La ópera prima de los hermanos Pastor es un intento por reinventar el cine de terror adolescente. Y debe subrallarse el matiz de 'intento' porque Infectados, a parte de no contar nada, no aporta nada. El juego de los directores catalanes consiste en narrar una historia austera, visualmente homogénea, sin demasiados efectismos y con un metraje corto, perfecto para que el público pueda olvidar lo (no) visto. Tanto impulso por quitar elementos se ha traducido en una trama desnuda de interés, sin endamiaje alguno. Los protagonistas viajan en coche, pero no sabemos dónde se dirigen ni por qué. Se nos deja insinuar una infección mundial que no podemos ver, oler ni palpar. Todo denota impostura: ¿por qué los personajes limpian con ahínco el coche infectado y luego no se protegen con las mascarillas de rigor en espacios de mayor riesgo? ¿por qué el film vira a una lucha entre hermanos si la relación de sangre solo se acentúa al final del relato? ¿por qué el conjunto empieza con un flash-back tan gratuito como innecesario? El dúo de directores quieren proponer una historia sobre humanos que, en una situación extrema, se tornan bestias. Nosotros somos el mayor peligro, los más desalmados, la real infección. El mensaje, bien intencionado, más cinéfilo que cinematográfico (se agolpan sin suerte 28 días después y road-movies polvorientas), es obvio e insuficiente. Para más colmo, Chris Pine y Piper Perabo ni son buenos actores ni son un reclamo publicitario para los jóvenes aficionados al género (que, hay que decirlo, saldrán defraudados: no hay nervio, no hay sobresaltos, no hay identidad ni entidad destacable). Un mediometraje de hora y cuarto que, más que una película, parece el proyecto, el borrador de un guión más sólido y prometedor. Apocalipsis sin caos.
Pese a tanto reproche, Infectados es una cinta que merece nuestra simpatía, por muy penosos y escuetos que sean sus logros. Se intuye una producción pequeña, barata, modesta en recursos e intenciones. Los hermanos Pastor, aunque no han acertado el tiro, no han contado una historia al estilo norteamericano. Infectados, por ello, huele a cine de autor amateur, a experimento perdido, a brújula rota. No estamos ante el último despropósito de Emmerich ni ante la pomposidad y la exageración del terror más teen: Infectados opta por un humanismo turbio, extraño, seriéfilo. De aquí que sus intenciones sean simpáticas y su resultado final, un tanto confuso. Olvidamos este primer asalto porque los catalanes pueden y deben ofecernos mejores espectáculos en el futuro. Ojalá la infección no haya afectado a los que pueden ser, junto a Bayona y demás tropa, las miradas del cine español (y yanki) del futuro. Su próximo proyecto será su real presentación ya que Infectados ni empieza ni acaba, ni cuenta ni concluye. Puntos suspensivos.
4 comentarios:
Era sabido q esta película iba a ser asi...
Desde el momento en que la vi en cartelera dije "naa... no más de esto"...
Saludos Xavi!
No Esta en mis planes visionar esta película, pero quizas en una de esas le de una pasadita.
Exelente Crítica.
Ya tengo mi crítica de Up y ademas una de las notas antiguas que me falta entregar al cineranking,te invito a leer mi crítica, para ver tu opinión.
Saludos!
Aunque los directores pongan mucho empeño, como decía aquel, lo que no puede ser, no puede ser y además es imposible. Pues eso, que uno acaba con la sensación de que no le han contado nada.
Saludos
Xavier. Si Esas son las notas para District 9 y Up.
Saludos!
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