miércoles, 22 de junio de 2011

Po Returns: Crítica de KUNG FU PANDA 2

Esperaba bastante poco de Kung Fu Panda 2. La primera parte era una decente comedia de acción sobre un regordete panda reconvertido en nuevo héroe de la China imperial. Nada hacía presagiar que esa trama tuviese ni mucho menos necesitase una segunda parte, aunque visto lo visto la intención de los mandamases de la Dreamworks es completar una trilogía. Y quizás por esa falta de interés, el regreso del panda Po me ha resultado mucho más ameno que la primera película. Ahora el protagonista parece debatirse en un conflicto de identidad, el mismo que lleva afectando a la mayoría de superhéroes cinematográficos de la década. Así que Po, además de repartir leña, iniciará una búsqueda de sus orígenes hasta conocer cómo fue concebido y en qué circunstancias fue arrebatado de sus verdaderos padres. Él sigue igual de torpón, sigue necesitando la ayuda de sus compañeros de batalla, sigue causando gracia a los más pequeños. La historia, por lo tanto, viene a completar un primer film que por sí sólo ya era una unidad: si la película del 2008 explicaba los primeros pasos de Po en el mundo kung fu, aquí Po lucha por canalizar su 'fuerza interior' para convertirse en un guerrero experto. Kung Fu Panda 2, con permiso de los seguidores de la Pixar, es el modelo perfecto de 'entretenimiento animado familiar': una pelicula que no traiciona el espíritu de la historia anterior, que perfectamente puede ganar los Annie Awards que quiera e incluso el Oscar a la mejor cinta animada, que aspira a llenar las jugueterías de peluches panda, que no es una simple sucesión de efectos visuales con la excusa del 3D, que gustará a los padres y abuelos que acompañen al cine a su muchachada, y que tiene historia y personajes, algo bastante inusual. Una hora y media distraída entre pagodas, tallarines y animales saltarines: personalmente, prefiero el cine animado sin dobleces, sencillito, sin ínfulas de nada, que me entretenga durante un tiempo y luego olvide sin dificultad. Vaya, que Kung Fu Panda 2 dista de ser 'arte' (un reino lejano, superior a los paisajes asiáticos de ésta, en el que Miyasaki es el soberano), pero cumple las expectativas de creadores y audiencia. Para ver con palomitas y coca-cola.


Nota: 6'5

1 comentario:

Cyllan dijo...

De este finde no pasa con los nenes, ellos están deseando, y yo... ¡también! la primera nos encantó. Creo que su mayor mérito es el diseño de personajes. Y por supuesto lo del tema kung fu rinde que no veas, entre pequeños y mayores.