Camino hacia la tolerancia
VESTIDO DE NOVIA, de Marilyn Solaya
Premios Goya 2016: Nominación a la mejor película iberoamericana.
Premios Platino 2015: Nominación a la mejor ópera prima y a la mejor actriz (De la Uz)
Premios Platino 2015: Nominación a la mejor ópera prima y a la mejor actriz (De la Uz)
Cuba, 2015. Dirección y guión: Marilyn Solaya Música: X Alfonso Fotografía: Rafael Solís Reparto: Laura de la Uz, Luis Alberto García, Isabel Santos, Jorge Perugorría, Mario Guerra, Manuel Porto, Pancho García, Alina Rodríguez, Waldo Franco, Yipsia Torres, Omar Franco, Luis Enrique Carreres, Andros Perugorría Género: Drama Duración: 100 min. Tráiler: Link
¿De qué va?: La Habana, 1994. Fresa y chocolate se estrena en un cine de la isla entre disturbios y polémicas. Rosa Elena, una de sus espectadoras, trabaja como enfermera y siempre que puede se escapa para cantar en un coro masculino. Un amigo del pasado coincide con Rosa Elena y desvela su secreto. A partir de entonces, tendrá que hacer frente a una sociedad machista y violenta, como los protagonistas de la película que tanto le emocionó.
Vestido de novia pone sobre la mesa el desconocimiento y la intransigencia social que rodea a la transexualidad. Con el recuerdo muy presente de Fresa y chocolate, film al que se le rinde un homenaje explícito en la trama, la cineasta Marilyn Solaya muestra los cambios que sufre la vida de Rosa Elena al descubrirse que años atrás se sometió a una operación de cambio de sexo. La cinta muestra el lento desmoronamiento de los referentes de su protagonista: sus problemas de pareja, el inesperado reencuentro con un conocido de antaño, la conflictiva relación con su padre (simbólicamente mudo, ya mayor y muy enfermo) y la amistad con una amiga transexual que no esconde su condición. Vestido de novia retrata las bases machistas de Cuba, pero la historia perfectamente podría suceder en otro rincón del mundo y de Latinoamérica. Si el cine permite conocer y entender vidas ajenas, a la vez que tiende puentes para la convivencia y el respeto, Vestido de novia recoge de forma muy sabia el testigo de Fresa y chocolate y abre un debate muy necesario en el nuevo aunque igualmente tradicional contexto cubano del 2016. Lástima que, a diferencia de la obra de Alea y Tabío, la apuesta de Solaya no acabe de tener una factura técnica sólida: sus fotogramas denotan la austeridad, por no decir precariedad, con la que han tenido que lidiar sus responsables. Al cine cubano todavía le queda mucho trecho por recorrer, pero Vestido de novia demuestra que los jóvenes cineastas suramericanos tienen mucho que aportar a la visibilidad y a la liberación sexual de sus convecinos. Esa es la razón de ser de una película con buenas intenciones y resultados nada desdeñables.
Para ponerse en la piel (y en la ropa) del otro (o de la otra).
Lo mejor: El duelo entre la amiga transexual y el padre en la escena de la comida.
Lo peor: La exageración latina hace que el film caiga por momentos en el vodevil telenovelesco.
Escucha la audioreseña de Vestido de novia en nuestro podcast:
EL PODCAST DE CINOSCAR & RARITIES: ESPECIAL 30 AÑOS DE PREMIOS GOYA
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