jueves, 8 de abril de 2010

FANTASTIC MR. FOX 8 / 10

El estilo de Wes Anderson, ahora en versión animada, sigue en toda su esencia. A Anderson le interesan las familias, a poder ser desequilibradas, desestructuradas. La chulería de este zorrón se ensambla a la perfección con todo el discurso del realizador; la figura burlona que se cree superior a todo el mundo y que, con permiso de Roahl Dahl, puede interpretarse como una caricatura del presidente o mandamás que se nos antoje. Fantastic Mr. Fox asimila el atrevimiento del protagonista: es descarada y divertida, rápida y directa, firme en su vis cómica y eficiente en los últimos momentos de acción. A este zorro le gusta ser friki, una rara avis entre el cuento tradicional y el experimento para adultos. Es cine inteligente, animación de autor, título entrañable que funciona como píldora de buen rollo. Es imprescindible la versión original para disfrutar de las voces de George Clooney y Meryl Streep: tal es la verborrea de estos bichejos que es imposible despegar ojos y orejas de la pantalla. A la Academia le faltó la audacia de Mr. Fox para darle el Oscar a la película... El resultado es una obra inclasificable que enriquece la filmografía de Wes Anderson y amplía las posibilidades del mundo cartoon. No es un título para los más pequeños, pero el tiempo puede recompensarla en cinta de culto. Es la magia del prestidigitador...



Este zorro haría temblar a las gallinas de Chicken Run. Su familia podría ser la rama bastarda de los Tenembaum o la versión rústica de unos Simpson subterráneos. La familia expía los trapicheos del padre con un viaje en el que todos aprenderán a interactuar y a valorarse... todo para desgracia de los granjeros Boggis, Bunce y Bean. Es tan antigua que es moderna, es tan rara que acaba siendo normal: pocos tienen el atrevimiento de evitar moralinas, eludir chistes burdos y esquivar convenciones (Pixar, can you hear us?). La vida aquática de Steve Zissou y la aventura india de los hermanos Wilson-Brody-Schwartzman tienen otro compañero de ruta. Poco a poco, Anderson se está conviertiendo en el realizador más importante, visionario e innovador de su generación. Cuánta razón tiene el título: esto es fantástico en todos los sentidos.