Son intérpretes de mucho talento. Han puesto rostro a algunos de los personajes más importantes del cine de las últimas décadas. Han estado en repartos elogiados y galardonados. Pero todos ellos comparten una misma característica: a día de hoy, y a punto de conocer cómo se resolverá la actual temporada de premios, no cuentan con un Oscar en su estantería. Algunos nombres ya consagrados no parecen muy preocupados por ello ni necesitan el premio, aunque perfectamente podrían repetir la gesta de Christopher Plummer y ganar la estatuilla en plena senectud, en el momento menos esperado. Otros artistas, de aparición más reciente en la industria, dependen muchísimo más de la llegada de ese Oscar que dé el golpe definitivo en la mesa y les facilite el acceso a otro tipo de papeles más interesantes (hay que intentar no creer eso de 'la maldición del Oscar). La lista admite otros nombres y otras ordenaciones: subjetividades al margen, ésta podría ser una buena muestra de los grandes actores que por avatares diferentes no han sido tocados por la varita mágica del Oscar. Sólo una nota: no hemos incluido a Matthew McConaughey porque estamos totalmente convencidos que este 2014 aspirará al oro por Dallas Buyers Club.
15. MICHAEL FASSBENDER
(Heidelberg, Alemania; 02-04-1977)
Empezó su carrera como intérprete con la premiada miniserie Hermanos de sangre y su fama ha ido creciendo año tras año hasta convertirse en uno de los actores más solicitados de la industria, más aplaudido por la crítica y más deseado por el público. 300, Centurión, Indomable o los últimos títulos de la saga X-Men, así como el ya mítico personaje que interpretaba en Prometheus o el sufrido y torturado novio de Eden Lake, lo convirtieron en un hombre de acción: incluso su nombre sonó como posible James Bond. Con todo, sus creaciones más importantes han sido gracias al cineasta Steve McQueen: en Hunger se quedó en los huesos, y en Shame se quedó sin ropa, en ambos casos con dos personajes oscuros y dolorosos que le valieron muchos reconocimientos. Angel y Jane Eyre lo han consolidado como el dandi del nuevo siglo, pero su participación en títulos más arriesgados como Un método peligroso o Fish Tank demuestran que lo suyo no es flor de un día. El riesgo de Shame mereció la Copa Volpi de Venecia, pero la Academia consideró que el film era demasiado espinoso para su refinada terna de nominados. Este año Fassbender probará suerte con El consejero y 12 años de esclavitud (repite con McQueen y Scott), y en el futuro planea su salto a la dirección. Esperamos verlo con el Oscar más pronto que tarde: de momento, tiene el premio SAG como parte del reparto de Malditos bastardos.
14. JEFF DANIELS
(Athens, Georgia, EE. UU.; 19-02-1955)
Aunque acaba de ganar el Emmy gracias a la serie The Newsroom, Jeff Daniels ha sido durante largos años el 'eterno candidato' y suma 3 opciones al SAG y 4 al Globo de oro (5 contando la que obtendrá en breve) sin galardón. Una injusticia tratándose de un actor que nos enamoró en los 80 con Ragtime, La rosa púrpura del Cairo, La fuerza del cariño, Días de radio o Ragtime (todas ellas presentes en los Oscar de sus años) y que siguió en los 90 más desatado y cómico que nunca con Dos tontos muy tontos o 101 dálmatas. Daniels, escritor y actor de teatro, es una personalidad tan creativa que su filmografía ha terminado por resultar un conjunto demasiado ecléctico, por lo que la Academia no ha encontrado nunca la oportunidad de oro para valorarle como se merece (sus aportaciones a Las horas y Buenas noches y buena suerte, títulos nominados, eran demasiado anecdóticas). El año 2006 saboreó la nominación con Una historia de Brooklyn, pero el film era demasiado indie para Hollywood. A la espera de que llegue su noche de gloria en los Oscar, Daniels celebra su llegada a la sesentena con películas tan singulares como Looper, Un lugar donde quedarse, Howl o Historia de un crimen. De momento, la televisión parece haberle dado aquello que tres décadas en la gran pantalla no le han podido proporcionar: un lugar entre los más grandes de la interpretación.
