martes, 18 de julio de 2017

CRÍTICA | CUERVOS (WRONY), de Dorota Kedzierzawska



CUERVOS (WRONY)
Premiada en el Munich y Polish Film Festival
Polonia, 1994. Dirección y guión: Dorota Kedzierzawska Reparto: Karolina Ostrozna, Kasia Szczepanik, Malgorzata Hajewska, Anna Prucnal Fecha de estreno en España: Inédita Tráiler: Link 


Crítica José: La niñez, una etapa de inocencia en la que todo ser humano disfruta jugando. Pero en la niñez de Crow todo es diferente. Su vida es de color oscuro por la falta de cariño de su madre. Crow un día decide “secuestrar” a una pequeña niña, con la que desempeña el papel de la mamá. 66 minutos que nos muestran la aventura que emprenden ambas niñas, una historia sencilla pero eficaz sobre lo que sucede cuando los padres "ignoran" a sus hijos. Suman unas pequeñas actuaciones que se desempeñan de manera brillante y una música que queda adherida en los momentos justos de la cinta. Gracias a Dorota Kedzierzawska por esta cinta y por desprenderme algunas lagrimitas al terminarla de verla. Nota: 6 / 10


Crítica Mayra: En algún lugar austero de Polonia, Dorota Kedzierzawska filma esta desangelada historia que nos lleva a conocer la vida de dos niñas unidas por la desigualdad. Cuervos es un contraste entre quienes reciben el amor paternal que les corresponde y ese otro grupo que desde el inicio de su existencia se les ha negado el afecto paternofilial. De esta premisa surgen las actitudes irreverentes que comete el personaje protagonista de esta historia: una niña desprovista de afecto a quien el dolor y la amargura han restado inocencia. Cuervos es un singular drama que mezcla ternura y desprecio, inocencia y maldad. La cámara se sitúa de manera precisa, plasmando escenas interpretadas con mucho acierto por la pequeña protagonista, entregando así al espectador un drama con lecturas sociales interesantes, incluso más allá de su época y bandera. Sin duda, una película altamente recomendable. Nota: 7 / 10


Crítica Ronnie: Un notable trabajo de Dorota Kedzierzawska que nos permite ver dos días de la vida de Wrony, una pequeña niña de 9 años que vive con su madre en un pueblo junto al mar. La madre es la representación del descuido paternal: encierra a su hija en su habitación o la deja fuera de casa solo para tener relaciones sexuales con otros hombres. La imagen distante y nula de un amor que Wrony (Karolina Ostrozna) nunca ha conocido, elementos tóxicos que tienen envenenada la inocencia de una niña solitaria y molesta con su vida; una niña que un día secuestra a una pequeña de 3 años para experimentar junto a ella el afecto paternal que nunca ha recibido. De aquí en adelante, la narración toma un sentimentalismo que le da forma a la tristeza que vive la pequeña. Esta película fácilmente podría haber tomado un camino más cruento, teniendo al secuestro infantil y maltrato psicológico como ejes conductores de la trama, pero la directora sabe sacarle provecho a la sensibilidad del espectador y expone un caso que pone en alerta a los adultos de cualquier época. Nota: 8 / 10


Crítica Xavier: El amor se da o se recibe, pero nunca se pide. Aún menos se mendiga. Pero hay contextos tan extremos y seres tan débiles que es imposible no pensar qué sucede cuando a alguien se le niega todo atisbo de cariño. Cuervos, destinada a ser una de las grandes sorpresas de nuestro festival, nos introduce en espacios vacíos: casas en ruinas, playas hostiles y calles empedradas con charcos. Una niña juega absolutamente sola. En su infatigable búsqueda de afecto decide raptar a una niña más pequeña que ella. Los juegos se convierten en expresiones diabólicas de sus necesidades y carencias, pero la película nunca apuesta por el tremendismo. Al final, uno no sabe qué personaje cuida al otro, quién es la madre de quién, dónde empieza la inocencia y termina la maldad. Kedzierzawska, a imagen y semejanza del Erice de El espíritu de la colmena y del Saura de Cría... cuervos, traza una delicada oda a la infancia en un contexto de marginalidad y represión. Dura, frágil, bella. Parca en diálogos y escueta en metraje. Como debe ser. Porque sólo puede ser así. Probablemente la fábula de Kedzierzawska esconde relaciones con la Polonia posterior a la Segunda Guerra Mundial que nosotros no podemos percibir, pero sus temas son tan modernos que Cuervos (Wrony) merece ocupar un espacio privilegiado en el acervo cinéfilo. Nota: 7 / 10

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