viernes, 21 de julio de 2017

CRÍTICA | ¿A QUIÉN AMA GILBERT GRAPE?, de Lasse Hallström



¿A QUIÉN AMA GILBERT GRAPE?
Nominación al Óscar, Globo de oro y National Board of Review al mejor actor secundario
EE. UU., 1993. Dirección: Lasse Hallström Guión: Peter Hedges, a partir de su novela homónima Reparto: Johnny Depp, Juliette Lewis, Leonardo DiCaprio, Mary Steenburgen, Darlene Cates, John C. Reilly, Laura Harrington, Crispin Glover, Kevin Tighe, Mary Kate Schellhardt Fecha de estreno en España: 20/05/1994 Tráiler: Link


Crítica José: La historia nos traslada a Endora, un pequeño pueblo del Medio Oeste Americano, en donde vive Gilbert Grape. Él es un joven empleado de una tienda y la cabeza de su familia. Vive con su madre que padece obesidad mórbida, adquirida después de la muerte de su esposo, su hermano Arnie, que sufre retraso mental, y dos hermanas. Adaptación de la novela de Peter Hedges dirigida por Lasse Hallström. Una historia sencilla pero cautivadora que retrata la vida de una familia rural. Mirar a un Leonardo DiCaprio muy joven es algo que merece la pena: crea un personaje perfecto con un leve retraso mental. Por fin veo a un Johnny Depp sin maquillaje que da una actuación conmovedora y con matices. Me pongo de pie para aplaudir a estas grandes actuaciones: en mi opinión, a Leonardo DiCaprio le debieron dar su primer Oscar por esta película, y a Johnny Depp, posiblemente la nominación, nada más. Aplaudo su coraje y valentía. Nota: 8 / 10


Crítica Mayra: ¿A quién ama Gilbert Grape? es un drama rural que relata las vivencias de Gilbert y su singular familia, vidas que transcurren entre los incidentes que ocasiona Arnie (el menor de los hermanos, que padece de discapacidad mental), y la monotonía de un pueblo alejado de todo. Estamos ante la tragicómica historia de una familia que resulta ser una gran carga que sobrellevar para su exhausto protagonista, un personaje que a pesar de los pesares sólo quiere lo mejor para los suyos. Lasse Hallström plasma en fotogramas una historia triste que al mismo tiempo irradia un encanto único que logra cautivar al espectador y despertar una ristra de sentimientos a lo largo del visionado. La cinta cuenta con un correcto reparto en el que sin duda Johnny Deep (se agradece verlo lejos de la sobreactuación) y Leonardo DiCaprio logran sobresalir. Una recomendable obra de los años noventa. Nota: 7 / 10


Crítica Ronnie: Hace bastante tiempo que vi esta película como buen fan de Leo que soy, atraído principalmente por la primera nominación al Óscar de su joven estrella. Recuerdo con gran agrado su interpretación de discapacitado mental y el papel de Darlene Cates como la madre con obesidad mórbida. Ahora que vuelvo a verla para este festival, retomo un tremendo dramón, en el que convergen diversos sentimientos negativos para relatarnos una historia tan real como la vida misma. Johnny Depp entrega un trabajo memorable, y es curioso verlo en un buen papel sin necesidad de adornos, ahora que estamos tan acostumbrados a verlo en papeles tan excéntricos y extravagantes. Lasse Hallström dirige esta adaptación que el propio autor de la novela original escribió para el cine. El director toma una historia aparentemente sencilla y la vuelve tan complicada y agotadora como un viaje interminable, de esos que duran horas pero que van cargados de destellos y momentos que se vuelven entrañables. Nota: 6


Crítica Xavier: ¡Qué tiempos, los 90! En el año 1993, Johnny Depp todavía era un actor alternativo que no acababa de encajar con los requisitos de la industria. Leonardo DiCaprio presumía de ser un desconocido con mucho futuro. Nadie vinculaba a Juliette Lewis con el rock. Todos los cinéfilos sabían de Mary Steenburgen y apenas reconocían a John C. Reilly. Crispin Glover no daba grima. Y hasta un lugar tan insulso como Endora, especie de actualización de la Norteamérica profunda "a lo The Last Picture Show", pasaba por un lugar con encanto. Sí, ¡qué tiempos! Y evoquémoslos con nostalgia porque ¿A quién ama Gilbert Grape? es, para bien y para mal, una película de su tiempo. Si se quiere, uno de esos títulos que fundó el "indie estadounidense" a base de buenos sentimientos, éxito de taquilla y nominaciones al Óscar. Pero ahora, la ficción de Hallström tiene grietas, como la case de la prole Grape. No por problemas estructurales ni debido a madres con sobrepeso, sino por la lógica erosión que produce el discurrir de las décadas. Sea como sea, queda una película meritoria. El reflejo de ese Hollywood que tomaba a un director extranjero para facturar productos blancos para todos los públicos. Porque Endora no existe. Porque tal vez los 90 nunca fueron tan bonitos. Nota: 6

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