domingo, 12 de octubre de 2014

SITGES 2014 | DÍA 9 | PALMARÉS y ÚLTIMOS VISIONADOS



PALMARÉS: Esta tarde se ha dado a conocer el palmarés de la edición número 47 del Festival de Sitges. El cuadro de ganadores puede leerse de varias maneras y seguro que cada blog aportará su particular punto de vista. Para Cinoscar & Rarities, el film ganador es una injusta mención mainstream en detrimento de obras muchísimo más potentes, y por lo tanto más representativas del terror y fantástico actual: Alleluia, Réalité, Aux yeux des vivants o Goodnight Mommy se han ido injustamente de vacío o con menciones secundarias. The Babadook ha sido el único título que ha generado consenso: pocas quejas para todos sus premios. Los ex-aequos interpretativos ponen de manifiesto la heterogeneidad de criterios y la ingente cantidad de películas en juego: cuesta tomarse en serio una lista que galardona una interpretación tan mediocre como la Nathan Philips y que firma una innecesaria concesión a la galería acordándose de Julianne Moore. La presencia de Young Ones en guion, The Signal en efectos especiales y What We Do In The Shadows en el premio del público no nos han sorprendido. Os dejamos con los tops del blog y la lista completa de premiados.

Mejor película: ORÍGENES (I ORIGINS), de Mike Cahill
Premio especial del jurado: THE BABADOOK, de Jennifer Kent
Menciones especiales: POS ESO, de Sam; 
A GIRL WALKS HOME ALONE AT NIGHT, de Ana Lily Amirpour;
WHAT WE DO IN THE SHADOWS, de T. Waititi y J. Clement; 
y SPRING, de J. Benson y A. Moorhead
Mejor director: JONAS GOVAERTS, por Cub
Mejor actor: Ex-aequo entre NATHAN PHILIPS, por These Final Hours;
y KOJI YAKUSHO, por The World of Kanako
Mejor actriz: Ex-aequo entre ESSIE DAVIS, por The Babadook;
y JULIANNE MOORE, por Mapa de las estrellas
Mejor guion: YOUNG ONES
Mejor fotografía: JAMIE MARKS IS DEAD
Mejores efectos especiales: THE SIGNAL
Premio del público: WHAT WE DO IN THE SHADOWS, de T. Waititi y J. Clement
Premio de la crítica: RÉALITÉ, de Quentin Dupieux
Premio Méliès d'Argent: GOODNIGHT MOMMY, de V. Frank y S. Fiala

Burying the ex, de Joe Dante. Film de clausura.
CLAUSURA: Burying the ex, la comedia negra de Joe Dante, ha clausurado el festival por todo lo alto. Una película diseñada a modo de homenaje a la Serie B que consigue arrancar la sonrisa de los espectadores en más de una ocasión. Un film con gancho que únicamente aspira a ser un entretenimiento ligeramente retorcido: de ahí que su elección como broche de oro del festival sea todo un acierto. Cuenta la historia de un joven castrado por su novia, una chica ecologista, vegana, verborreica, pesada y especialmente impertinente que le perseguirá incluso después de su muerte. Una gozosa celebración del terror como espectáculo y risa colectiva, con un interesante sentido del absurdo y una capacidad por sumar sangre y chistes de forma equilibrada. Dante sigue demostrando su amor por el terror más desenfrenado, y por momentos consigue imbuirnos del espíritu retro y friki de sus obras más celebradas.

Plemya (The Tribe), de Miroslav Slaboshpitsky. Sesión especial.
ÚLTIMOS VISIONADOS: The Tribe, el bombazo ucraniano que estalló en Cannes y que San Sebastián incluyó en su selección de Perlas, también ha dejado una huella considerable en el público de Sitges. Una película que tenemos que digerir y que merece un análisis detallado. La obra de Slaboshpitsky retoma la crudeza del cine balcánico y centroeuropeo de nuevo cuño, pero con una estrategia inaudita: los personajes son sordomudos, y la comunicación entre ellos se reduce a un lenguaje de signos que nunca aparece explicado o subtitulado (la dirección de fotografía y el singular uso del sonido ayudan a configurar la viciada atmósfera de la película). El espectador primero debe intuir la película que está viendo, y una vez ya la ha configurado en su cabeza está obligado a realizar un reseteo interno y abordar los dilemas y los dramas de la cinta desde todas las perspectivas. Escenas como las del aborto o la masacre final son de esas imágenes que se graban a fuego en la memoria. Incomodará y creará polémicas, condición imprescindible de todo título con sello Sitges; y pese a todo, su marco sociocultural lo aleja de ese fantástico que demanda el certamen catalán, aunque podría discutirse si Slaboshpitsky juega a hacer cine social o a construir una irrealidad a partir de pequeños retales de verdad. Sea como sea, volveremos a ella para hablar largo y tendido de esta historia de adolescentes y adultos que son víctimas - verdugos de un sistema empobrecido - embrutecido hasta extremos insoportables.

Luna, de Dave McKean (Reino Unido, 2014).
De Luna, lo nuevo de Dave McKean, poco podremos añadir en próximas publicaciones. El film explica el encuentro de dos parejas de amigos justo unas semanas después de que una de ellas perdiese a su hijo. Las conversaciones entre los personajes dan pie a delirios pseudolíricos que el director quiere llenar de significados emocionantes, pero que en verdad están cargados de una sensibilidad que roza lo absurdo: unos cangrejos de papel se convierten en seres vivos, las acuarelas que pinta un personaje cobran vida, e incluso un médico chamánico cura a la pareja con un ritual que parece sacado de un libro rosa de autoayuda. Una película que no hay por dónde cogerla: por poner en duda, incluso puede cuestionarse su presencia en Sitges, ya que no cuenta con ninguno de los ingredientes que demanda su público. ¿Habrá influido la fama de McKean? Por lo pronto, os confieso que dormí largos cuartos de hora en la sala, y que el compañero de butacas miraba el reloj cada dos por tres. De lo peor visionado en el festival.

En próximos posts seguiremos analizando detalladamente gran parte de las películas del Festival de Sitges. Nosotros hacemos maletas: ¡hasta el año que viene, Sitges!

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