martes, 17 de marzo de 2015

CRÍTICA | PASOLINI, de Abel Ferrara


Pasolini según Ferrara
PASOLINI, de Abel Ferrara
Festival de Venecia 2014: Sección Oficial; Festival de San Sebastián 2014: Perlas de otros festivales
Italia, 2014. Dirección y guión: Abel Ferrara Música: VV. AA. Fotografía: Stefano Falivene Reparto: Willem Dafoe, Ninetto Davoli, Riccardo Scamarcio, Valerio Mastandrea, Adriana Asti, Maria de Medeiros Género: Drama. Biopic Duración: 85 min. Tráiler: Link Fecha de estreno en España: 19/03/2015
¿De qué va?: Crónica de los últimos días de vida del cineasta italiano Pier Paolo Pasolini antes de su asesinato la madrugada del 2 de noviembre de 1975. Retales de la personalidad y la intimidad de un hombre apegados a su familia y amigos, constantemente requerido por los medios de comunicación y profusamente criticado por su máxima creativa: 'Escandalizar es un derecho. Ser escandalizado es un placer'.

Abel Ferrara, un cineasta que cultiva la sana costumbre de hacer lo que le da la gana y el cine que le place, se acerca en esta ocasión a la figura de Pasolini, nombre clave del séptimo arte. Ferrara se aprovecha del parecido físico de Dafoe con Pasolini (enorme actor en su enésima transformación en la gran pantalla) para acercarnos los últimos días del artista italiano, con una crudeza y un sentido lírico que sorprenderá al espectador. Con todo, lo más chocante, y a la postre decepcionante, es que Ferrara no parece tener demasiada piedad o apego por la persona que retrata. Pasolini, suerte de biopic apócrifo, prefiere quedarse en el ruido, en los episodios más escabrosos (cuestionados y cuestionables) de Pasolini y en una falsaria atmósfera que, intuímos, quiere reproducir torpemente el flujo creativo del personaje. El Pasolini de Pasolini resulta un ser demasiado sombrío, distante y contradictorio, una caricatura, o cuanto menos un esbozo incompleto, del hombre y del artista (curiosamente, Ferrara apenas cita la obra de Pasolini: apela, de nuevo, a los episodios más folletinescos y morbosos). Al final, Pasolini es más la versión desalmada de la muerte de Pasolini (mil veces acallada por unos y discutida por otros), la lectura parcial y subjetiva de un hombre poco humano que, paradójicamente, cayó víctima de sus flaquezas (o, tal vez, sólo de su propia esencia: el film no entra en pesquisas tan interesantes). Lástima que Ferrara apenas sepa recoger la furia del genio italiano, sin radiografiar su cabeza y sobre todo su corazón, y sin hacer suyo el espíritu transgresor y polémico que se atribuía al autor de Las mil y una noches. Un Pasolini sin postizos físicos pero sí emocionales: apenas tiene el lustre de un telefilm de mediatarde.


Para seguir hablando de un cineasta tan moderno como Pasolini.
Lo mejor: Dafoe y el innegable interés cinéfilo de la propuesta.
Lo peor: Su delectación morbosa, que no provocadora, por la muerte de su personaje.

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