miércoles, 16 de marzo de 2011

Navidades bizarras: RARE EXPORTS y A CASA POR NAVIDAD

RARE EXPORTS: A CHRISTMAS TALE
Primera reacción al acabar la película: ¿'esto' ha ganado en el Festival de Sitges? Una película de terror finlandesa que acaba siendo una comedia un tanto surrealista, dedicada a desmontar y reescribir el mito de Santa Claus. Aquí las navidades no son demasiado felices porque el abuelo con el traje rojo es lo más parecido a un Jason con mala hostia. La película está contada desde la perspectiva de un niño y la historia tiene cierta gracia: no deja de ser una fábula atípica, surrealista, friki hasta la médula, destinada al consumo rápido. El problema es que a Rare Exports le falta la mala baba necesaria para ser graciosa: no acaba de combinar con atino su corazón aniñado y su vertiente gótica. Por eso durante setenta y cinco minutos ocurren muchas cosas, pero el espectador opta por ver sin mirar. Nada interesa demasiado. Al final la anécdota se impone: hace gracia el acento nórdico del niño, la explosión final o ese mocho que pasea el pequeño protagonista creyendo que es un perro. Y tras la crítica, vuelvo a lo de antes: ¿'esto' ha ganado en Sitges? Títulos como Martyrs, Eden lake o Frontière(s), que no ganaron en pasadas ediciones, deben estar preparando sus antorchas y afilando sus cuchillos. Una película que merece un aprobado 'justico'. Nota: 5



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A CASA POR NAVIDAD
Del frío de Noruega nos llega un título que en su traducción al español podría ser el gancho promocional de una marca de turrones. La película tiene el tono melancólico de unas navidades con la familia, bajo el calor de la hoguera. El director sigue a sus personajes sin perseguirlos, y los inserta en una especie de mural tierno, entre divertido y dramático. Me gusta que, más que cruzadas, sus historias sean paralelas y que el guión no busque una resolución, ni lógica ni feliz, ni siquiera con un tono conclusivo. Al final la película es la curiosidad que aspiraba ser: espiar durante pocos minutos las vidas de unos personajes extraños durante una Nochebuena nevada. Y para ello el director se comporta como una especie de Charles Dickens, concibiendo la navidad en su dimensión más familiar, adaptándola también a la realidad del 2011: un padre separado que simula ser Papá Noel para ver durante cinco minutos a sus hijos, una mujer impotente al ver como su amante no quiere separarse de su mujer, o la tierna relación de dos niños, uno de ellos musulmán, celebrando la noche mágica mirando el cielo estrellado. Deja un buen sabor de boca, como si fuera una canción solemne y corta, entonada a coro y a capela. Cuesta entrar en su mundo silente, incluso se queda a medias en su intento de ser la extravagante historia de siempre (algunos momentos rozan el humor absurdo y casi violento). Pero... ¿quién le hace ascos a un polvorón tan dulce? Nota: 6

martes, 15 de marzo de 2011

La polémica del siglo: A SERBIAN FILM

Doce años de cinefilia deberían ser la prueba definitiva de que este blog, cuando destaca una película, no lo hace obedeciendo a ninguna moda o capricho. Verdaderamente, una propuesta tan extrema y dura como A serbian film pone entre las cuerdas hasta el más preparado y tensa cualquier límite habido y por haber. Sin duda, después de descubrir la aventura sexual y sangrienta que propone el film, el adjetivo 'fuerte' en estos ámbitos bloggeros debería revisarse. Porque estamos ante una propuesta que deja en nada los arrebatos malsanos de Antichrist o Hostel, incluso relega El sabor de la sandía a la categoría de musical kitch para niños, llegando a rizar el rizo y superar la crudeza del nuevo terror francés representado por Frontière(s), À l'intérieur o Martyrs. Me imagino al consumidor de snuf movies que interpretaba Fele Martínez en la sublime Tesis de Alejandro Amenábar escandalizado con algunas de las escenas del film. No es broma ni ninguna intención de crear polvareda porque sí: A serbian film puede herir la sensibilidad de muchos e incluso trastocar mentes ya de por sí desordenadas. A serbian film abre un debate interesante: dónde está el límite de la representación cinematográfica, considerar hasta qué punto un director debe ceder tan sólo a sus inquietudes y libertad creativa. A serbian film sigue la senda de títulos como The human centipede o Grotesque, ambos prohibidos en numerosos países, víctimas de la censura y pequeños grandes fenómenos en la red, donde, paradójicamente, encuentran su vía de distribución a riesgo de que no sólo los fans del gore sangriento accedan a esos títulos diseñados a modo de hiperbólicas casquerías a prueba de estómago. Valga decir que nadie debería coartar la creatividad de nadie, y que nada invalida una película, ni tan siquiera escenas de la brutalidad de A serbian film (de las que sólo describiremos un reducido surtido, el más impactante: un hombre violando un feto recién nacido ante la mirada lividinosa de la madre, en una improvisada sala de partos, llena de sangre; el protagonista, un actor porno retirado, penetrando a una mujer maniatada en una cama mientras el macho revienta la cabeza de la chica con un machete; dos hombres sodomizando a dos personas con la cara tapada; el protagonista meando sangre entre escena y escena). Pero no se dejen llevar a engaño: la subversión del film es siempre visual y hay que entender que su concepción sólo obedece a una clara intención por contentar a los acérrimos seguidores de un género cinematográfico que tiene su sede en festivales y muestras, pero que, obviamente, no llega a las salas comerciales. Al final A serbian film, a pesar de sus barbaridades, no deja de ser un artefacto muy bien diseñado, plato de pocos, muy consciente de que su público es y en cierto sentido debe ser limitado. Por eso, toda la polémica que la precede, aún siendo real y entendible, no deja de resultar un tanto sobredimensionada. Hay películas que en un primer momento llegan a un grupo reducido de espectadores, pero que tras una entrega de premios logran la suficiente celebridad como para gozar de una segunda oportunidad comercial. El caso de A serbian film viene a ir a la contra de lo habitual: una cinta que no debería salir de ciertos mercados muy especializados y específicos llega al común cinéfilo tras ser el centro de discusiones irracionales (desde la denuncia que pesa sobre Ángel Sala por proyectarla en su Festival de Sitges hasta las acusaciones del film por violación real a menores y maltrato a mujeres, además de reseñas que aseguran que muchos llegaron a infartar, como mínimo vomitar, al ver algunos de los momentos más salvajes de la historia). A serbian film ya ha dejado su huella (permítenme el vulgarismo: a base de semen y sangre) y es una de las películas malditas por excelencia.