13. JOHN CUSACK
(Evanston, Illinois, EE. UU.; 28-96-1966)
Cusack es un ejemplo de actor al que no se sabe muy bien por qué le acompaña cierta maldición a lo que premios se refiere. Bien por no encajar en la figura de 'sex symbol' o bien condicionado por las necesidades de la industria, Cusack nunca ha tenido la ocasión de brillar como se merece pese a que su filmografía es extensísima y que no ha dejado de trabajar desde que empezase como ídolo teen en los 80. Films como Balas sobre Broadway, Medianoche en el jardín del bien y el mal o La delgada línea roja perfectamente le hubiesen podido llevar a la nominación, no tanto por su interpretación como por el éxito de esos títulos en sus respectivas temporadas de premios. Sus dos grandes aportaciones terminaron por resultar demasiado cómicas para unos Oscar que valoran por encima de todo la tragedia: ahí quedan Alta fidelidad y Cómo ser John Malkovich, ambos títulos de cultos. Y la reciente cosecha de Cusack ha sido tan variada como floja: la catastrófica (en todos los sentidos) 2012 ha sido su gran éxito comercial, algunos films lo han convertido en cara habitual del cine fantástico (The Contract, 1408, Grand Piano, Identidad), ha probado suerte con desafortunados films 'light' que la Academia no valoró (la lista va de La cosecha de hielo hasta La vida de Grace), y su reciente intervención en El mayordomo (¡donde da vida al presidente Nixon!) tampoco será relanzada en los Oscar. Una carrera irregular donde los infortunios ganan por goleada a los aciertos. Pero cuidado: a base de papeles casi terciarios y tanta intentona, Cusack puede subir en el oscarómetro de la noche a la mañana.
12. CILLIAN MURPHY
(Douglas, County Corck, Irlanda; 25-05-1976)
Por el tipo de cine que ha frecuentado (los mundos fantásticos de nombres como Boyle, Nolan o Cortés) y por vivir fuera de la órbita de Hollywood (es irlandés de nacimiento y londinense de adopción), Cillian Murphy no se ha dejado ver en los saraos y las alfombras rojas que acompañan a todas las temporadas de premios. Su físico ha hecho que en los últimos quince años sólo pudiese aspirar a dos tipos de papeles: el típico seductor de figurín y el malo amenazante. ¿Las excepciones? La joven de la perla, El viento que agita la cebada y sobre todo Desayuno en Plutón. Y es precisamente esta última película la que justifica su inclusión en esta lista: aunque aspiró al Satellite Award y al Globo de oro no repitió suerte en los Oscar de ese año pese a que Neil Jordan sí logró colocar en los 90 a Jaye Davidson en la lista de candidatos por el transexual de Juego de lágrimas. Puede que con el tiempo se consagre como gran actor del cine fantástico y de terror (parece que en los próximos años sus contratos seguirán por los mismos derroteros), pero eso no debe servir de excusa para no reconocer uno de los actores más personales de su generación. Es uno de los más jóvenes de la lista: aún le quedan cartuchos en la recámara.
11. ALAN RICKMAN
(Hammersmith, Londres, Reino Unido; 21-02-1946)
Toda una generación de espectadores lo ha querido y odiado por ser el profesor Snake en la taquillera saga Harry Potter, aunque los registros de Alan Rickman son muy amplios: cuesta creer que uno de los actores británicos más brillantes y versátiles de las últimas décadas todavía no haya merecido la atención de la Academia (forma parte de esa estirpe de intérpretes ingleses que casi nunca consiguen espacio más allá de la alfombra roja de los Bafta: Gary Oldman ha sido el último en abandonar esa curiosa lista). Actor de teatro, criado en el seno de la BBC y apenas popular al otro lado del charco salvo por sus actuaciones en Sentido y sensibilidad, Michael Collins, Dogma y Love Actually (el cinéfilo de a pie desconoce su nombre pero su cara le resulta más que familiar). Imposible no sentir total admiración por un actor que engrandecía Sweeney Todd, El perfume o incluso desatinos recientes como Un plan perfecto y El mayordomo. Con todos estos datos, es normal que Rickman no espere ni sueñe con la nominación: el año que viene estrenará, A Little Chaos, su primer largometraje como director en el que también interviene como actor y que protagonizan Kate Winslet y Stanley Tucci. Merece como mínimo una estatuilla honorífica.
