Amando a dos mujeres
LA EDAD DE LA INOCENCIA (THE AGE OF INNOCENCE), de Martin Scorsese (EE. UU., 1993)
¿De qué va?: Nueva York, 1870. La condesa Ellen Olenska llega a la ciudad y su primera aparición entre la clase alta neoyorkina se produce una noche en la ópera. La señora Olenska llega al Nuevo Mundo en busca de libertad, pero acabará encontrando una élite de mansiones lujosas, excentricidades, exclusividades y tendencia al chismorreo. Newland Archer, un aristócrata de buena familia dedicado a la abogacía, se propone introducir a la despistada condesa en su desconfiado grupo de amigos. Archer está prometido con May Welland, prima de la condesa, y la cercanía entre los tres parece a simple vista normal. Pero la condesa Olenska quiere divorciarse de su marido, un ricachón que reside en Europa, y Archer se presta para ser su abogado. Archer de debate entre May, la joven perfecta con la que desea casarse, y Olenska, de la que está totalmente enamorado y obsesionado. Si Olenska decide divorciarse nunca encontrará arropo entre lo suyos, y si Archer confiesa su duda amorosa perdería todo cuanto tiene. La edad de la inocencia, la de cenas y charlas intrascendentes, la de vestidos despampanantes y viajes de negocios, la del primer amor puro y pasional, está a punto de terminar.
Palmarés: 5 nominaciones al Oscar (ganó vestuario). 4 nominaciones al Bafta (ganó la actriz secundaria Miriam Margolyes). 4 nominaciones a los Globos de oro (ganó la actriz secundaria Winona Ryder). Bodil y Fotogramas de Plata a la mejor película extranjera del año. Premio especial en el Festival de Venecia 1993 para Martin Scorsese y Michelle Pfeiffer. National Board of Review al mejor director (Scorsese) y actriz secundaria (Ryder) del 1993, además de Top Ten de las mejores películas del año. Nominación al David di Donatello a la mejor actriz no italiana del año para Michelle Pfeiffer.
El dato: 'La edad de la inocencia' es un tópico literario referido al tiempo de rebeldía y pasión, de juventud e ímpetu, en el que se vive el día a día a toda intensidad sin pensar en el mañana, mucho menos en las consecuencias de nuestros actos. Como metáfora se opondría a 'la edad de la reflexión', la de la madurez y la reconciliación con los nuestros. Ambas edades quedan reflejadas en el film: la última aparece al final del film cuando el personaje que interpreta Daniel Day-Lewis es un anciano de 57 años que viaja a París con su hijo días antes de su boda. La película es una adaptación de la novela ganadora del Pulitzer el año 1921 escrita por Edith Wharton, escritora realista que nació en Nueva York. Martin Scorsese respeta al máximo la prosa de Wharton, incluyendo una inusual voz en off narradora que cuenta e ilustra todo aquello que vemos. La película tenía que estar lista para finales del 1992, pero Scorsese pidió más tiempo para editarla y finalmente no vio la luz hasta otoño de 1993, aunque en España se estrenó en febrero de 1994. Más tarde Winona Ryder confesó que La edad de la inocencia había sido una lectura obligatoria en sus tiempos de instituto. Aunque en la película el personaje de Pfeiffer es ligeramente mayor al de Day-Lewis, sus biografías indican que ambos nacieron el mismo día (29 de abril) y que él (1957) es un año mayor que ella (1958). Scorsese se reserva un cameo en la película como fotógrafo que retrata a Ryder con su vestido de boda, algo que luego volvería a hacer en una escena de La invención de Hugo. Y en la escena en que Archer va a buscar a la condesa en la estación de tren, Scorsese filma a dos ancianos que en verdad son sus padres: de hecho, la película está dedicada al patriarca Luciano Charles Scorsese.