Pero este blog debe ofrecer ante todo una crítica lo más objetiva posible de la película, aún a sabiendas de la humareda que rodea la propuesta. Diré que A serbian film empieza como la creación mala de un videoaficionado más y que acaba en un zenit paranoico, tan tenso como angustioso, tan asqueroso como intenso. La primera escena ya marca el devenir hacia abajo, en caida libre, que diseña la narrativa de la película: el hijo de diez años de la pareja protagonista visionando una de las cintas porno de su padre. El niño abre de esta forma la caja de los truenos y el director no la cierra hasta los títulos de crédito. En el fondo, A serbian film cuenta la destrucción de una familia aparentemente normal en un ambiente totalmente condicionado tanto por la profesión del padre (actor erótico, mito del género por su descomunal miembro) como por el pasado político y social de Serbia (el director se recrea en atmósferas turbias, escenarios negros que rozan lo onírico: no costaría describir el experimento como un Inland Empire cutre, con pus y líquido rojo). También establece un juego curioso, una referencia clara a modo de metalenguaje: el director rueda su película, y en ella un ejercicio de cine dentro del cine nos permite ser espectadores de la filmación de piezas porno en la que los vivos comparten sus flujos más escondidos con los muertos. A serbian film viaja irremediablemente hacia la no lógica, más bien a la sinrazón del personaje protagonista (genial interpretación, indistintamente de las características de las escenas que afronta). Aunque al final todo queda muy cerrado y muy claro, diría incluso que evidente. No estamos demasiado lejos de una comedia negra o una atracción de feria que se alimenta a base de morbo: el espectador espera la siguiente animalada con ganas y deja llevarse por una cinta que se sitúa entre la excitación del sexo explícito y la repulsión que produce ser testigos del sadismo más deleznable. No sé hasta qué punto es una metáfora de la bestia que reside en todos nosotros. No sé hasta qué punto su esquema es gratuito. Se me escapa cualquier relación con la falta de moral de la sociedad serbia del 2011, aunque la puedo imaginar. Sea como sea, A serbian film me ha divertido bastante: al fin y al cabo la clave está en no tomársela demasiado en serio. Sólo así nos daremos cuenta que A serbian film es una película con un gran descaro que sólo quiere impactar a un nivel visual, plástico. Y, como me han enseñado esos doce años de visionado de películas, en el cine es mucho más terrorífico aquello que se intuye que lo que se explicita en su totalidad. Casquería a granel, festiva y voluptuosa.Y si el cine resulta no ser la representación de la realidad, al menos una realidad en el sentido de mímesis, veracidad o fidelidad, A serbian film pasa a ser directamente una de las pesadillas más rotundas del cine del Siglo XXI.


Nota: 7

lunes, 14 de marzo de 2011

Truman James Franco Capote: HOWL

Las películas más inspiradas son las que inspiran. Si sales del cine eufórico, con ganas de pintar o escribir, es que el material fílmico ha activo un dispositivo contagioso de belleza y creación. El arte crea arte. Quizás por eso el cine se ha interesado tanto en la vida de artistas anteriores, en este caso el escritor Allen Ginsberg. Howl, biografía de uno de los poetas más polémicos del pasado siglo, tiene la capacidad de subir nuestros niveles sensoriales y después de verla dan ganas de probar a inventar algunos versos con sentido y musicalidad. James Franco realiza un trabajo de mímesis impecable, y seguro que a estas alturas ya se debe preguntar por qué sólo le toca lidiar con personajes homosexuales o un tanto locos. El problema es que ese proceso de admiración e inspiración casi divina dura unos pocos minutos. La cinta es, finalmente, demasiado evidente, y no llega a dejar poso. Como si, presentada la triple estructura narrativa, puesta en marcha la combinación de escenas animadas con otras en blanco y negro, sin olvidar el juicio donde se discute los valores artísticos del libro de poemas de Ginsberg (porque, para más inri, la película pivota sobre el significado del concepto 'arte', aunque las frases del abogado defensor Jon Hamm sigan el manual de la 'politésse' más fácil; incluso tiene una doble lectura en un tiempo en el que la palabra 'censura' vuelve a planear tras las polémicas de la Ley Sinde o la película A serbian film), Howl se limitase a repetir hasta la saciedad una fórmula que sabe seguir pero nunca ampliar. Al final la sensación es que Howl, apreciable como curiosidad fuera de las corrientes comerciales actuales, es una pieza de videoarte que, en forma de corto o mediometraje, hubiera podido sobrevivir en museos o como complemento visual a la obra poética del fallecido Allen Ginsberg. Muchos han descrito Howl como una mezcla de Milk y El muro, otros la han definido citando a Buenas noches y buena suerte y Vals con Vashir. Este blog se acordó de Un hombre solteroCapote, cintas que sin duda James Franco ha revisado para crear ese escritor tan ensimismado, convincente a la hora de recitar sus poemas en público, genial a la par que egocéntrico. Cine diferente, no por ello mejor que el resto, que, por fortuna, a veces se cuela en las carteleras españolas (¿será por el gancho televisivo de Donald Drapper Hamm o Nancy Meyers Parker?).


