sábado, 5 de julio de 2014

CORTOS CSF: ASESINOS, ¿DÍGAME?, de Raquel Polo



1. ¡Hola Raquel! Muchas gracias por presentar Asesinos, ¿dígame? en la segunda edición del Cinoscar Summer Festival. Antes de empezar a conocer los detalles de tu cortometraje, queremos conocerte a ti. En pocas palabras, ¿puedes contar a nuestros lectores cuál es tu vinculación con el mundo del cine? 
¡Hola! Gracias a vosotros por darme la oportunidad de formar parte de vuestra iniciativa. Por presentarme brevemente, os contaré que después de titularme en Realización y también en Imagen, este es mi tercer cortometraje de temática social y que todo esto nació porque yo de pequeña quería ser Indiana Jones, con sombrero de fieltro y látigo incluidos. 

2. En Asesinos, ¿dígame? abordas un tema tan actual y trágico como la violencia de género. ¿Qué te atrajo del tema para convertirlo en el centro de tu cortometraje? 
Siempre me he sentido muy vinculada a la defensa de los derechos de la mujer, es algo que he vivido desde pequeña, y a medida que he ido conociendo un poco el verdadero estado del terrorismo machista, sentía la necesidad de agitar un poco las conciencias sobre la realidad más allá de las estadísticas. Las mujeres asesinadas o maltratadas, sea física o psicológicamente, y sus familiares y allegados, no son simples números en un gráfico (que muchas veces se maquilla por intereses políticos, sobre todo), son vidas truncadas, tragedias que se pueden evitar. Creo que es necesario que reflexionemos seriamente sobre algo que ya se ha considerado una epidemia, pues una de cada tres mujeres europeas ha sufrido violencia machista. 

3. ¿Cómo fue el proceso de investigación que realizaste hasta dar con tu historia? En el cortometraje se intuye un gran trabajo de campo: seguro que puedes contarnos algún detalle interesante. 
Investigué los datos existentes a nivel institucional y también los no “oficiales”, que dejan a un lado el maquillaje de corrección política y social, las actividades de asociaciones que trabajan en este campo ayudando a mujeres y sacando adelante la lucha contra esa realidad, así como leí libros y vi películas relacionadas con el tema. Hace no mucho tiempo, conocí uno de los detalles más escalofriantes, y es que en la última década en nuestro país, han muerto asesinadas a manos de sus parejas más de setecientas mujeres... que se conozcan, porque uno de los grandes problemas es el que no todos estos asesinatos son registrados como tal. 


4. Tu cortometraje está enfocado desde el punto de vista del maltratador, una visión un tanto novedosa. ¿Qué te impulsó a convertir a Nacho en el protagonista del corto? De hecho, el corto empieza con un contestador automático para ‘asesinos’ y termina con el número de las víctimas del maltrato (016) sobreimpreso en pantalla. ¿Hasta qué punto querías ‘dar la vuelta a la tortilla’ y explorar la figura masculina del conflicto? 
En realidad no está tan enfocado en la figura del maltratador como a las posibles consecuencias que puede haber de que el conjunto de la sociedad siga mirando hacia otro lado. La violencia machista ha existido desde siempre, lamentablemente, y aunque pueda sorprendernos o violentarnos las conductas que se aprecian en la historia, son mucho más comunes de lo que podemos imaginar. La mayoría de nosotros, por ejemplo, estamos más que acostumbrados a enterarnos del asesinato de una mujer a través de los medios y pensar “otra más” y que ya sea “normal”… es por eso que quise llevar la historia hasta sus últimas consecuencias, para reflexionar sobre hasta qué punto se ha normalizado y lo hemos normalizado. 

5. En Asesinos, ¿dígame? el drama está presente en todo el metraje, pero dista de ser el drama al que estamos acostumbrados como espectadores y como ciudadanos. ¿Buscabas sorprender a la audiencia? ¿Qué efecto perseguías? Incluso hay momentos aislados que son cercanos a la comedia negra… 
En varias ocasiones, tras la proyección del cortometraje, se me han acercado espectadores para compartir conmigo sus primeras impresiones, y me han explicado el malestar que han sentido viendo la historia de Eva y Nacho, e incluso riéndose de algo que saben que es una barbaridad, lo que implica luego cierto grado de culpabilidad. En esos momentos, me he sentido más que satisfecha de haberme acercado a mi objetivo: hacerles conscientes de las barbaries que se cometen día a día contra las mujeres, de que actitudes permisivas son más comunes de lo esperado a todos los niveles. No pretendo aleccionar a nadie, es algo que siempre dejo claro, pero sí remover durante unos minutos sus conciencias partiendo de una distopía que tiene como base nuestro presente, y que está también en sus manos cambiarlo. 

