LA VIDA ES BELLA (LA VITA È BELLA, LIFE IS BEAUTIFUL), de Nicola Piovani (Roberto Benigni, 1998)
Oscar 1998 a la mejor banda sonora
Palmarés: Nominación al David di Donatello italiano y a los premios del Sindicato de Periodistas de Italia a la mejor banda sonora del año. Candidatura al Grammy a la mejor música escrita para cine o televisión.
El compositor: Cuatro décadas de trabajo y 130 banda sonoras convierten a Piovani en uno de los grandes músicos vivos y uno de los más relevantes de la escena europeo. Ha puesto música a las obras de los mejores nombres de la escena italiana: Fellini, Bellochio, Taviani, Monicelli, Moretti y Benigni entre otros. En España lo conocemos por sus obras en la trilogía ibérica de Bigas Luna. Y el mundo se rindió a sus pies con La vida es bella, por la que obtuvo una de las estatuillas musicales más aplaudidas de los últimos años. Su última intervención pública hasta la fecha fue en el prestigioso Festival de la canción de San Remo, donde intervino en calidad de presidente del jurado.
Reseña: Las músicas de Piovani siempre respiran jovialidad, tienen un lado juguetón y se adaptan a todo tipo de cuentos cinematográficos: de los irónicos de Moretti, los sexuales de Luna a los surrealistas de Benigni. Con estas credenciales no había mejor compositor para musicalizar las hazañas de Guido, el padre de aspavientos bufonescos que moldea Benigni. Piovani pone sus conocimientos como director de orquestra al servicio de una gran suite con variaciones: el tema principal, archiconocido por todos, es tan potente que recorre todo el film, con cambios en la velocidad de los ritmos, los instrumentos y otros efectos. La comedia del primer tramo, la tragedia del segundo (Treno nel buio nos introduce en el tren que va en dirección al horror) y el invencible optimismo del personaje en todas sus partes encuentra un gran aliado en la música de Piovani: los tracks van de los sonidos de carrussel a la solemnidad de los instrumentos de viento. Junto a todo lo descrito, partes de ópera, acordes de vals y música de cámara aportan su toque de magia a escenas muy concretas como el baile inicial o el momento del gramófono que conecta al matrimonio en el campo de concentración. Una banda sonora de gran belleza que inspira ternura, melancolía y vitalidad, sensaciones encontradas en una misma melodía, lo mismo que sucede con el tragicómico tempo narrativo de la película. Una prueba de ello es el track final Abbiamo vinto ('Hemos ganado'), con el que Giosuè sale de la 'prisión' subido a un tanque en brazos de su madre: la música crece, se torna festiva y retiene el dolor y la inocencia del crío, llegando a unir muchos sentimientos encontrados en muy pocas notas. La vida es más bella escuchando el soundtrack de Nicola Piovani. Una de esas bandas sonoras que tararearán muchísimas generaciones de cinéfilos.
Nota: 9'5
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