Nota: 6

sábado, 12 de marzo de 2011

Cine español con caspa: NO CONTROLES y LA DAGA DE RASPUTÍN

Al final resulta que la 'chanancia' no es tan 'modenna'. A Borja Cobeaga le dedicaron piropos buenísimos, justos pero exagerados, en relación a su ópera prima Pagafantas. En No controles prometía un guión mejor elaborado y, en general, más humor marca de la casa. Una colección de chistes alternativos que está de moda en algunos programas televisivos pero que en esta No controles demuestra su verdadera naturaleza. Las gracias 'modennistas' de Cobeaga no dejan de ser reciclados, reivindicaciones trasnochadas de los vodeviles o comedias de situación de ese cine español 'de los tiempos oscuros'. El paleto, cateto, tímido, pobre idiota que antes interpretaba gente como Alfredo Landa ahora corre a cargo de rostros jóvenes y con una nueva consideración (el 'palabrejo' 'pagafantas', por no decir 'paquete' o 'tontaina'). Aunque juguemos a cambiar los términos, estamos ante propuestas de esquema similar. Todo lo que Pagafantas tenía de utópica relación amorosa, en No controles la caspa come cualquier virtud posible. Más que descontrol, lo de esta película es 'desmorone'. No nos dejemos engañar: No controles es tan rancia y facilona como otras películas a las que se les atribuye el apelativo de 'españolada' con mayor facilidad y contundencia (díganselo a la pasada Don Mendo Rock: La venganza, la presente La daga de Rasputín o la recién llegada Torrente IV). Nada funciona: el guión es torpe y pesadísimo, y los personajes nunca tienen la complejidad y la chispa de las mejores veladas cómicas. Todo ocurre porque sí, sin un trasfondo, sin una descripción de personajes o unas situaciones divertidas que sostengan el castillo de naipes. Ugalde cumple el cliché de 'vasco' y 'soso': apliquen lo mismo para la sobredimensionada Bon Appétit. Jiménez ratifica aquello que ya temía después de Spanish Movie y la serie La pecera de Eva: sólo domina una limitadísima nómina de muecas que afean su actuación.  De la Rosa sigue prestándose a ser la caricatura de la caricatura, el 'maricón' de toda la vida, mariposón y aquí ultrabronceado, que resulta una paradoja e incluso un peligro para un país que cree ser el súmum de la mentalidad abierta. Muñoz, que desnudo presentaría un atractivo extra, parece un inexperto embutido a calzador en una fiesta apolillada. Y Julián López, aun siendo lo mejor de la cinta, resulta tan cargante como un muñeco navideño del 'todo a cien'. La cereza del pastel es la vergüenza ajena que sentirán los espectadores al ver cómo se recurre a elementos 'muy nuestros' (las campanadas y las uvas de Nochevieja, la sintonía del programa Sorpresa, sorpresa y despropósitos de calado similar) para hacer reir al personal, algo que sin duda dificultará su comercialización a otros países. Estoy seguro que incluso los defensores de No controles admitirán que escenas como la de la piscina no tienen ni ton ni son, que la tensión amorosa brilla por su ausencia y que entre el público del cotillón no costaría imaginarse a Lina Morgan, la tropa muñequil de José Luis Moreno o un Esteso de la tercera edad. Un error de cálculo considerable. La primera decepción cinematográfica del 2011.Nota: 3



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En una escena de La daga de Rasputín Antonio Resines salta de un balcón para aterrizar en la parte trasera de un camión repleta de papeles y cartones. Antes de eso es hipnotizado por un analista que, dicen, 'es muy bueno porque salió en un programa de Telecinco' (demostración de las 'churrescas' dimensiones de la jugada). Y después de esta antológica escena (léanlo en clave irónica, porque, ¡glups!, es lo mejor de la película), la tropa que ya habíamos visto en El oro de Moscú corre rumbo Rusia. En esta descripción se sintetiza el estilo y (mal) gusto de la nueva película de Bonilla. La idea de mezclar cine de aventuras con personajes imbéciles y momentos comiqueros sí funcionaba en El oro de Moscú, sin ser esta ninguna maravilla. Pero La daga de Rasputín se revuelca y se recrea en lo cutre, acumula despropósitos, como esa camioneta repleta de basura. Poco interés, por no decir ninguno, tiene una propuesta tan casposa, una comedia que no tiene ninguna lógica y que parece un chiste privado, una gracia velada que sólo divierte a los propios actores de la película. Porque ver a Andrés Pajares y Juan Luis Galiardo con mostacho y acento ruso tuvo que tener su gracia entre bambalinas, en un rodaje entre amigos. Incluso se intuye ameno el diseño de esa escena en la que un helicóptero atrapa el coche policial en el que se encuentran el trío de pringados. Me imagino a Bonilla, infame actor y realizador, riendo cada vez que su mujer en la ficción María Barranco exagera cada una de sus muecas y chistes. Pero el espectador no es partícipe de esa diversión o comicidad: la película es una continua sucesión de atropellos y sonrojos. Sólo una cosa justifica el visionado de una opereta mala que, con la daga del título, debería pedirnos disculpas y acometer su haraquiri: Carolina Bang, cuyo atractivo, sin llegar a catalizar el desastre, alegra la vista y aporta vigor a un reparto entre lo añil y lo cañí. Crónica de un desastre anunciado. Ni intenten desvelar el contenido de la matrioska: no hay nada de nada. Nota: 2



