¿Quién será Pippa Lee?, se pregunta el cinéfilo. Una película de la que se sabe poco, que no ha conocido promoción y que se estrena en un verano en el que no hay nada interesante para ver en una sala de cine. Sentimos decirlo pero Pippa Lee, sea quien sea, no será la película que salve este julio de penurias. Película femenina con un reparto increible, desgraciadamente al servicio de un guión edulcorado, flojo. Pippa Lee (Robin Wright Penn, últimamente desaparecida) no sabe quién es y el film tampoco. Estamos ante un tipo de cinta totalmente dócil, dulce. Pasan muchas cosas y al mismo tiempo no ocurre nada. Película que se ve pero que no se mira. Historia que no molesta, tampoco apasiona. ¿Que quién es Pippa Lee? Una ama de casa en plena crisis de los cincuenta que recuerda sus vidas anteriores. Es precisamente en estos recuerdos almibarados en los que aparecen Maria Bello (su madre adicta a las anfetaminas), Julianne Moore (lo mejor de la fiesta: una fotógrafa lesbiana que recrea escenas sadomasoquistas) y Monica Bellucci (tan fría y voluptuosa como siempre), todas ellas clichés que el espectador nunca se cree. En fin... una película que dentro de unos años emitirá Antena 3 en sus tardes de cine facilón. Una película inocua, suave, condescendiente. La típica historieta que a los cinco minutos sabes cómo acabará. No tendrán pesadillas con el tatuaje hortera de Keanu Reeves, pero, si pueden, no pierdan el tiempo. Pippa Lee debe seguir anónima. ¿Quién es Pippa Lee? Poco importa.
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1 comentario:
Ohhh siento que no te gustara... y que mi crítica te haya animado a verla jeje. Cierto es que no es nada del otro mundo pero yo valoré más sus alicientes. Agradable pero no deja poso.
Saludos!
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