Acoso sexual en el campus
THE HUNTING GROUND, de Kirby Dick
Nominación al Satellite y Critics Choice Award a la mejor película documental. Nominación al Óscar a la mejor canción
EE. UU., 2015. Dirección y guión: Kirby Dick Fotografía: Thaddeus Wadleigh Música: Miriam Cutler Género: Documental. Temática social Duración: 100 min. Tráiler: Link
¿De qué va?: Distintas estudiantes que fueron violadas durante su estancia en varias universidades de los Estados Unidos crean una red de víctimas de abusos sexuales para destapar ante la opinión pública una realidad que muchos centros educativos prefieren silenciar. Este es el relato de cómo el complejo sistema universitario norteamericano encubre de forma descarada unos hechos terribles que ponen en riesgo la seguridad de sus alumnas.
Para un espectador europeo, resulta difícil entender el poder que tienen las universidades en los Estados Unidos, la vinculación de las familias con sus hermandades o la influencia a todos los niveles que ejercen esos centros en la vida de su zona y de todo el país. Los norteamericanos han hecho de su a priori exigente sistema universitario una élite que se ha convertido en un símbolo más del 'proud to be american'. Por eso, se agradece que un documental como The Hunting Ground ponga el dedo en la llaga y escarbe en esa no tan perfecta superficie. El film arranca con el entusiasmo exaltado de distintas estudiantes al saberse aceptadas por la universidad de sus sueños, y acto seguido la alegría se quiebra cuando esas mismas jóvenes nos cuentan cómo fueron violadas por alumnos de su campus y cómo el estamento universitario no hizo nada para apoyarlas. El dolor, contado a cámara con el tradicional sistema de recreaciones y entrevistas, da paso a un documental que, sin ser en esencia un material de alto voltaje, se atreve a cuestionar las bases universitarias, que es lo mismo que poner en duda el aparatoso patrioterismo del cine y de la realidad estadounidense. The Hunting Ground encuentra sus mejores momentos en la descripción de cómo las víctimas crearon una red en internet e iniciaron un movimiento popular capaz de llegar hasta las esferas más altas. Tal vez suene igual de impostado y 'americano' la idea de que 'el pez pequeño puede comerse al grande', pero en tiempos de injusticias sociales ese mensaje deja en la audiencia un poso de esperanza. Sólo por eso, The Hunting Ground merece muchísimo su visionado.
Para un espectador europeo, resulta difícil entender el poder que tienen las universidades en los Estados Unidos, la vinculación de las familias con sus hermandades o la influencia a todos los niveles que ejercen esos centros en la vida de su zona y de todo el país. Los norteamericanos han hecho de su a priori exigente sistema universitario una élite que se ha convertido en un símbolo más del 'proud to be american'. Por eso, se agradece que un documental como The Hunting Ground ponga el dedo en la llaga y escarbe en esa no tan perfecta superficie. El film arranca con el entusiasmo exaltado de distintas estudiantes al saberse aceptadas por la universidad de sus sueños, y acto seguido la alegría se quiebra cuando esas mismas jóvenes nos cuentan cómo fueron violadas por alumnos de su campus y cómo el estamento universitario no hizo nada para apoyarlas. El dolor, contado a cámara con el tradicional sistema de recreaciones y entrevistas, da paso a un documental que, sin ser en esencia un material de alto voltaje, se atreve a cuestionar las bases universitarias, que es lo mismo que poner en duda el aparatoso patrioterismo del cine y de la realidad estadounidense. The Hunting Ground encuentra sus mejores momentos en la descripción de cómo las víctimas crearon una red en internet e iniciaron un movimiento popular capaz de llegar hasta las esferas más altas. Tal vez suene igual de impostado y 'americano' la idea de que 'el pez pequeño puede comerse al grande', pero en tiempos de injusticias sociales ese mensaje deja en la audiencia un poso de esperanza. Sólo por eso, The Hunting Ground merece muchísimo su visionado.
Para los que quieran saber qué se esconde tras los campus impolutos que vemos en el cine.
Lo mejor: No cae en el sentimentalismo: se implica con las víctimas, pero en su justa medida.
Lo peor: La premisa daba para un producto más creativo en términos cinematográficos.
Escucha la canción nominada al Óscar de THE HUNTING GROUND
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