viernes, 11 de marzo de 2011

Thriller argentino con conciencia: SIN RETORNO

¿Viviría con la conciencia tranquila si supiese que un hombre está pagando por un delito que en verdad he cometido yo? Esa es la pregunta que propone Sin retorno, sumamente compleja y atractiva. Premiada en la Seminci vallisoletana, la película nos recuerda que el cine se compone, ante todo, de empatía. La cinta entrega su algo más de hora y media en mostrar paso a paso el devenir de un caso más, acaso una anotación al pie de página de la crónica negra de cualquier país civilizado, con el añadido que 'ese caso' es 'nuestro caso' y el espectador lo vive como propio. Sin retorno demuestra que el cine sigue siendo capaz de conmover y mover consciencias, y todo queda rodado a través de una mímesis o fidelidad a una realidad más que plausible que el espectador vive como angustiosa. Sin retorno nos mantiene en un constante estado de tensión y no es difícil comprender a todas las partes implicadas, ganando en perspectiva respecto el sensacionalismo televisivo o el consumo de noticias que vivimos en nuestro día a día. De eso también habla Sin retorno: de cómo lo medios de comunicación popularizan algunos sucesos criminales hasta desvirtuar el discurrir normal de la justicia, añadiendo una presión popular que siempre deja más víctimas que beneficiarios. La cinta toca además temas tan sugerentes como la deshumanización de la sociedad acomodada, incluso llega a evocar títulos como El vídeo de Benny de Haneke (obviamente, sin la frialdad, la lucidez y la maestría del austríaco). Sin retorno propone un sinfín de cosas y en cierto sentido abarca mucho y aprieta poco. Y aunque la narración de ese crimen se me antoje un tanto ampulosa (los argentinos se pierden en los diálogos, y no es por seguir el cliché), el final es tan indiscutible como cortante, inesperado, ambiguo y en parte desalentador. Película triste, juego de cine social y thriller sobre la venganza y la redención. Porque sin tener en cuenta la desazón que respira el último plano y el pensar 'qué ocurrirá después', en paralelo a sus posibles virtudes como obra artística, Sin retorno es un dispositivo que urga en el interior de su audiencia; y su fuerza se desvela tiempo después del visionado, cuando el espectador reflexiona qué haría en el caso de ser él el que estuviese en el momento y lugar más desafortunados. Denle una oportunidad a Sin retorno, una película bigger than life, inquietante por su cercanía y verosimilitud, dirigida con aplomo e interpretada más desde el compromiso por la causa que desde el oficio (aplaudo a Bárbara Goneaga y su muy bien estudiado acento ché). Más o menos buena, eso dependerá de cada uno, pero hay que verla.


Nota: 7

jueves, 10 de marzo de 2011

GOYAS 21: VOLVER (2006)


Título: VOLVER Director: Pedro Almodóvar Guión: Pedro Almodóvar Género: Comedia dramática Duración: 115 min. Reparto: Penélope Cruz, Carmen Maura, Lola Dueñas, Blanca Portillo, Chus Lampreave, Yohana Cobo, Antonio de la Torre, Carlos Blanco, Neus Sanz, Leandro Rivera, Yolanda Ramos, Pepa Aniorte, Elvira Cuadrupani, María Alfonsa Rosso, Natàlia Roig, Concha Galán Producción: El Deseo S.A. Fecha de estreno: 17/03/2006 Nota Filmaffinity: 7 Nota IMBD: 7'7 Nota blog: 10 Palmarés destacado: 6 Premios del Círculo de Escritores, 5 Premios EFA, 3 Premios de la Unión Española de Actores, Fotogramas de Plata a la mejor película y actriz, Premio FIPRESCI a la mejor película del año en el Festival de San Sebastián, Palma de oro a la mejor actriz para sus seis protagonistas y al mejor guión en el Festival de Cannes 2007, Premio del jurado y de la audiencia en el Festival de Valdivia; Satellite Award, León checo, Círculo de críticos de Francia, Argentina, Vancouver y National Board of Review a la mejor película extranjera o de habla no inglesa; Nominación al Oscar a la mejor actriz protagonista, nominaciones al Globo de oro, Bafta, Bodil, César, David de Donatello y SAG DVD: Cameo Tráiler: Link


Sinopsis: Se abre el telón. Raimunda, su hermana Sole y su hija Paula limpian como es tradición la tumba de su madre Irene. Estamos en Almagro, un pueblo de Castilla La Mancha, y nuestras protagonistas no desaprovechan la ocasión para visitar a la anciana tía Paula y a Agustina, su vecina. Al volver a Madrid, Raimunda tendrá que hacer frente a numerosos problemas: su marido se ha quedado sin trabajo, un día su hija la espera en casa con una desagradable sorpresa, decide encargarse de un bar cercano... Y para colmo, la tía Paula morirá. Sole asistirá al entierro y verá el fantasma de su difunta madre. El principio de un embrollo tan divertido como trágico, la historia de tres generaciones de mujeres luchadoras, una trama de secretos y mentiras que cuenta entre lo mejor de nuestro cine más reciente. 5 premios Goya / 14 nominaciones.