10. TOBEY MAGUIRE
(Santa Mónica, California, EE. UU.; 27-06-1975)
El Spider-man de Sam Raimi dejó huella y Maguire no sólo logró sobrevivir a Peter Parker sino que ha conseguido ganarse un puesto privilegiado en la industria. Ya tiene 38 años, así que se hace raro seguir pensando en él como la cara angelical que daba mucha luz a algunas de las propuestas más maduras del Hollywood de fin-inicio de siglo: Jóvenes prodigiosos, La tormenta de hielo, Las normas de la casa de la sidra, Desmontando a Harry, El buen alemán o Seabiscuit. Ha repetido con Gary Ross y Ang Lee, por lo que los grandes directores cuentan con él: en breve lo veremos en lo nuevo de Jason Reitman y Edward Zwick. Y si se trata de buscar antecedentes de Oscar en su corta pero intensa filmografía, sin duda el papel de Hermanos (Brothers) ha sido su apuesta más fuerte, aunque se quedó a las puertas del Globo de oro. Por desgracia, la reciente El gran Gatsby no será el film que ponga su nombre en el sobre de nominados: son demasiados años interpretando al secundario, al niño bueno, al joven adorable capaz de defender tragicomedias para todos los públicos. ¿Qué le deparará la madurez, tanto a nivel artístico como de edad, a Tobey Maguire? Muy probablemente, una estatuilla.
9. STEVE BUSCEMI
(Nueva York, Nueva York, EE. UU.; 13-12-1957)
Si hablamos de un físico capaz de condicionar toda una carrera, detalle que comparten muchos de nuestros protagonistas, hay que citar en primer lugar a Steve Buscemi: la ruleta de la genética le ha dotado de un rostro extraño perfecto para dar vida a capos, mafiosos, corruptos, nerds, frikis o extravagantes de distinta calaña. Habitual de Rodriguez, Tarantino, Dicillo, los Coen, Jarmusch y Bay, pero también de cierta comedia indie y de las salas de doblaje: todos ellos, caminos que los académicos no suelen transitar. Y además de intérprete, un director que ha confesado su admiración por Cassavetes y Altman (con este último trabajó en Kansas City). Buscemi ha preferido trabajar con los mejores (Burton, Van Sant, Kaufman, Benton, etc.) y colaborar en los largometrajes de algunos amigos (Rock, Turturro), una estrategia muy inteligente. La televisión ha logrado que muchos aprendiesen el nombre de ese intérprete 'feucho' con muchas tablas: Boardwalk Empire le ha hecho valedor del SAG y del Globo de oro. Eso sin olvidar que su fidelidad a la esfera alternativa se ha traducido en dos Independent Spirit Awards por Reservoir Dogs y Ghost World. Un antiguo miembro del 'clan Soprano' que la Academia debe citar sí o sí.