Valoración: Aunque no figura entre las obras maestras de Scorsese, La edad de la inocencia merece un lugar de honor en su filmografía por ser una de las grandes epopeyas románticas de los últimos años. Una película cuidada, trabajada, obsesionada con cada detalle, con una fotografía calmada que nos sumerge en unos interiores esplendorosos. El film es un viaje a una sociedad, a una época y a un estado de ánimo. Scorsese no traiciona el texto romántico que tenía entre manos y logra una película que a riesgo de resultar lánguida acaba siendo apasionante y apasionada, de diálogos embelesadores, un auténtico placer para los sentidos en una conjunción perfecta de literatura y cine. De plástica hipnótica, grandes actuaciones y un envoltorio técnico de primera categoría. Realmente una joya que en su momento no acabó de triunfar en taquilla y que los Oscar no tuvieron en cuenta como se merecía (nominaron otra película de ambientación histórica, Lo que queda del día, claramente inferior a esta). La edad de la inocencia consigue aquello que no lograba El aviador: que sintamos en primera persona las pulsiones de una edad, de un tiempo histórico y de un estado de ánimo entre lo bucólico y el dolor de amor. Un clásico moderno de formas delicadas pero rotundas, claramente a reivindicar, digna de descubrir o revisionar. 'Cine' en mayúsculas.
El dato: 'La edad de la inocencia' es un tópico literario referido al tiempo de rebeldía y pasión, de juventud e ímpetu, en el que se vive el día a día a toda intensidad sin pensar en el mañana, mucho menos en las consecuencias de nuestros actos. Como metáfora se opondría a 'la edad de la reflexión', la de la madurez y la reconciliación con los nuestros. Ambas edades quedan reflejadas en el film: la última aparece al final del film cuando el personaje que interpreta Daniel Day-Lewis es un anciano de 57 años que viaja a París con su hijo días antes de su boda. La película es una adaptación de la novela ganadora del Pulitzer el año 1921 escrita por Edith Wharton, escritora realista que nació en Nueva York. Martin Scorsese respeta al máximo la prosa de Wharton, incluyendo una inusual voz en off narradora que cuenta e ilustra todo aquello que vemos. La película tenía que estar lista para finales del 1992, pero Scorsese pidió más tiempo para editarla y finalmente no vio la luz hasta otoño de 1993, aunque en España se estrenó en febrero de 1994. Más tarde Winona Ryder confesó que La edad de la inocencia había sido una lectura obligatoria en sus tiempos de instituto. Aunque en la película el personaje de Pfeiffer es ligeramente mayor al de Day-Lewis, sus biografías indican que ambos nacieron el mismo día (29 de abril) y que él (1957) es un año mayor que ella (1958). Scorsese se reserva un cameo en la película como fotógrafo que retrata a Ryder con su vestido de boda, algo que luego volvería a hacer en una escena de La invención de Hugo. Y en la escena en que Archer va a buscar a la condesa en la estación de tren, Scorsese filma a dos ancianos que en verdad son sus padres: de hecho, la película está dedicada al patriarca Luciano Charles Scorsese.
Valoración: Aunque no figura entre las obras maestras de Scorsese, La edad de la inocencia merece un lugar de honor en su filmografía por ser una de las grandes epopeyas románticas de los últimos años. Una película cuidada, trabajada, obsesionada con cada detalle, con una fotografía calmada que nos sumerge en unos interiores esplendorosos. El film es un viaje a una sociedad, a una época y a un estado de ánimo. Scorsese no traiciona el texto romántico que tenía entre manos y logra una película que a riesgo de resultar lánguida acaba siendo apasionante y apasionada, de diálogos embelesadores, un auténtico placer para los sentidos en una conjunción perfecta de literatura y cine. De plástica hipnótica, grandes actuaciones y un envoltorio técnico de primera categoría. Realmente una joya que en su momento no acabó de triunfar en taquilla y que los Oscar no tuvieron en cuenta como se merecía (nominaron otra película de ambientación histórica, Lo que queda del día, claramente inferior a esta). La edad de la inocencia consigue aquello que no lograba El aviador: que sintamos en primera persona las pulsiones de una edad, de un tiempo histórico y de un estado de ánimo entre lo bucólico y el dolor de amor. Un clásico moderno de formas delicadas pero rotundas, claramente a reivindicar, digna de descubrir o revisionar. 'Cine' en mayúsculas.
Nota: 8
La escena:
2 comentarios:
Magnífico blog! O lo sigo o esta misma noche me hago el harakiri
Excelente texto, compa Xavier, cuyas apreciaciones, además, comparto en buena medida; ‘La edad de la inocencia’, aunque la crítica no tiende a incluirla entre los títulos señeros de Scorsese (quizá no lo sea…), es probable que sufra de una cierta ‘exclusión’ motivada por su alejamiento de los códigos temáticos y visuales de su autor. ¿Justo, lógico? Me temo que no…
Un abrazo y buena tarde.
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