a otros artistas, para su octavo trabajo, Sad Singalong Songs, contó con sus músicos habituales. La radiotelevisión holandesa eligió a Anouk de forma interna para representar al país en el Festival de Eurovisión con el single Birds: Holanda logró pasar a la final del ESC tras ocho años de decepciones y terminó novena en la tabla, el mejor resultado holandés en quince años.
Reseña: Hay discos que no se escuchan: se ven. Remiten a imágenes. Despiertan emociones. Te hacen transitar espacios surrealistas y muy humanos. Sad Singalong Songs, como reza el título, es la compilación de diez canciones tristes, pero ante todo es un álbum de entidad dramática, de sueño que bordea la pesadilla, de una melancolía muy cercana a la locura. La potente voz de Anouk, utilizada durante muchos años como soporte de ritmos rockeros, ahora se convierte en el hilo conductor de esta obra maestra refinadísima, alejada de cualquier género y fusión a su vez de muchas tendencias musicales. Todas las canciones están conectadas melódicamente, y cada track funciona como una habitación propia dentro de la casa de los sentimientos desgarrados de la artista holandesa. Unas voces fantasmales y un amenazante órgano de iglesia nos introducen en The Rules, en la que la cantante expone unas normas de amor bebidas de la experiencia. De la fuerza a la ternura: Pretending As Always es sencillamente perfecta, con un estribillo para enmarcar (el 'you still make me cry' pone los pelos de punta). La eurovisiva Birds dibuja una estampa apocalíptica (unos pájaros cayendo cual lluvia como metáfora del dolor de la narradora) con una letra tan excéntrica como sentida. The Good Life, bombeada rítmicamente por el tic tac de un reloj viejo, y Are You Lonely, envuelven con la magia de la voz de Anouk. Stardust es lo más parecido a una canción Disney para Tim Burton: Anouk sigue pidiendo amor y el estribillo tiene muchísima luz. Only A Mother es puro ejercicio gospel, Kill es un pop gótico de corazón irónico (pide no matar al que podría ser el hombre de sus sueños) con una tonadilla épica. Cierran I Don't Know Nothing, el canto de alguien que pide ser comprendida al son de una de las melodías más suaves del conjunto; y The Black Side Of My Mind, última recreación de ese 'lado oscuro' apesadumbrado y sensible: en el segundo estribillo, la voz de Anouk se torna aguda y suena a llanto catártico, mientras los instrumentos van desapareciendo y la música se desintegra en otra elegía redonda. En resumen, un cd valiente, único y atemporal que marca un impás en la carrera de Anouk. Su carácter rompedor lo convertirá en una pieza de culto para muchos y en una posible decepción para cierto sector de fans de la cantante. Pocos trabajos discográficos dejan en el oyente una huella tan honda: Anouk nos ha regalado cuarenta minutos de música que ambientará desde ya nuestros desengaños y días tristes. Y eso es posible porque estas Sad Singalong Songs están escritas con el corazón y maquetadas con un oficio impresionante.
Recomendado para: Los que buscan poner banda sonora a los momentos menos amables.
Las mejores canciones: Pretending As Always, Birds, Stardust, Kill.
Nota: 9
1 comentario:
Una crítica genial de un cd honesto, armonioso y muy recomendable como dices tu para ilustrar los momentos menos amables
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