6. El trabajo con los actores debió de ser uno de los aspectos más interesantes de todo el proceso creativo. ¿Puedes contarnos algún dato al respecto? 
Fue la parte más maravillosa de todo este viaje, ir viendo como mi historia cobraba vida a través de ellos, dotar de carne y hueso a una idea abstracta en mi cabeza. Trabajé mucho con el protagonista, Isaak Gracia, y aprendí muchísimo de todos, emocionada de que ellos mismos me enseñasen mucho más allá de lo que yo había contemplado en un primer momento en el guión. Fue un rodaje muy intenso, sobre todo las escenas de Eva (Carolina Rocha) y Nacho, tanto, que al terminar de grabar el momento en que ellos están en la habitación de su casa, nos quedamos mudos durante bastantes segundos. 


7. Las reacciones de los personajes secundarios (compañeros de trabajo, médicos, policía) distan de ser las esperadas por parte del espectador, por lo que consigues una sensación de tensión y extrañeza, incluso de contrariedad, poco explotada en trabajos previos de temática similar. ¿Todo ello estaba contemplado desde el guion? (No sé si con lo que ya he contado hasta ahora quedaría redundante que te explicase más en profundidad, que tampoco quiero aburriros, jejeje) 

8. ¿Has tenido ocasión de presentar o de visionar tu trabajo con víctimas reales o profesionales médicos? Seguro que sus palabras y reacciones han sido muy interesantes. 
Actualmente, estoy intentando organizar pases del cortometraje en diversos centros, pero sí me han llegado noticias de la reacción de personas vinculadas con la violencia de género, e incluso de victimas en primera persona, y la verdad es que es en esos momentos en los que te das cuenta de hasta qué punto has sido capaz de acercarte al infierno que debe ser (y que ni si quiera puedo llegar a imaginar) vivir semejante atrocidad, y sin ser realmente consciente de ello. 


9. ¿Qué opinión te merecen obras que retratan el drama del maltrato como Te doy mis ojos o Solo mía? ¿Destacarías algún título? ¿Cómo valoras la llamada ‘corriente de cine social’ presente en el actual cine europeo, español en concreto? 
Recuerdo que una de las últimas películas que ví, y de las cuales leí el guión original antes de comenzar el rodaje, fue Te doy mis ojos. Laia Marull y Luis Tosar dotan de un realismo a sus personajes difícil de olvidar, sobre todo cuando se te queda grabada en la mente la escena de las zapatillas de andar por casa. Muchas películas a lo largo de la historia del cine retratan la violencia contra la mujer, pero vinculándola directamente con vivir una relación “amorosa”, lo que se supone que entra dentro de lo que pueden vivir una mujer y un hombre en su día a día, y siguiendo con los roles preestablecidos de mujer sumisa y hombre dominante. Con respecto al cine social, tengo la impresión de que esta clasificación en nuestro país aún va unida al adjetivo “aburrido”, y es un terrible error. A nivel personal, considero que va mucho más allá de tratar de denunciar una situación concreta, que puede abordar la intimidad de individuos que forman parte de una sociedad de una manera original e imprevista, y que no tiene por qué recurrir únicamente a la lágrima del espectador ni a ser un instrumento meramente educativo o informativo, y de ello hay multitud de ejemplos. 

10. Gracias por responder a nuestras preguntas, Raquel. Te deseamos mucha suerte en próximos proyectos. Finalmente, te damos la posibilidad de dirigir unas palabras a nuestros lectores y animarles a que voten por tu trabajo. ¿Cómo es Asesinos, ¿dígame?? ¿Qué nos vamos a encontrar en el corto? ¿Por qué debemos verlo? ¡Mucha suerte! 
Porque aunque sea una historia dura de contar y de ver, considero que es necesaria. Debemos ser más conscientes de nuestro poder a la hora de cambiar las cosas, pero no sin antes quitarnos la venda de los ojos: si no erradicamos el problema de raíz, esta injusticia universal se perpetuará infinitamente, y aunque sea una lucha dura y larga, es hora de ponerse en pie contra cualquier tipo de discriminación hacia las mujeres. El cambio comienza en nosotros mismos, y Asesinos, ¿dígame? no es una sociedad tan alejada de la nuestra como podríamos querer aparentar o creer, por desgracia.

1 comentario:

Kos dijo...

No sé si Raquel Polo alcanzará a leer este comentario, pero desde aquí le doy mi más sincera enhorabuena por este corto arriesgado y tan claro. Como profesional dentro de la violencia de género (aunque todavía disto de ser un "experto"), agradezco tu compromiso. ¡Un saludo!