La nana es un thriller inusual. Una historia que podría resumirse en escasas líneas y que, pese a todo, esconde un sinfín de matices y cuestiones sociales demasiado cercanas, terroríficamente verdaderas. La nana, desde la apariencia de cuento corto, es una crítica a la lucha de clases y una fábula sobre las palpables garras del poder (la jerarquía es clara: la nana obedece, y esta a su vez azota a todas sus ayudantes) y las invisibles heridas del alma (los silencios, los misterios, las geniales caras de dolor y furia que nos regala una Catalina Saavedra inolvidable). La cinta se enternece a la par que su personaje deja abrir sus puertas a Lucy, un personaje decisivo que marca un punto de inflexión en la vida de esta chacha anónima. Con estos cambios, el relato terminará de forma circular (un cumpleaños austero y serio abre el relato; otra fiesta, primero alegre, luego amarga, marca el final de la cinta) y se impondrá como mezcla de comedia malsana y drama social. Un film agradable, tan contradictorio como su personaje: a ratos agrio, en ocasiones tierno. El espectador se queda con ganas de saber más, pero así debe ser La nana chilena: esquiva, dulce, triste, alegre, frágil y témpano de hielo. Una película con pocos recursos, contados escenarios y resultado más que decente.
Lo mejor de La nana es su estructura sencilla y a la vez imprevisible. La película funciona como una olla a presión y el espectador espera explosiones en todo momento. Los juegos de la nana, tan macabros como deliciosos, llaman la atención de forma poderosísima. Guardiana de todos los secretos de una familia de clase alta, la protagonista utiliza su ingenio para alterar el día a día de sus amos. La nana, reverso amargo de cenicientas modernas, se equivoca al evitar contar el pasado de su protagonista: no hay nada que justifique las querencias y carencias de un personaje que, al final, es una ecuación sin solución. Ello tiene un lado positivo: la cinta continúa en la mente del espectador horas después de su visionado. Pero también conlleva un sonoro defecto: no concretar nada, no redondear una historia que, más que verse, se intuye, con lo que el disfrute se reduce de forma importante. Con o sin respuesta, La nana es lo suficientemente sólida como para merecer una nominación al Globo de Oro que realzará su carrera comercial. Una historia universal sobre sirvientas y servidos, pícaros y poderosos. Chile existe; y sus nanis, también.
Nota: 7
6 comentarios:
concuerdo mucho con tu crítica. y viendo tus notas anteriores a otras películas, un 7 es una muy buena nota. La Nana, y dejando de lado mi chilenismo y todo eso, es una de las mejores películas del 2009. si bien, y tu crítica lo dice, hay unos pequeños problemas de dirección y guión, pero a mi parecer no son importantes.
Catalina Saavedra es una excelente actriz, y obviamente toda la atención de centra en su actuación pero cuando la vi por segunda vez (esta vez arrendada, la primera fue en cines)encontré que Anita Reeves, aquella ayudante de La Nana que sube al techo y dice esa frase que tanto me causa risa cada vez que la veo ("te vi weonaa"! jaajaj) se luce de una manera notable.
saludoooos!
Concuerdo con tu crítica, de hecho también la califique con 7.
El problema es que la película nunca justifica a sus personas, mantiene al espectador pensando en cuales fueron las causas pero nunca queda nada claro.
Mi problema con la película fue que si bien la película se presenta como un drama no funciona como tal, y lo hace como una comedia involuntaria.
Y concuerdo con "anónimo", el papel de Anita Reeves es genial.
Esta es mi próxima crítica, asi que verás mi opinión ahi, si te pasas a leerla cuando esté lista.
Un abrazo! Te espero en mi "Lo que viene" jaja
PM
no puedo opinar porque no la he visto..
tu puntuación y crítica son buenas.
cuando la estrenen la vere.
es una opurtunidad de conocer otro tipo de cine,ya que de pelis chilenas no llegan a España..
un saludo y feliz año
Me ha gustado mucho la película, con la diferencia de que no me molestan esas preguntas sin respuesta que deja la película.
El tema de los créditos está muy bueno.
Hay personajes que no necesitan evidenciar las razones de sus actos. En la película, cuando uno ve el poder que tiene la nana sobre su patrona o la bronca de la misma nana con la hija del matrimonio, no es necesario saber las razones profundas detrás de sus reacciones, uno desprende que se debe a la convivencia de una familia sin certezas, sin una clara limitación en los roles. El director es un observador de las relaciones que se conforman en ese hogar, lo difícil que es conocer al otro, la intimidad forzada, lo desconocido que puede ser tu propia familia. Es el estilo del director, tiende a mezclar el drama con la comedia, no creo que le interese desarrollar uno más que el otro, le gusta esa ambigüedad en el relato, más aún en un tema como este en el cual no tiene porque existir buenos y malos, sino individuos complejos conviviendo en una rutina diaria de tejemaneje de poderes. Es bueno que no sea tan fácil el disfrute, que requiera más de uno como espectador, me agrada.
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