Sus competidoras:
Alatriste, de Agustín Díaz Yanes 3/15 (tráiler)
El laberinto del fauno, de Guillermo del Toro 7/13 (tráiler)
Salvador Puig Antich, de Manuel Huerga 1/11 (tráiler)

Nos representó al Oscar: Volver (nominación a mejor actriz)
Finalistas: Alatriste y Salvador Puig Antich



Edición XXI
de los Premios Anuales de la Academia de las Artes
y las Ciencias Cinematográficas de España
Lectura de nominaciones: 18/12/2006, a cargo de Pilar López de Ayala y Juan José Ballesta
Gala: Domingo 28 de enero de 2007, Palacio de Congresos de Madrid (intro)
Audiencia: La Uno, 20'5% de share y 3.282.000 de televidentes
Maestro de ceremonias: José Corbacho
Presidenta de la Academia: Ángeles González-Sinde
Penélope Cruz consigue nominación al Oscar por Volver: Link
Homenaje a la filmografía de Almodóvar: Link

PALMARÉS:
Película: VOLVER
Director: Pedro Almodóvar, por VOLVER
Actor protagonista: Juan Diego, por VETE DE MÍ Vídeo
Actriz Protagonista: Penélope Cruz, por VOLVER Vídeo
Actor reparto: Antonio de la Torre, por AZULOSCUROCASINEGRO
Actriz reparto: Carmen Maura, por VOLVER
Actor revelación: Quim Gutiérrez, por AZULOSCUROCASINEGRO
Actriz revelación: Ivana Baquero, por EL LABERINTO DEL FAUNO
Director novel: Daniel Sánchez Arévalo, por AZULOSCUROCASINEGRO
Guión original: Guillermo del Toro, por EL LABERINTO DEL FAUNO
Guión adaptado: Lluís Arcarazo, por SALVADOR PUIG ANTICH Vídeo
Música original: Alberto Iglesias, por VOLVER
Película documental: CINEASTAS EN ACCIÓN
Película animada: PÉREZ, EL RATONCITO DE TUS SUEÑOS
Película hispanoamericana: LAS MANOS (Argentina)
Película europea: LA REINA (THE QUEEN) (Reino Unido)
Goya de honor: TADEO VILLALBA

VOLVER A TENER LAS COSAS CLARAS

La Academia tuvo las cosas muy claras. Ficción, Los 2 lados de la cama, Tirant lo Blanc, La leyenda del tiempo y La distancia no tuvieron ninguna nominación. Bienvenido a casa, El camino de los Ingleses, Cabeza de perro y El próximo Oriente se quedaron con anecdóticas menciones. En cambio, los cuatro títulos elegidos acaparaban toda la atención. Sólo la edición número 16 de los Goya había valorado como mejores películas a 4 títulos tan distintos como exitosos (Los Otros, Lucía y el sexo, Juana la Loca, Sin noticias de Dios), todos ellos con más de 10 nominaciones, cifra mágica que superaron y se repartieron como buenos hermanos Alatriste (15), Volver (14), El laberinto del fauno (13) y Salvador (11). Y encima, esas eran las películas más taquilleras. Había acuerdo, y el palmarés final sería el encargado de separar frentes. Lo hizo: Volver fue la ganadora cualitativa de la noche y El laberinto del fauno la cuantitativa. Alatriste murió de seriedad y pomposidad: 3 goyas supieron a poco después de tanto despliegue de medios. Salvador en cambio partía como la modesta del grupo y ese Goya al guión adaptado era motivo de alegría: peor hubiera sido irse de vacío. Juan Diego se impuso a los protagonistas de las películas grandes y logró su tercer reconocimiento por Vete de mí. Azuloscurocasinegro (mejor hubiera sido premiar a La noche de los girasoles), sobrevalorada, ganó 3 premios de los 6 a los que aspiraba, demostrando que Sánchez-Arévalo cae bien a la Academia (sus Gordos tuvieron 8 candidaturas). La pequeña Vaquero dejó a la Juani de Bigas Luna, gloriosa Verónica Echegui, sin el Goya a intérprete revelación. El mejor guión original fue el de Guillermo del Toro, y en el caso de Almodóvar se demostró que sus guiones siempre están nominados pero nunca son premiados (el guión del discurso de la presidenta era harina de otro costal). En cambio, la mejor música fue la de Alberto Iglesias por Volver, aunque la que tenía nominación al Oscar era la de El laberinto del fauno (Guillermo Navarro). Cosas de los premios.


