martes, 31 de marzo de 2009

SERIES 12: ANATOMÍA DE GREY



La ABC precisaba una serie corta y ligera para completar la temporada. La anécdota gustó y Anatomía de Grey fue creciendo hasta convertirse en la serie más seguida en Estados Unidos, sin olvidar el Globo de oro. El nacimiento irregular de la serie se tradujo en una segunda temporada tan larga como intensa y en una tercera temporada decente pero no brillante. El lector atento verá que hemos elidido las últimas entregas, una estrategia para evitar hablar de la decadencia de las tramas, la desvirtuación de los personajes y la vanalización de todo lo propuesto de forma reflexiva e intimista en los primeros nueve episodios. Con ello, además, se demuestra que existen varias Anatomías de Grey: el drama psicoanalítico, el culebrón con estilo, el relato de acción trepidante o la descripción de enfermos con curiosos secretos y dolencias. Todos estos ingredientes, antes suculentos, ahora empachan e irritan. La coctelera, cómo no, se completa con varias raciones de polémica porque Anatomía de Grey ha trascendido la ficción y ha llenado portadas con las disputas de sus actores, los problemas de rodaje o las ansias por tener más relevancia en la trama (cítese el caso de Katherine Heigl). La sombra de su spin-off, la insuficiente Private Practice (Sin cita previa para los menos entendidos), ha pesado también en la serie: Sin cita previa no solo hereda los defectos del producto original, sino que ha afectado considerablemente la consistencia de Anatomía de Grey. Shonda Rhimes, figura importante en la huelga de guionistas, debería demandar a la cadena por pluriempleo. El exceso de cantidad ha afectado a la calidad, hecho evidente que no debería perdonar ningún fan.

Anatomía de Grey nos ha deparado momentos nada desdeñables, capítulos muy comentados y escenas inolvidables. Media Norteamérica lloró la muerte de Denny Ducket, sufrió por la bomba que tapaba la mano de Christina Ricci (uno de los tantos cameos que han poblado la serie), vivió la no boda de Christina (excelente Sandra Oh, la mejor del reparto) y disfrutó cual adolescente con los líos amorosos de los personajes (al principio coherentes y bien construídos). Lástima que tengamos que remitirnos a un tiempo pasado: Anatomía de Grey agoniza ahora a modo de chicle interminable, sin sabor ni interés, sin fuerza ni credibilidad. La relación entre Meredith y el doctor Macizo, a base de giros y disputas, ha dejado de interesar, lo mismo que ha ocurrido con todas las tramas secundarias. Toda una pena, porque la serie ha sido una de las mejores ficciones de los últimos años. El entramado de amores y desamores de Anatomía de Grey tenía sentido en un contexto de instituto; por eso, los adolescentes que hemos aplaudido la serie hemos optado por desertar y la audiencia ha mermado considerablemente. Hay cosas que no se arreglan con suturas (de médico) o caricias (de enamorado). Siempre nos quedará su banda sonora...

4 comentarios:

Carlos Giacomelli dijo...

completamente de acuerdo, y de hecho, yo la sigo por inercia, y me he hecho prometer que continuaré con ella sólo hasta que, y ojo que va SPOILER, muera o desaparezca de escena Izzie, cuya baja de la plantilla se viene rumoreando desde bastante tiempo (lo mismo que la de Geroge y ahora, atención, la del Dr Macizo). FIN SPOILER/RUMOR.

Mi opinión es que deberían hacer como con Prison Break y acabar con esta temporada definitivamente... una lástima, pero mejor eso que nada.

Alejandro A dijo...

te de acuerdo solo que te puedo decir que si se nota un cambio de mejoría en la nueva temporada, hablando del spin-off (que aquí penosamente se llama "Addison") ese sí que es un fiasco, la dejé en su quinto o sexto capítulo

Blanch dijo...

Tienes mucha razón, la segunda temporada ha sido la mejor pero el nivel ha bajado desde entonces en cada temporada. Continúo viéndola porque sigue siendo una de mis series favoritas pero ya ni me engancha ni me emociona como antes. Hay cosas que están muy pero que muy pasadas de rosca, como la relación de Meredith y Derek. A la espera estoy de que Cuatro siga emitiendo la actual temporada.

Alec Roivas dijo...

Acepto que el episodio de la bomba con Ricci es excelente y hay un par de buenos capitulos pero la serie en general es de muy poca calidad.

Sandra Oh y Chandra Wilson son las únicas que brindan interpretaciones excelentes, aunque mucho se debe a que sus personajes son los que están mejores construidos.

La relación entre Meredith Grey y el Dr. Sheperd resulta cansante, al igual que el 90% de los líos amorosos.

Privace Practice un spin-off para beneficio de Kate Walsh es un autentico fracaso, y no es necesario que continue.

En cuanto a serie de hospitales siempre me quedare con la extraña Scrubs la cual me parece superior a E.R. o House.