Amigos y amantes
INTRUSO, de Vicente Aranda (España, 1993)
¿De qué va?: Luisa, Ángel y Ramiro fueron en el pasado grandes amigos y amantes. Luisa se casó con Ramiro, pero Ángel de alguna manera siempre ha estado presente. Ahora Ángel vuelve de la forma más inesperada: Luisa lo encuentra enfermo y mendigando por las calles de Santander.
Palmarés: 5 nominaciones a los premios Goya 1993: mejor película, mejor actor protagonista (Imanol Arias), mejor director, mejor montaje y mejor banda sonora original. Nominación al Fotogramas de Plata a la mejor actriz española del 1993 (Victoria Abril). Premio en el Festival de Gramado a la mejor banda sonora.
El dato: La película se rodó en orden cronológico en Santander y en una finca situada a las afueras de Madrid. Ese mismo año Aranda estrenó dos películas: esta y El amante bilingüe, ambas con Imanol Arias, y las dos tras su única victoria en los Goya con Amantes. Los tres actores protagonistas ya habían coincidido en El Lute: camina o revienta (1987), por lo que eran viejos conocidos de Aranda. Pese a esto, el papel de Ramiro no tuvo actor durante el proceso de postproducción: el productor ofreció el film al actor francés Daniel Auteil, artista que Abril conocía por sus incursiones en el cine galo, pero Auteil no pudo realizar la película por un problema de fechas. Definida por Aranda como su proyecto más personal, el film se basa en un triángulo amoroso real que fue recogido por la prensa española de principios del S. XX. Naím Thomas, en su primer trabajo en el cine, interpreta a Ángel niño en una breve escena: posteriormente fue muy conocido al participar en la primera edición del talent show musical Operación Triunfo, además de por sus pequeñas apariciones en films como Manjar de amor o Caricias, ambos de Ventura Pons.
Valoración: Aranda, siempre obsesionado con los oscuros designios del deseo, la posesión y el sexo, filma en Intruso un thriller que desde el primer momento está condenado a acabar en tragedia. Entre sombras y al compás de las oscuras notas de José Nieto, el director sabe explorar la psique de sus criaturas con escenas llenas de virulencia. El film funciona al poner en un mismo espacio a tres personajes que se quieren y se odian. La vena más lírica de Aranda aparece en los flashbacks de Ángel, los diálogos llenos de odio de los dos machos o la pasión que desprende el personaje de Victoria Abril. Un cuento tenso e intenso realzado por la complicidad de su trío de actores. Sin ser la mejor obra de Aranda, sí es una de sus obras más claustrofóbicas y dramáticas. Un Aranda condensado y refinado, más europeo que nunca, dando forma al triángulo de amantes más desquiciado y apasionado de su filmografía.
Nota: 6
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