8. ANTONIO BANDERAS
(Málaga, España; 10-08-1960)
Fue pionero a la hora de buscar fortuna en Hollywood y también fue el primero en conseguir consolidarse en la exigente industria norteamericana. Detrás de Banderas han venido Cruz o Bardem, ambos oscarizados, y tal vez por vivir entre EE. UU. y España, y por lo tanto atender a dos cinematografías-industrias muy diferentes, el malagueño más universal ha llegado a la plenitud de su carrera sin nominación al Oscar y sin Goya en la estantería. Chico Almodóvar, habitual de Saura y Trueba, latino multiusos en sus primeros trabajos fuera de casa, centro de muchos flashes y focos tanto del cine como del 'cuore' y una persona respetada por su compromiso con diferentes causas solidarias y por su saber hacer detrás de la cámara con Locos en Alabama, El camino de los ingleses y la futura Solo. Un intérprete sereno pero también muy dado a papeles de sangre caliente: con Rodriguez rodó toda la saga de El mexicano y Spy Kids, vampiro gracias a Jordan, compañero de Tom Hanks en Philadelphia, hombre de acción en Enemigos o Indomable entre otros títulos, fotógrafo en Femme Fatale, amante de Angelina Jolie en Pecado original, protagonista de Frida, doblador de El gato con botas, cara con antifaz y cuerpo de El zorro... Ha aspirado al Tony, al Globo de oro y al Emmy, pero el Oscar se resiste, aunque lo hemos visto en diferentes galas para entregar la estatuilla de Todo sobre mi madre o para cantar la pieza ganadora Al otro lado del río del film Diarios de motocicleta. Y precisamente el cante y el baile son dos de las mejores armas de este actor 'de bandera': ¿recuerdan Evita?
7. EWAN McGREGOR
Perth, Escocia; 31-03-1971
Unos lo conocieron por sus trapicheos con las drogas en Trainspotting, otros se enamoraron de él en Moulin Rouge, y algunos lo reivindicar como rostro que combina las grandes producciones (Ángeles y demonios, Black Hawn Derribado, La isla, las tres últimas entregas de Star Wars) con cintas de autor (Big Fish, Velvet Goldmine, The Pillow Book, El escritor, Cassandra's Dream) y perlas indies poco conocidas pero muy interesantes (Young Adam, Perfect Sense). Ewan McGregor, recientemente popular entre nosotros por Lo imposible, cuenta con el Premio Donostia, el EFA, dos candidaturas al Globo de oro (la última hace escasos meses por La pesca del salmón en Yemen) y hasta una nominación al Goya. Nada de Oscars. Pero su suerte puede cambiar este mismo año: forma parte del reparto de August: Osage County, una de las cintas más esperadas de la temporada con la que por lo menos se espera que aspire al premio SAG. Hay McGregor para rato, aunque el título de 'pelirrojo de oro' ahora se lo disputa con Fassbender. Veremos quién se lleva el gato al agua antes: McGregor no pierde el tiempo y tiene cuatro películas en post-producción.
6. DENNIS QUAID
(Houston, Texas, EE. UU.; 09-04-1959)
Llevamos toda la vida viendo a Quaid, pero nunca subiendo al escenario para recoger un premio. Por lo general, su carrera contiene demasiadas concesiones comerciales, algo que sin duda le ha pasado factura. Pese a la fama de los 80 y al éxito de los 90, no ha sido hasta años después cuando Quaid ha aparecido en títulos de mayor entidad, muchos de ellos citados por la Academia: por Traffic ganó el SAG al mejor reparto y el mismo Sindicato de Actores apostó por su aportación secundaria (añadimos: espléndida) en el film Lejos del cielo. ¿Dos nominaciones robadas? Tal vez, aunque no ayuda que Quaid siga aceptando papeles en films como Legion, el remake de Footlose o Soul Surfer. Optó al Emmy por el telefilm The Special Relationship y se ha acostumbrado a tramas de ciencia ficción apocalíptica: El día de mañana, El vuelo del Fénix o Frequency lo demuestran. Si la Academia se acuerda de los llamados 'maduritos', y si Quaid tiene la oportunidad de acceder a un papel destacado, la suma debe acabar en nominación.
