lunes, 1 de abril de 2013

Crítica de CALLE 54, de Fernando Trueba

Jazz latino en vena
CALLE 54, de Fernando Trueba (España, 2000)
¿De qué va?: Cuando Fernando Trueba filmó Two Much contó con algunos de sus músicos favoritos. Años después, la idea de llevar la esencia de la música latina a la gran pantalla en todas sus expresiones y fusiones se hizo realidad con Calle 54. El documental es un viaje al sur de España, Estados Unidos, Norteamérica y Suecia en busca de los nombres más destacados de la escena musical latina. Veteranos, músicos reputados y algunos nombres no siempre reivindicados que Trueba invita a tocar delante de su objetivo.
Palmarés: Premio Goya 2000 al mejor sonido y nominación en mejor fotografía y montaje. Premio del público del Festival de Miami. Distinción a la mejor película en el Festival de San Diego. Nominación al Satellite Award y European Film Award al mejor documental. Alma Award al mejor documental.
El dato: Es el primer documental musical de Fernando Trueba, anterior a El milagro de Candeal. El título del film hace referencia a la calle donde se encuentra los Sony Music Studios de Nueva York, donde se rodó gran parte de la película. El film recoge el reencuentro real entre Bebo y Chucho Valdés, padre e hijo, y su primera actuación juntos desde que Bebo se afincase en Suecia.


Valoración: Trueba construye con Calle 54 un bonito homenaje a los mejores músicos latinos de los últimos años. Podría parecer un monumento musical a capricho (Trueba, narrador de la cinta, asegura estar filmando a sus ídolos), pero en realidad el director desaparece de la pantalla y cede todo el protagonismo a sus estrellas, a las que sigue y escucha desde el respeto y la profunda admiración. Independientemente de los gustos musicales de cada uno, Calle 54 es un viaje más que convincente a las raíces de la música latina. Una película que quiere embelesar de la forma más primaria, también la más lógica: la música, en vivo y en directo, es la absoluta protagonista, y Trueba aprovecha la plasticidad del músico frente a su instrumento jugando con los colores, la fotografía y el ensamblaje de planos. Nada que ver con los documentales informativos, acumulaciones de datos en las que el director nos cuenta largas peroratas sobre la vida y milagros de los cabezas de cartel. Exploración artística y reivindicación de unos ritmos de herencia africana que convierten la sala de cine o el salón de casa en un escenario por el que discurre la flor y nata de la música hispana. Simpática en su austeridad y acertadísima en su selección musical, capaz de crear nuevos adeptos y de hipnotizar a los seguidores de pro. Una simbiosis entre cine (imagen) y música (sonido) que Trueba llevaría una década más tarde al terreno de la animación con la deliciosa Chico y Rita. Un más que necesario descubrimiento o revisionado para comprobar la importancia de Bebo Valdés, recientemente fallecido a los 94 años.



Para amantes de la buena música.
Lo mejor: El concierto deja con ganas de más.
Lo peor: El cartel de actuaciones espantará a más de un espectador.

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Nota: 6

1 comentario:

Todocinemaniacos dijo...

Excelente página. Mi nuevo blog es: http://todocinemaniacos.com.