No hay duda de que 2006 fue uno de los años clave de la primera década del S.XXI para el cine español. Volver, El laberinto del fauno y Salvador se habían visto en Cannes con excelentes críticas, incluso la cinta de Almodóvar había sido la favorita de la crítica especializada de toda la selección oficial (ganó mejor actriz para sus seis intérpretes y mejor guión). Las dos primeras cruzaron el charco y participaron en un año histórico donde los Oscar hablaron español como nunca lo habían hecho. Alatriste demostró la capacidad de congregar a la gente en las salas con un producto de época a la altura de sus émulos americanos. Volver tiene algo de folklore y superstición, El laberinto del fauno sabe a tradición pero también a ruptura, Salvador era la más europea del grupo. El mosaico inmenso de un cine español abierto, diverso, internacional gracias a Brühl y Mortensen, muy nuestro gracias a Maura (ganó por cuarta vez) y a Maribel Verdú, muy esperanzado con la nominación al Oscar de Cruz. Tampoco podemos olvidar el pequeño fenómeno de Un franco, 14 pesetas (nominación a dirección novel) y el aceptable recorrido comercial de Los Borgia. Había cosas que celebrar, con o sin Almodóvar entre los asistentes. Los sketches que Corbacho hizo de las 4 películas fue el homenaje perfecto a una cinematografía y unos premios que volvían, y nunca de forma tan cierta, a ser los representantes de lo mejor del cine español.


SE DIJO...

Me he empollado a Billy Cristal y a Whoopi Goldberg... y me lo he pasado como un enano (Corbacho, o ejemplo de maestro de ceremonias con los deberes hechos. Triunfó y se cambió de vestuario tropocientas veces. Gafes del show. Un 'zasca en toda la boca' que dedicó a Santiago Segura: Pues mira por donde vas a entregar un premio que nunca vas a ganar... ¡el de mejor película!. Y la indirecta más directa de la velada: Pedro, gracias por Volver..., la película, porque volver a la gala veo que todavía no)

¡Que desilusión tan tonta me he llevado con Corbacho, que besa a todas las mujeres menos a mí! (Pilar Bardem insinuando cosas e insinuándose al showman del Hospitalet de Llobregat)

Yo he venido porque pensé que estaba Sardà. Me gusta más Sardà, pero me tengo que conformar con Corbacho (Eduardo Noriega, riéndose de y con Corbacho. Ante todo buen rollo)

Corbacho a Coixet: ¿Cómo se llamaba esa película tuya con Tim Robbins en la cama? Coixet a Corbacho: Y la tuya... ¿Raciones? (obviamente, parodiaban a La vida secreta de las palabras y Tapas)

Estoy intentando no llorar desde que han dicho mi nombre, pero me voy a pegar una buena zampada cuando llegue a mi casa (...). Por mucho que digan que un premio va a ser para ti, cuando al final dicen tu nombre, sientes que un nuevo sueño se cumple (fragmento del discurso de Penélope Cruz, la única sorprendida ante un premio que estaba cantado)

Me tomo este premio como un homenaje por seguir en la brecha y porque esta película me ha dado muy buen resultado con el público, que es lo que más me gusta (palabras de agradecimiento de Carmen Maura, nominada con sus compañeras Dueñas y Portillo)

Esta aventura es sólo el principio de una relación entre ustedes y yo que espero continúe. México y España, juntitos, lo hacemos mejor (Guillermo del Toro dixit, aunque su siguiente película, Hellboy 2, supuso el hermanamiento entre México y EE. UU.)

miércoles, 9 de marzo de 2011

CARTA A SANTIAGO SEGURA


Querido Santiago Segura:

Siempre hemos sabido de tus artimañas para promocionar tus películas. Muchos hablan de tí como el salvador de nuestro cine. Quizás por esto te estamos viendo, y mucho, y en lugares insospechados, a propósito de Torrente 4, la enésima parte del rancio policía que hace trece años te sacaste de la chistera con bastante ingenio. Lo lógico sería criticarte porque tu película, seguramente, no tendrá ninguna c(u)alidad, nada reseñable. Pero me puede la admiración hacia tí, Santi, siempre tan simpático. Cuando en los momentos pre y postGoyas se hablaba de crisis, tú preferías 'hacer' a 'debatir', y estoy seguro que si todos los miembros del gremio cinematográfico de este país hiciesen lo mismo el barco no adolecería de goteras ni habría que lamentar naufragios. Ahora que la gente del cine parece más refinada que nunca, tú te atreves a conjugar en pantalla las caras de Ana Obregón, Kiko Matamoros o Paquirrín. Hay que tener huevos, y a tí te sobra valentía. Aplaudo tu aplomo por promocionar el film en El hormiguero, asumiendo que las preguntas, dile tonterías, del insoportable Motos son una parada obligatoria del vehículo promocional. Incluso te atreviste a subirte a La noria con la Esteban. Y un día después te vimos en esa lata de formol de tamaño industrial que es Qué tiempo tan feliz, para todos 'el programa de la Campos'. Te atreviste a definir ese espacio como 'un lugar donde puede ocurrir de todo y nada tiene sentido'. No se me ocurre mejor frase. Porque tú, Santi, que parecías el molesto tontolaba de la clase, has resultado ser el genio. Tal es mi simpatía por tí que incluso tengo ganas de ver Torrente 4, a sabiendas que sólo la uno valía y valdrá la pena. Pero qué más da... eres un mago, incluso Gasset cuando ejercía de alquimista retro, loco de la colina en Días de cine, te dedicaba halagos. Admiro también tu capacidad para adelgazar y engordar en cuestión de días. Respeto tu cinefilia, ecléctica y televisiva, y entiendo que a veces hay que dejar las manías a un lado: tú has salvado la cuenta bancaria del cine español en muchas ocasiones. Tu entrega va más allá de poner el logo de tu película en una camiseta: eres capaz de retratar la parte más 'cañí' y vomitiva de nuestro país, encarnando el espíritu de un cine español antiguo, una mentalidad que sigue viva en las calles y que forma parte de tu código cinematográfico. Fuera cachondeos: eres un cronista de la realidad española del 2011, pese a quien le pese. Creo que el público ya está un tanto cansado de Torrente: tú sabes mejor que nadie que segundas y sucesivas partes nunca fueron tan buenas ni tuvieron tanto éxito. Por eso te animo a seguir filmando el circo español y promocionar tu circo en otros tantos circos paralelos, satélites del tuyo. Contigo vuelven las pajillas, el Fary y la roña. También la lucidez del comerciante y el morro del artista popular que piensa en el populacho. 'Con dos cojones', y con cariño, 