5. JOHN TURTURRO
(Nueva York, Nueva York, EE. UU.; 28-02-1957)
Italo-estadounidense, cineasta, escritor y actor de culto de cine y televisión. Turturro, habitual de los hermanos Coen, es un artista especial, con una carrera especial y unas relaciones con los premios y los festivales no menos especiales. En el año 1991 ganó la Palma de oro y el Gotham Award por Barton Fink, por su largometraje Mac aspiró al Independent Spirit Award, la serie Monk le hizo alzarse con el Emmy, Quiz Show lo puso en la terna de los SAG y los Globos de oro, y posteriormente causaron sensación sus aportaciones a O Brother!, Margot y la boda o el telefilm The Bronx is Burning. Los Oscar, con todo, nunca han valorado el trabajo de Turturro: en perspectiva, y conociendo las estadísticas de las temporadas de premios, es realmente extraño y escandaloso que no estuviese nominado por la cinta de Robert Redford (tal vez su papel, al ser un caso de 'secundario protagonista', no fue promocionado como debería, y más en ese 1995 en el que se entregaron por primera vez los SAG). Ha sido el primer actor en recibir una mención especial en Sundance, y todas sus películas han conseguido la friolera de 37 nominaciones al Oscar. Lástima que últimamente ande bastante desaparecido: merece el premio.
4. KEVIN BACON
(Philadelphia, Pennsylvania, EE. UU.; 08-07-1958)
De joven promesa del teatro a descubrimiento de los 80 gracias a Diner, Viernes 13 y sobre todo Footlose, hasta llegar a ser uno de los actores más premiados y mejor valorados de la actualidad. En todo ese recorrido el Oscar no ha hecho acto de presencia, aunque estuvo nominado al Globo de oro por Río salvaje y aunque ha formado parte de los oscarizados repartos de Mystic River, Algunos hombres nuevos, Apolo 13, El desafío: Frost contra Nixon y JFK. Con Bacon se cumplen dos de las constantes que siguen gran parte de los autores citados aquí: una carrera cercana al fantástico, y por ello merecedora de otros galardones como el Saturn Award (El hombre sin sombra, El último escalón, Temblores, Atrapada, X-Men: Primera generación); y una influencia de la televisión más que notable (ahí está The Following, ahora en emisión). El leñador y Where the Truth Lies perfectamente hubiesen podido ponerle en la terna de candidatos, pero Bacon ha llegado a los 55 años sin cita en el Kodak Theatre. Mientras, sigue rodando/filmando películas para/con su esposa Kyra Sedgwick, otro nombre habitual en candidaturas de la pequeña pantalla. A Bacon sólo le hace falta el papel perfecto que lo encumbre de una vez por todas: ¿cuestión de esperar?
3 JIM CARREY
(Newmarket, Ontario, Canadá; 17-01-1962)
Pronunciar su nombre es suficiente para que unos sonrían y otros salgan despavoridos. Jim Carrey posee un sentido del humor muy personal que o encandila o echa para atrás, sin posibles medias tintas. En su caso, como en tantos otros, la gloria le vino con la parodia más desatada (La máscara, Ace Ventura, Dos tontos muy tontos, Mentiroso compulsivo), pero el verdadero reconocimiento lo consiguió gracias a papeles más dramáticos (El show de Truman, Man on the Moon y ¡Olvídate de mi!, sumando la frustrada The Majestic y el descalabro de El número 23). Y aquí poco importa si uno es fan o detractor de míster Carrey: estamos hablando de tres candidaturas al Oscar cantadas y robadas. Su tendencia a la tontería merece otro tipo de premios. También su aguante a largas sesiones de maquillaje (El Grinch, Cuento de navidad, Una serie de catastróficas desdichas de Lemony Snicket). ¿Actor de otro tiempo? Para nada: Como dios fue un éxito en todo el mundo, se ha vestido las mallas de (anti)héroe en Kick Ass 2 y Anchorman: The Legend Continues y tiene pendientes de estreno chorrazas de diferente calibre, una de ellas firmada por los temidos hermanos Farrelly. Por el camino del disparate Carrey no conseguirá la nominación: el día que se le crucen los cables y decida hacernos llorar a lágrima tendida, la Academia se rendirá a sus pies. No por casualidad, es uno de los pocos ganadores del Globo de oro al mejor actor tanto en los apartados de comedia como de drama que luego no ha estado nominado al Oscar. Si el Oscar de Bullock ya escoció, espérense a ver lo que puede pasar con Carrey.
