martes, 8 de abril de 2014

Crítica de SON DE MAR, de Bigas Luna


'He cruzado todos los océanos de este mundo para saber que no puedo vivir sin ti'
SON DE MAR, de Bigas Luna (España, 2001)
¿De qué va?: Ulises llega a un pueblo marítimo para dar clases de literatura en el instituto local. Martina, la hija de la pensión donde se hospeda, obsesiona a Ulises hasta tal punto que entre los dos surge una relación amorosa y sexual intensísima. Martina se queda embarazada, la pareja se casa, y cuando todo parece ir perfecto Ulises fallece en el mar. Años después, Martina consigue rehacer su vida con Sierra, un empresario pragmático, poco cariñoso y ególatra, un hombre muy diferente a Ulises. Pero Ulises, devuelto por la marea, expulsado del reino de los muertos, vuelve a la vida de Martina...
Palmarés: Sección oficial del Festival de Málaga 2001 y Verona 2002. Proyectado en el Festival de Karlovy Vary 2001. 2 candidaturas a los premios Goya 2001: mejor actor de reparto (Jordi Fernández) y mejor guion adaptado. Premio Sant Jordi y nominación al Butaca al mejor actor español del año para Jordi Fernández, ex-aequo por Son de mar, Fausto 5.0 y La voz de su amo.
El dato: Luna, fiel a su querido Mediterráneo, filmó Son de mar en Denia, localidad de la costa alicantina. Es el antepenúltimo largometraje del director de Jamón, Jamón. El guion es obra del célebre Rafael Azcona a partir del libro homónimo del escritor y periodista valenciano Manuel Vicent. La mayoría de los versos que recita el protagonista pertenecen a La Eneida, la obra de Virgilio. Tras su intervención en la serie Raquel busca su sitio y en los tres primeros largometrajes de Pablo Llorca, Leonor Watling despuntó en sus dos trabajos como protagonista en A mi madre le gustan las mujeres y Son de mar, y por esta última se ganó el título de una de las actrices más sexys del año, honor que repitió años más tarde con Deseo y la Alicia de Hable con ella: Watling es junto a Ángela Molina, Penélope Cruz y la italiana Francesca Neri la única actriz que puede presumir de haber sido una 'chica Almodóvar' y 'Luna' a lo largo de su carrera. El film se estrenó el 8 de junio de 2001 y recaudó casi 1 millón de los actuales euros: coincidió en un año especialmente erótico para el cine español con títulos como Lucía y el sexo, Juana la Loca o Y tu mamá también. El film se estrenó en países como Alemania, Israel, Bélgica, Italia, Rusia y Corea del sur.


Reseña: Bigas Luna filma en Son de mar su película más mitológica tras Volavérunt y La camarera del Titanic, dos proyectos complejos a nivel técnico. El peso de la literatura grecolatina aparece con nombre del héroe, Ulises, un profesor que sucumbe a las pasiones carnales que tanto interesaron al genio catalán. El film continúa con las principales señas de su autor: el triángulo amoroso, oposición de contrarios, es la figura geométrica básica mediante la cual la damisela se deja mecer cual embarcación a la deriva entre la sensibilidad del amante y la seguridad material del marido (todo ello símbolos de cualquier relación de posesión y dependencia amorosa). Pero por encima de todo Luna conjuga sus lecturas y sus sempiternas obsesiones para crear un cuento mediterráneo, con una primera parte dulce y una resolución amarga: el ático de un gran edificio a primera línea de costa, el mismo que fuera símbolo fálico de la prepotencia ibérica del protagonista de Huevos de oro, es aquí la torre del castillo donde la bella durmiente despertada encierra a su príncipe tras su odisea amorosa. Una fábula que termina en alta mar, con un plano bellísimo, de gran potencia trágica, que eleva el mar a la categoría de estado de ánimo o realidad casi metafísica. Luna, que de haber vivido en otra época hubiese sido un trobador con un gran reparto de cuitas amorosas, o tal vez un Ulises viajero en busca de nuevas historias, regala a los amantes de Son de mar un privilegio con el que no contaban los cuerpos magullados de Jamón, Jamón: su amor trasciende a la muerte ('mas polvo enamorado'), seguramente porque el mar ofrece una paz y una pureza imposible de encontrar en la rugosidad terrenal donde residen 'la puta', 'la hija de la puta' o 'el chorizo' del mítico film. No es el trabajo más conseguido de Luna, pero sí el más poético, el más implicado con el palpitar de sus personajes; y formalmente, el más estilizado, el más europeo, universal y atemporal.


Para los que no pueden vivir sin oír el rumor del mar
Lo mejor: La pasión de su pareja de actores.
Lo peor: El segundo tramo de metraje pierde un poco del encanto inicial.


No hay comentarios: