NIÑOS DEL PARAÍSO
Nominada al Óscar a la mejor película de habla no inglesa. Festival de Montreal: mejor film
Irán, 1998. Dirección y guión: Majid Majidi Reparto: Amir Naji, Amir Farrokh Hashemian, Bahare Sediqi Fecha de estreno en España: 08/10/1999 Tráiler: Link
Crítica José: Una historia que nos relata la vida de Ali y de Zhore. Ali pierde los zapatos de su hermana pequeña Zhore. Sus padres no pueden permitirse comprar un par nuevo de zapatos, por lo que deciden compartir calzado. Niños del paraíso es una muestra de que se puede hacer cine hermoso sin necesidad de utilizar efectos visuales ni grandes estudios. Irán, como prueba esta cinta, es digna representante de un cine hecho con el corazón. Podría nombrarla una joya, pese a que su nivel técnico es casi nulo. La fuerza de la historia es tan avasalladora que nos empuja a seguir a sus personajes e involucrarnos en sus pericias. Nos angustiamos y sonreímos al compás que nos marca su director hasta un final desgarrador, soberbio y efectivo. Majadi nos da una lección: en el cine, lo importante no son las películas sino la historia que quieres contar y las ganas de contarla bien. Nota: 10 / 10
Crítica Mayra: El argumento de Niños del paraíso, quizás a priori, y sobre todo para aquellos que hemos visto poco cine iraní, puede parecer poco atractivo; sin embargo, la película se desarrolla de una manera tan ágil y conmovedora que resulta imposible para el espectador apartar su mirada un solo segundo. Majidi no sólo nos presenta una historia muy humana con personajes portadores de una basta carga dramática capaz de causar empatía, sino que también propone una obra que a pesar de sus carencias en cuanto a presupuesto consigue entretener e implicar al espectador en las adversidades diarias de sus dos infantes protagonistas. Una aventura que retrata la pobreza económica pero al mismo tiempo resalta la bondad que es capaz de albergar el ser humano. Estamos ante un guión sencillo pero tan bien engranado e interpretado que consigue calar hondo en el espectador, y convertirse en 90 minutos de puro cine. Mientras veía la escena final de Niños del paraíso, las palabras que pasaron por mi mente fueron: "películas como esta son la razón de que ame tanto el cine". Desde ya, uno de mis films favoritos de este CSF. Nota: 8 / 10
Crítica Ronnie: Niños del paraíso obtuvo de una manera muy justa la nominación al Óscar a la mejor película extranjera y, aunque no se llevó la estatuilla, se hizo con el premio más importante que uno pueda ganar: el corazón del público, que supo apreciar una historia que a simple vista parece muy pequeña pero que crece gracias a su manufactura. Perder un par de zapatos se convierte en un acontecimiento que expone la humilde vida de Irán y las grandes diferencias sociales entre sus habitantes (es importante tener en cuenta que estas diferencias no eliminan la bondad de los más humildes). El guión utiliza emociones con las que uno no puede evitar el sollozo en ciertas escenas, y en otras la misma situación nos hace esbozar una sonrisa. Son esas emociones contenidas las que le dan a la cinta ese poder de transmitir su mensaje principal exponiendo una realidad que a veces nos es imposible asumir en nuestras vidas cuando tenemos tantas cosas y oportunidades en nuestro camino. La actuación de los dos pequeños es sumamente increíble: la niña, toda una ternura; y el pequeño, todo un bastión de coraje y valentía. Nota: 9 / 10
Crítica Xavier: De todo el boom que vivió el cine iraní en los 90, Niños del paraíso fue de largo la cinta más popular y la única que llegó a pisar la alfombra roja de los Óscar. Tal vez porque Kiarostami resulta demasiado introspectivo para el gran público o porque el militarismo de Panahi y la saga Makhmalbaf no acaba de casar con la mentalidad occidental, Majid Majidi, de entre todos los nombres de su país, vivió una exposición internacional inusual que a posteriori mantuvo con películas igual de notables como El color del paraíso y Baran (Lluvia). Méritos no le faltan: estamos ante un cuento precioso y preciso sobre la miseria, sus víctimas y sus consecuencias. Con la verdad y la bondad del neorrealismo de De Sica. Con interpretaciones plenamente convincentes. Con la que es tal vez la relación entre hermanos más bonita de los 90. Diga lo que diga Hollywood, el héroe de Niños del paraíso entronca con los pequeños protagonistas de ¿Dónde está la casa de mi mejor amigo? o Buda explotó por verguenza. Por su tenacidad y pureza. Por demostrarnos en este rincón del Primer Mundo que, cuando no se tiene nada, cuesta menos dar lo que se tiene. Una paradoja de alto nivel cinematográfico y de gran contenido educativo. Nota: 8 / 10
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