2. JOHN GOODMAN
(St. Louis, Missouri, EE. UU.; 20-06-1962)
Salgan a la calle con la foto de John Goodman y pregunten: todos dirán que se trata de 'aquel gordito que sale en casi todas las películas'. Eso es en esencia Goodman... pero revisar su filmografía de más 100 títulos implica darse cuenta de que Goodman, en la sombra, ha estado en todos los ajos de los Oscar, aunque sólo la teleserie Roseanne le haya aportado premios. Goodman ha trabajo con los Coen, Nichols, Solondz, Hackford o Spielberg. También cuenta con éxitos muy citados como Los picapiedra o El bar coyote. Se ha dejado ver en cine y televisión, además de su actividad como doblador de cintas animadas. Su nombre va asociado a la comedia, pero en su carrera hay papeles de todos los palos. Y a lo tonto, lleva tres años seguidos siendo uno de los 'fijos' de los Oscar y alrededores: las nominadas Tan fuerte, tan cerca y The Artist tenían su nombre en el reparto; la misma peripecia consiguió con Argo y El vuelo, y por la de Affleck se llevó el SAG de reparto a casa; y esta temporada lo veremos en dos platos fuertes como The Monuments Men y A propósito de Llewyn Davis (de nuevo con los Coen). Y en medio, ha estrenado R3sacón, Los becarios, Golpe de suerte y la ganadora de Sitges Red State. ¿Quién da más? A sus 51 años difícilmente hará el salto de nuevo como cabeza de cartel, pero su bagaje lo convierte en eterno candidato al premio al mejor secundario. Quien la sigue, la consigue.
1. RICHARD GERE
(Philadelphia, Pennsylvania, EE. UU.; 31-08-1949)
Seguro que muchos piensan que Gere no merece un Oscar y que por lo tanto no merece presidir este listado. Con todo, hay que ser objetivos, y tanto por su popularidad, sus números de éxitos en taquilla, su aceptación-simpatía entre la crítica y su condición de símbolo-mito de la historia del cine (antes y después de lucir las canas más emblemáticas de Hollywood), es imposible no preguntarse por qué el señor que le dio una segunda vida a Pretty Woman, el eterno Oficial y caballero y American Gigoló o el seductor que ha sido mil veces solicitado (El Dr. T. y las mujeres) y rechazado (Novia a la fuga) incluso por la misma mujer (Diane Lane en Infiel y Noches de tormenta respectivamente) no tiene al menos una nominación al Oscar (sí tiene el Premio Donostia, que no es poco). A Gere le ha costado mucho salir del 'papel de chico sexy', y con los años cayó en otro encasillamiento al convertirse en carne de 'thrillers descafeinados'. Pero opciones de Oscar las ha tenido, y nada desdeñables: en Sommersby y El laberinto rojo es mucho más que una cara bonita, en Chicago se dejó el alma y sobre todo los pies, y El fraude (Arbitrage) demostró que a sus 64 años es un actor maduro capaz de casi todo. Ahora ha dejado de ser el pequeño de la ficción para ser el padre (reivindicamos La huella del silencio) y sólo enamora a maduritas con productos como ¿Bailamos? ¿Demasiado popular para la exigente Academia? Tal vez. Pero sólo los mejores resisten con tanta fuerza durante tantos años: Gere es uno de los grandes.
2 comentarios:
Son todos MALÍSIMOS!!! A excepción de estos 3: ALAN RICKMAN, EWAN McGREGOR y MICHAEL FASSBENDER. Aunque con lo vulgar que está el Oscar se lo merecen todos, menos esos 3.
A mi me parece que Robert Carlyle también debería estar en la lista.
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