jueves, 1 de junio de 2017

CRÍTICA | HISTORIAS DE NUEVA YORK, de Martin Scorsese, Francis Ford Coppola y Woody Allen



Tres directores, una ciudad
HISTORIAS DE NUEVA YORK,
de Martin Scorsese, Francis Ford Coppola y Woody Allen
EE. UU., 1989. Dirección: Martin Scorsese, Francis Ford Coppola y Woody Allen Fotografía: Néstor Almendros, Vittorio Storaro y Sven Nykvist Reparto: Nick Nolte, Rosanna Arquette, Steve Buscemi, Patrick O'Neal, Deborah Harry, Talia Shire, Heather McComb, Giancarlo Giannini, Carole Bouquet, Woody Allen, Mia Farrow, Julie Kavner, Mae Questel, Leslie Nielsen, Larry David Género: Tragicomedia Duración: 120 min. Tráiler: Link
¿De qué va?: Película formada por tres episodios independientes situados en la ciudad de Nueva York. En Apuntes al natural (Scorsese), un pintor ultima su nueva exposición a la vez que mantiene una complicada relación con una aspirante a artista. En Vida sin Zoe (Coppola), una niña rica asiste a la reconciliación de sus padres y conoce un compañero de colegio vinculado con la realeza árabe. En Edipo reprimido (Allen), la vida de un abogado cambia cuando su madre se esfuma tras un número de magia... hasta que la mujer aparece en el cielo de Manhattan.


Nos hemos acostumbrado a que cada urbe tenga su película de episodios, pero el cine no empezó con Paris, je t'aime. Si bien muchos críticos señalarán clásicos más asentados en el tiempo como origen de esta moda, es de justicia apuntar que Historias de Nueva York, triple homenaje a la "ciudad eterna", abrió unos caminos que se asentaron posteriormente con las historias cruzadas de los 90 y la polifonía de géneros y formatos de la actualidad. El peso de sus firmantes (el triplete soñado: Scorsese, Coppola y Allen) invita a defender esta teoría. Con todo, ¿qué puede aportar una película de dicha tipología a una mirada del S. XXI? Pues más de lo que podría pensarse a simple vista. Historias de Nueva York sintetiza e incluso revela parte de la cara oculta de sus responsables. Scorsese nunca ha filmado una historia tan tierna como Apuntes al natural, de un costumbrismo más francés que italiano, más romántico que gangsteril. Tampoco es habitual que Coppola ceda a la magia naíf de Vida sin Zoe, el capítulo más desabrido de la antología y la demostración de los primeros impulsos artísticos de su hija Sofia, guionista del fragmento. Y en contraposición, Edipo reprimido obedece por entero al Allen más identificable, tal vez porque, al tratarse del cineasta más prolífico del grupo, el amigo Woody no puede esconder ni sus vinculaciones ni sus obsesiones. Así, y a pesar de las irregularidades inherentes a todo proyecto hecho de retales diversos, incluso antónimos, Historias de Nueva York funciona como complemento a la obra magna de tres autores imprescindibles. Porque las estrellas son los directores; y Nueva York, sólo una excusa.


Para urbanitas cansados de películas que sólo sirven de propagandas turísticas encubiertas.
Lo mejor: Reírse (como siempre) con Allen y emocionarse (como nunca) con Scorsese.
Lo peor: En la comparación, Coppola pierde, y por goleada.

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