miércoles, 27 de enero de 2010

QUERIDO ESPECTADOR: SEA CÍVICO, POR FAVOR

¿Cuántas veces han tardado en ver una película infantil en los cines porque temían los alaridos, saltitos y jaleo general que provocan los niños dentro de la sala? ¿Cuántas veces han asistido a la proyección de una película mientras el espectador de al lado comenta sin tapujos todo lo que está viendo? ¿Alguien ha oído ronquidos, visto lluvias de palomitas desde las filas más elevadas o sufrido algún politono de un móvil maleducado? Si han respondido que 'sí' a algunos de estos ejemplos conocerán de primera mano la falta de civismo que existe en las salas de cine. La gente mayor no va al cine porque, según muchos, 'el sonido está demasiado fuerte', 'la calefacción está demasiado alta' o 'las películas de ahora no son como las de antes'. Hay otro factor decisivo: la gente. Dos son multitud y las salas de cine albergan centenares de cabezas: menudo caos. La guerra empieza en la cola: caras nerviosas, algunos codazos y tramposos que se cuelan. Adquirir la comida puede ser un deporte de sumo riesgo: demasiados menús a elegir, infinidad de tamaños y productos, una ingente cantidad de impacientes que quieren muchas cosas al momento, sin esperas ni excepciones. Y dentro de la sala, la bomba explota: risas exageradas, gente que reposa sus pies en los asientos de otros y públicos desatados. La verdadera película transcurre, en ocasiones, en la propia sala. Lástima que las anécdotas contemplen historias de todos los palos: comedia, drama, thriller, incluso terror. Dios bendiga a los cinéfilos.


Me he percatado que tengo pereza a la hora de ver ciertas películas. Me cuesta ver Avatar, pero corro en seguida para conocer lo nuevo de Haneke. He llegado a la conclusión que el problema es la gente. Además, las películas más solicitadas (y con las sesiones más frecuentadas) son las que más fácilmente pueden adquirirse en internet. ¿Para qué ver Resacón en Las Vegas en el cine si puedo evitarme el trago y ver la cinta en casa, con suerte en su versión original? De no ser fructífera la experiencia, al menos habremos ahorrado dinero y aprendido un poco de inglés. El creador de historias no cuenta con los factores extracinematográficos que acontecen en las salas de cine de medio mundo; tampoco debería preocuparse por ello el cinéfilo que de verdad presta atención a la pantalla. De la misma forma que se prohibe fumar o consumir productos que no sean del cine en cuestión, los acomodadores, figura sin autoridad y en desuso, deberían velar por el silencio, el respeto y la convivencia en la sala. O mejor aún: se necesitan cursos en los que la gente aprenda a ver cine sin molestar a sus compañeros. Que haya limpiadores no implica que debamos dejar los botes vacíos de palomitas y coca-cola en el suelo, aunque la falta de civismo no conoce límites. Se quejan los espectadores de la segunda sesión porque la sala está sucia (los espectadores de la primera sesión dejaron su huella), pero después serán ellos los que ensuciarán más un espacio que debería ser sagrado y público (la basura de la segunda función se suma a la fiesta para los visitantes de la tercera sesión). ¡Querido espectador: sea cívico, por favor!

10 comentarios:

leolo dijo...

Totalmente de acuerdo con lo que escribes. A mí, por esos motivos, cada vez me da más pereza ir al cine (estoy hablando de multisalas, no de otros circuitos alternativos) y de hecho voy muy poco. Pero, amigo Xavi, es que la falta de civismo es algo general en nuestra sociedad, y no se da sólo en los cines.

Saludos

eloy

Kiryu dijo...

Una gran crítica que me ha hecho asentir con la cabeza y sonreir en más de una ocasión. Totalmente de acuerdo, la gente hoy va al cine como quien va al bar a comentar un Barça-Madrid (con todos mis respetos a la gente que lo hace) y no se da cuenta de que está conviviendo en SOCIEDAD.

Un saludo!

Unknown dijo...

Esto se podria enseñar en las escuelas, como reciclar, no tirar papales al suelo o demas cosas... es cuestion d civismo, y muchas veces eso no se aprende en casa...

Coincido plenamente contigo, Xavier. Pero desde hace un par d año, mi hobby favorito es pegarles un grito a los niñatos en el cine y ver como callan pal resto d la peli! ; )

Un saludo

VitoneMen dijo...

Personalmente voy a veruna película al cine cuando esun estreno blockbuster, Avatar, Angels & Demons, etcc...
Pero estoy muy de acuerdo a lo que te refieres con la suciedad que dejan las personas de las funciones anteriores, totalmente horrible.

Saludos!

Nosédecine dijo...

Que gran verdad. Y yo creo que has moderado bastante el tono sobre lo que estás reflexionando, porque yo me enervo al pensar la de veces que en una proyección he escuchado alaridos, peleas, gente comiendo o lanzando la comida, bostezos, etc. Después si vas a ver una película en sesión matinal te miran raro, y lo único que quieres es poder disfrutar de la película sin molestias.
Pero bueno, un mal que es muy dificil de erradicar y que me imagino debe ser muy diferente según el país y la cultura.
Una gran reflexión. Saludos.

Blanch dijo...

Yo he tenido la suerte de que en tres de las últimas pelis que he visto en el cine no había nadie en la sala. Hay gente que eso le molesta pero para mí es una gozada que no haya nadie incordiando. Los días que menos probabilidades hay de comerte marrones son la sesión golfa del viernes y días laborales de lunes a jueves, lo he comprobado.

Saludos!!

Unknown dijo...

Recuerdo cuando vi "Encantada" recibi varios hielos desde arriba de la sala a reventar por adolescentes.

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Alejandro A dijo...

ohhh síi a todo lo que dices, yo voy poco al cine no solo porque en mi pequeña ciudad no hay sino porque está carísimo pero cuando lo logró (casi siempre es con los mayores blockbusters) es lo peor, las risas exageradas y en cosas que ni siquiera causan gracia!!!, de la suciedad no me quejo porque afortunadamente no me han tocado cines tan sucios

Jesús dijo...

Como has dicho,depende de la película que vayas a ver y el cine que vayas (los de los centro comerciales son una locura).Tristemente,la gente persigue donde van los demás,si vas a ver una película comercial,con mucho bombo y encima en horario de fin de semana,corremos el riesgo de ser atropellados por aquellos que no valoran el séptimo arte,chiquillajes y con mala educación.

Damián de Haedo dijo...

A mí me pasa que me pone nervioso el público del cine, que muchas veces pareciera que lo último que le interesa es ver la película. Esto sin dudas ayuda a la piratería...