Xavier

martes, 8 de marzo de 2011

Divertimentos de Oscar: EXIT THROUGH THE SHOP GIFT e IMPARABLE (UNSTOPPABLE)

EL DIVERTIMENTO ININTELIGIBLE
¿Qué es Exit through the shop gift? ¿Quién dirige la película? ¿Quién es Bansky? Después de ver la película tampoco queda demasiado claro. Y esa es precisamente la gracia de un documental tan especial, con un ritmo tan endiablado, con un protagonista tan pintoresco. Si hay que tomársela a broma, la obra es un ejercicio de pop art, o street art, sobre la cara más callejera, menos glamurosa, del arte. Y si hay que tomárselo todo en serio, este producto de título misterioso es una reflexión divertida sobre qué es el arte, estableciendo un ejercicio metalingüístico: la propia obra es la primera en preguntarse qué tipo de película es, incluso puede ponerse en duda su calidad de 'película'. Exit through the gift shop desarma hasta el más resabido. Lo más importante es que dura escasos ochenta y cinco minutos y que sea lo que sea, se mire por donde se mire, es una historia muy divertida. Engancha, independientemente de que esa salida a la tienda de juguetes sea un timo o una maravilla. La gracia es que cualquier pieza de arte, cuadro o escultura, música o película, admite varias lecturas, admite varios visionados y su capacidad generadora de sensaciones nunca acaba. Por eso Exit through the gift shop, que encima habla de la subjetividad del arte, tanto por el que lo crea como por el que lo admira, es una de las historias que más y mejores ratos nos ofrecerá cada vez que la rescatemos. Como persona que intenta hablar y en el mejor de los casos disfrutar del cine, a veces sólo queda decir que 'sólo sé que no sé nada': ¿Míster Brainwash es un genio o un tarado de cuidado? Y volvemos: ¿Qué es Exit through the gift shop? Ni idea, pero vale la pena. Nota: 7




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EL DIVERTIMENTO INTELIGIBLE
Del cine de Tony Scott se pueden decir muchas cosas, pero sobre todo destaca por su sinceridad. El pequeño de la familia Scott diseña sus películas a modo de petardos con una mecha larguísima, todo con muchos movimientos de cámara y alardes de adrenalina. Imparable es lo que parece que es: una cinta de acción que no da tregua. La opción perfecta para poner las neuronas en remojo durante contada hora y media. Cine de consumo rápido y masivo que podría ser perfectamente un VHS de videoclub protagonizado por Chuck Norris. Algo ocurre cuando un actorazo como Washington malgasta su cincuentena en productos en el fondo tan superficiales (y ya van demasiados). Pine es el pupilo del afroamericano y aquí trabaja codo a codo con el ganador de dos Oscar para demostrar quién es el nuevo valor del cine blockbuster. Ya lo deben saber: el juego, porque Imparable es en el fondo un videojuego, consiste en parar un tren que viaja a todo trapo por las vias de Pensilvania. Vale, algo que difícilmente podría pasar. Vale, los héroes que retrata la película parecen sacados de un manual de ñoñerías. Pero, sorpresa, se basa en un caso real. Y eso no es lo más sorprendente: la premisa funciona a pesar de ir varias revoluciones por debajo de la lógica. Precaución amigo conductor: la película, vanalidad al cubo, engancha. Es lo que tiene ir como un torpedo. Acompañen el viaje con palomitas y Coca-cola. Todo muy estadounidense. Nota: 6


lunes, 7 de marzo de 2011

Ñoña ciencia ficción: NEVER LET ME GO (NUNCA ME ABANDONES)

Había muchas ganas de conocer los entresijos de Never let me go. Le sobraban atractivos: protagonizada por tres de los actores jóvenes más importantes (las británicas Knightley y Mulligan, el norteamericano Garfield), un reparto que incluye caras como Sally Hawkins y Charlotte Rampling, un guión que es la adaptación de una novela muy apreciada por la crítica... Pero Never Let Me Go ha acabado como una acuarela un tanto aguada. Amor juvenil, pasado de azúcar, en un contexto rocambolesco. No queremos desvelar el secreto de la trama, pero Never Let Me Go, más que la Expiación que se esperaba, ha acabado como un melodrama bastante digno que adolece de algunos tics propios del telefilm más facilón. Porque eso es Never Let Me Go: una historia televisiva de lujo, inconsistente, pero con el genial trabajo de sus intérpretes. Hay algo forzado y postizo en un romance que el guión recuerda cada dos por tres, aunque nunca se trabaja para que el espectador viva esa pasión que hora y media después sólo funciona a medio gas. Never Let Me Go, aunque apreciable, es bastante predecible, y como han corroborado los Oscar recientes (a los que no estuvo nominada tras ser una de las favoritas de primera hora) queda lejos de los mejores dramas de regusto british. Aun así, no recuerdo una película que ensamble de una forma tan curiosa el melodrama de toda la vida con la oscuridad de un fantastique desangelado. ¿Y si la película hubiera sido un cortometraje? ¿Y si la hubiese dirigido Joe Wright (para potenciar la personalidad melancólica de la trama) o Park Chan-wook (para convertir la película en un terror adolescente de nivel)? Sea como sea, siendo como es, Never Let Me Go alegrará tardes de domingo e incluso hará derramar alguna lagrimilla. Suficiente.


