Vincent Gallo es un vagabundo del arte: pasa de la música al cine, de la fotografía al porno con extraña rapidez y avidez. Su condición de niño rebelde, sex-symbol carcelario y rockero con corazón hacen de Gallo un ser extraño con múltiples caras. Gallo nos manipula constantemente con sus excentricidades y provocaciones, aunque su séquito de fans es un grupo en alza que clama contra el cine y la música convencional. La carrera de Gallo tuvo su particular momento álgido tras la presentación en el festival de Cannes de The Brown Bunny, un film del que se ha escrito mucho pese a no estrenarse en España. Buffalo 66 es más moderada y supone la paleta definitiva de personajes a contracorriente que luego poblarían los mundos de Sam Mendes, Wes Anderson o Todd Solondz (cada uno en su estilo). Encontramos aquí la historia de un ser destructivo cuya viva se asenta sobre la mentira: todos los personajes de Buffalo 66 son tarados mentales, cowboys sin pistolas con vidas aburridas. Galo nos regala el ennoblecimiento de un ser rudo y bruto que acabará creyendo en el amor; un amor, pero, variopinto e irracional. Sutil pero muy cuestionable es la relación que se establece entre los dos protagonistas: algunos clamarán la presencia de una mujer silente, sumisa, maltratada pero atraída sexualmente por el maltratador. El código de Buffalo 66 contempla el crimen, la venganza y el secuestro en un film directo y oscuro, a ratos insoportable, que mezcla la idiotez de los Coen con la violencia física y verbal de Tarantino. La historia debe disfrutarse como un retrato de la Norteamérica más pueblerina y estúpida, el desfile de unos personajes que pegan a la vez que sufren. Es curioso la rumorología que Gallo construye en torno a su miembro viril, un guiño constante que marca el viaje de este Don Quijote sin rumbo ni recursos. Buffalo 66 no inventa nada, pero es uno de los despropósitos más deliciosamente absurdos jamás realizados. La calidad del film, para muchos desconocido, queda demostrada con su reparto (Ben Gazzara, Angelina Houston, Christina Ricci) y su munión de fans.
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2 comentarios:
¡Hola!
Grande Buffalo 66, deliciosa Ricci, y genial atmósfera decadente. No hay que olvidar la música de los 70 (King Crimson, Yes, ... etc.) de la que Gallo es fan y que es casi otro personaje más de la película. Decididamente a reivindicar.
Saludos!
No creo que necesitemos reivindicar esta obra. Es verdad que pocos la han visto, y para eso sirve. Pero quienes la han visto, saben que es una verdadera obra maestra.
Al menos así lo creo yo.
Saludos Sospechosos
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