lunes, 10 de julio de 2017

CRÍTICA | PARA RECIBIR EL CANTO DE LOS PÁJAROS, de Jorge Sanjinés



PARA RECIBIR EL CANTO DE LOS PÁJAROS
Bolivia, 1995. Dirección y guión: Jorge Sanjinés Reparto: Guido Arce, Marcelo Guzmán, Reynaldo Yujra, Geraldine Chaplin, Lineth Herbas Tráiler: Link Fecha de estreno en España: Inédita


Crítica José: Esta cinta boliviana reflexiona sobre la incapacidad del mundo blanco-mestizo boliviano para entender al otro, el mundo indígena, en sus representaciones culturales, formas de entender la vida y de relacionarse con la naturaleza. Admito que esta es la primer película boliviana que he visionado en mi vida. Para esta cinta, se utiliza el recurso del cineasta comprometido, de izquierdas y ecologista que va a rodar una cinta sobre la conquista en el espacio de una comunidad indígena, que se entiende como descendiente de las víctimas de los conquistadores del siglo XVI. La cinta retrata la hipocresía de quienes se consideran conocedores y solidarios del mundo real e indígena poniéndoles ante situaciones que harán que afloren sus prejuicios contra ese mundo. Además, cuestiona a quienes, considerándose conocedores y solidarios con lo ocurrido a los indígenas en la época de la conquista, son racistas y despreciativos con los que viven en su contemporaneidad. Nota: 6 / 10


Crítica Mayra: Para recibir el canto de los pájaros es una historia de cine dentro del cine. Vemos a un director intentando realizar una película ambientada en el siglo XVI sobre la conquista española: para esto, el cineasta se interna en una alejada comunidad indígena (en Bolivia), donde espera contar con la colaboración de los lugareños para llevar a cabo el proyecto; sin embargo, sucederá todo lo contrario, puesto que surgen diferencias entre la comunidad y el director, quien junto a su equipo se verá inmerso en diversos conflictos que sacarán a la luz lo mejor y peor de cada uno de ellos. Una historia interesante que retrata las diferencias sociales y culturales entre el pueblo indígena y blanco-mestizo, un reflejo de cómo, aunque a veces no se lo reconozca, se traen arraigados prejuicios patriarcales que a la postre se evidencian en nuestros actos. Curiosa obra que sin duda nos sirve para indagar en la poco conocida cinematografía boliviana. Nota: 6 / 10


Crítica Ronnie: Una reflexión del cineasta Jorge Sanjinés sobre la incapacidad y la dificultad que se vive en el mundo blanco-mestizo de su país (Bolivia), un encuentro de dos culturas que es narrado en una historia donde un grupo de cineastas rueda una película sobre la conquista española. Temas como el sometimiento cultural, la incomunicación, el sometimiento y la discriminación racial y social son parte esencial del análisis al que Sanjinés se compromete a la hora de abordar esta película, representativa de un cine latinoamericano con aires de denuncia social. El grupo que se ha internado en la comunidad indígena para rodar la película pronto se verá inmerso en situaciones de prejuicios a la comunidad y conductas que involuntariamente les llevarán a comportarse como los conquistadores españoles a los que critican. Sanjinés, de esta manera, consigue retratar la hipocresía de quienes se consideran conocedores del mundo indígena y rural, cuestionando el racismo en el que viven. Nota: 7 / 10


Crítica Xavier: Tras Jericó, nuestro festival sigue indagando en el cine iberoamericano más desconocido con la boliviana Para recibir el canto de los pájaros, enésima exposición de la Conquista, sus protagonistas, sus consecuencias y los prejuicios de unos y de otros. Sanjinés, como hiciera Icíar Bollaín en También la lluvia tiempo después, recurre al mecanismo de "cine dentro del cine" para explorar una comunidad indígena poco acostumbrada a la presencia del hombre blanco y urbano. Por desgracia, la película caricaturiza a los dos frentes con un guión cargado de frases rimbombantes y vacías, en boca, para más inri, de actores poco entregados a la causa. La austeridad artística y técnica, a la postre, se convierte en el gran talón de Aquiles de una ficción demasiado ambiciosa, con buenas intenciones y resultados pobres. Para el recuerdo, eso sí, queda la imagen de Geraldine Chaplin en mitad de las montañas, con el porte de gran actriz que tan bien supo explotar Carlos Saura. Nota: 5 / 10


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