Nota: 6

domingo, 6 de marzo de 2011

LAS 30 PELÍCULAS MÁS ESPERADAS DEL 2011

30. HANNA, de Joe Wright (EE. UU.)
¿Será un despropósito o una interesante propuesta de acción?

29. RED LIGHTS, de Rodrigo Cortés (EE. UU., España)
De Niro + el director de Buried = Peliculón

28. HABEMUS PAPAM, de Nanni Moretti (Italia)
La polémica que avecina Cannes 2011

27. CUMBRES BORRASCOSAS, de Andrea Arnold (Inglaterra)
Arnold adaptando un texto clásico

26. LA PRIMA COSA BELLA, de Paolo Virzì (Italia)
La representante al Oscar por Italia, un vodevil femenino

25. VERBO, de Eduardo Trapero Jackson (España)
El primer largo de un cortometrajista de alcurnia

24. TOKIO BLUES (NORWEGIAN WOOD), de Tran An Hung (China)
Por fin, el mundo del escritor Haruki Murakami en la gran pantalla

23. NADER AND SIMIN, A SEPARATION, de Asghar Farhadi (Irán)
Oso de oro en el Festival de Berlín 2011

22. OUTRAGE, de Takeshi Kitano (Japón)
Kitano vuelve a congregar a su banda yakuza. Vista en Cannes 2010

21. MEDIANOCHE EN PARÍS, de Woody Allen (EE. UU., Francia)
De Londres a Barcelona, de Nueva York a París. Es Allen, con eso basta. 

20. ANOTHER YEAR, de Mike Leigh (Inglaterra)
Uno de los títulos claves del 2010, aún inédito en las salas españolas

19. THE GIRL WITH THE DRAGON TATTOO, de David Fincher (EE. UU.)
Ya nos hemos cansado de Lisbeth, pero Fincher necesita el Oscar

18. THE TREE OF LIFE, de Terrence Malick (EE. UU.)
Malick me aburre soberanamente, pero esta película promete

17. LA CHISPA DE LA VIDA, de Álex de la Iglesia (España)
Post-Balada, Post-Presidencia de la Academia. De la Iglesia vuelve al ruedo
16. INTRUDERS, de Juan Carlos Fresnadillo (EE. UU., España)
El peliculón definitivo de un artista interesante

15. THE GRANDMASTERS, de Wong Kar-Wai (China)
Kar-Wai filma la biografía de Bruce Lee. Suena raro

14. VENUS NEGRA (VÉNUS NOIRE), de Abdellatif Kechiche (Francia)
La polémica de Venecia 2010, nominada al César a la mejor actriz revelación

13. LO IMPOSIBLE, de J.A. Bayona (España, Tailandia)
Bayona va del orfanato a Tailandia. Naomi Watts y Ewan McGregor en el reparto

12. INCENDIES, de Denis Villeneuve (Canadá)
Premiada en Gijón, nominada al Oscar a la mejor película de habla no inglesa

11. EN UN MUNDO MEJOR, de Susanne Bier (Dinamarca)
Vuelve la artista danesa más internacional

10. MICMACS, UN GRAN FOLLÓN, de Jean-Pierre Jeunet (Francia)
La nueva comedia del director de Amélie

9. AMOUR (LOVE), de Michael Haneke (Francia)
Haneke y Huppert vuelven, seguro que por la puerta grande

8. LA EXTRAÑA (WHEN WE LEAVE), de Feo Aladag (Alemania)
Representante al Oscar por Alemania

7. MASTER, de Paul Thomas Anderson (EE. UU.)
Un gran director con un gran actor. Seguro que será una obra maestra

6. MIENTRAS DUERMES, de Jaume Balagueró (España)
Tosar quiere otro Goya, Balagueró quiere volver al terror. Promete

5. TOURNÉE (ON TOUR), de Mathieu Amalric (Francia)
Mejor director en Cannes. Amalric y su tropa cabaretera

4. POTICHE, de François Ozon (Francia)
Ozon, mi querido Ozon, con una Deneuve gloriosa

3. MELANCHOLIA, de Lars Von Trier (Dinamarca)
Melancólico o no, el azote del cine europeo tiene nueva película. ¡Qué ganas!

2. UN DIOS SALVAJE (CARNAGE), de Roman Polanski (Inglaterra, Francia)
Winslet, Foster, Dillon, Waltz y Polanski. Cae por su propio peso

1. LA PIEL QUE HABITO, de Pedro Almodóvar (España)
Mi director predilecto, inventando el 'terror almodovariano'.
¡Tiembla, Cannes 2011!